La sangre de los gladiadores sigue corriendo por la arena

30 de junio del 2013, Plaza de la Santa Cruz, