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Videoarte, el pasaporte europeo para la inmigración
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Videoarte, el pasaporte europeo para la inmigración

El grupo de artistas European Souvenirs busca la reflexión del continente sobre las fronteras y el discurso alarmista y compasivo que se suele vender

Foto: El grupo de creadores European Souvenirs (Benito Jiménez / CC)
El grupo de creadores European Souvenirs (Benito Jiménez / CC)

¿Europa nos hace soñar? European Souvenirs plantea esa pregunta. Para explicar Europa, Lars Von Trier proponía un sueño —o una hipnosis— al principio de su película del mismo nombre. En ella, el espectador queda preso en la propia narración: “quieres despertar, para liberarte de la imagen de Europa, pero no es posible” dice la voz en off al final. El europeo vive atrapado en su europeísmo.

Europa se define más por sus conflictos que por sus consensos. La Unión Europea está preocupada por sus fronteras sur. Cicatrices políticogeográficas que dinamitan, cuando sangran, la construcción política imaginaria del sueño europeo. La convocatoria de elecciones al Parlamento del próximo mes de mayo ni construye ni deconstruye Europa, como demuestra la abstención de uno de cada dos votantes. Unos vídeos, en cambio, asoman con fuerza real para remapear Europa, para hackearla.

El colectivo artístico European Souvenirs presenta en €urovisions unas preocupaciones lacerantes sobre los procesos migratorios. Sus reflexiones dinamitan la ilusión de normatividad, fraternidad o heterogeneidad que vende la bandera azul y sus brillantes estrellas amarillas ordenadas en un círculo que aparenta no tener fisuras. European Souvenirs se apoya en la publicación Remixing Europe, un libro que analiza la construcción de los imaginarios de la migración.

Video embebido

En él hay un texto de Abu Ali y Toni Serra titulado Migra Visions que ayuda a enfocar: “El tema de la migración se va desvelando como una de las claves que cuestionan en mayor profundidad la cultura y la sociedad contemporáneas” escribe Abu Ali. “Este cuestionamiento se realiza en diferentes niveles, no sólo el político, social y económico, sino también el cultural, simbólico e imaginario. Se abren así las puertas de una transformación profunda que marcará la deriva del conjunto de nuestra cultura”.

“Ese texto habla de cómo debemos superar el velo de imágenes que asocian migración a delincuencia, pobreza o que nos quitan el trabajo” explican, en voz colectiva, los cuatro artistas multimedia que forman European Souvenirs. “¿Cómo hemos atravesado ese velo? El público tendrá que ver si nuestro mensaje es un velo más o intenta desentrañar algunas lógicas que ocurren en los procesos migratorios”.

Debemos superar el velo de imágenes que asocian migración a delincuencia, pobreza o que nos quitan el trabajo

“Nosotros hemos conseguido construir un mosaico de historias personales ordenado en torno a las razones para migrar, los preparativos para cruzar una frontera cerrada, representada como máquina de guerra pero también como una máquina soft” plantean estos videoartistas de origen holandés, polaco, inglés y español. Bajo la forma de la máquina y otras representaciones, pretenden “poner en evidencia los discursos del poder y del racismo” y “las posibles conexiones que conforman una identidad compleja” como quiere ser la europea.

Los telediarios proyectan un discurso sobre la migración alarmista o compasiva que entorpece la posibilidad de acometer reflexiones menos hegemónicas sobre la necesidad de traspasar una frontera. El videoarte propone uno alternativo y salvaje que, aunque no ofrece soluciones —“se nos ha hecho complicado, no somos capaces de encontrarlas”— facilita una reflexión más comprometida, al utilizar una narración múltiple y compleja “en el que las técnicas del documental y del vídeo en directo ayudan a profundizar mucho más que la representación mediática habitual de las personas migrantes”, explican Farah Rahman, Karol Rakowski, Noriko Okaku y Malaventura.

Pedro Jiménez, miembro de ZEMOS98 y codirector artístico del proyecto €urovisions, afirma que “la remezcla audiovisual de carácter político intenta estar en ese discurso audiovisual independiente” del que habla Abu Ali en su metáfora del velo: el hiperdesarrollo de la tecnología audiovisual de consumo ha banalizado la imagen, nos ha sobreestimulado hacia una dirección y nos ha puesto un velo para mirar hacia otras realidades. Pero aún siendo así, el acceso popular a las tecnologías del vídeo lo convierte en una herramienta eficaz para aquellos hackers del sistema dispuestos a abordar un nuevo discurso audiovisual. Y si el vídeo es el arma, la remezcla es su bala más letal.

placeholder Rescatados 762 inmigrantes en las últimas horas en las costas de italia

“Pero como escribía Sami Nair cuidado con entender que esto es solo un conflicto cultural, no” advierte Pedro Jiménez: “esto de las fronteras es una cuestión política y quien está en el poder quiere hacernos ver que cuando pasa algo como los naufragios de Lampedusa o las pelotas de goma en Melilla nos debemos centrar en el drama humanitario y no en las razones políticas que lo motivan. En otras palabras, y perdona que juegue con las metáforas, la inmigración ilegal empezó en 1492”.

“¿Qué no es audiovisual político?” dispara Jiménez. A la hora de afrontar cualquier proyecto relacionado con las representaciones audiovisuales hay que poner sobre la mesa las siguientes preguntas: “¿Cómo, por qué y de quién usamos imágenes?, ¿tenemos acceso a los archivos que son de todas las personas?, ¿cómo representar lo personal es político con un sinfín de fuentes mediáticas?”.

Citando a Godard, “no se trata de hacer cine político sino cine políticamente” por ello este colectivo no sólo intenta desmontar el discurso mediático sobre las fronteras, sino que pone en el mismo plano de importancia tanto el contenido como el formato —una remezcla audiovisual en directo— y su contexto: cederlo al procomún con una licencia libre.

El concepto de viaje en relación a frontera que plantea European Souvenirs en €urovisions arranca en un trabajo anterior con la propuesta de Pedro y su hermano Benito Jiménez de que “la visión de viaje y los viajeros no pueden ni deben verse solo desde una perspectiva romántica”. De ahí surgió un vídeo de cinco minutos que mezcla imágenes de cámaras de vigilancia de la frontera de Melilla, asiáticos en Londres pidiendo que las culturas se mezclen, David Hasselhoff cantando a la libertad en el muro de Berlín y una nana frente a un CIE grabada por el realizador José Luis Tirado en Tarifa.

Además del viaje, €urovisions explora la frontera “como una máquina de guerra que se impone en el territorio y que atraviesa a las personas” pero también como una "máquina suave" que traspasa fronteras interiores, más profundas. Y dentro de esa política interior reside el apelado “sueño europeo” sobre el que Jiménez se pregunta cómo queremos responsabilizarnos de construirlo y sostenerlo en común.

Cuando Pedro Jiménez preguntó a Papis, emigrante ghanés residente en Málaga, “¿crees que es posible una multiculturalidad más allá de los tópicos o del folclorismo mal entendido y naif?”, Papis le contesta "yo estoy preparado, ¿vosotros lo estáis?". Más allá de la crítica a la militarización de la frontera, el videocreador se pregunta si estamos preparados para entender los intercambios que deben producirse en nuestras vidas en relación con las personas que las cruzan.

Con su fragmentado lenguaje audiovisual, €urovisions se atreve con esa pregunta que compromete al espectador que no tiene sólo que oponerse al concepto de frontera sino a pensar qué elementos de su “jaula de oro” está dispuesto a negociar. “Los tiempos, los ritmos de vida, las costumbres y las creencias”, todo eso que forma parte de la vida en común, queda atravesado por “el extranjero”. Esto tendrá unas implicaciones: “hay que superar una visión únicamente asistencial y pasar a organizarnos en común” plantea Jiménez, como respuesta, probablemente entretejida en los planos de €urovisions, para quien quiera verla.

¿Europa nos hace soñar? European Souvenirs plantea esa pregunta. Para explicar Europa, Lars Von Trier proponía un sueño —o una hipnosis— al principio de su película del mismo nombre. En ella, el espectador queda preso en la propia narración: “quieres despertar, para liberarte de la imagen de Europa, pero no es posible” dice la voz en off al final. El europeo vive atrapado en su europeísmo.

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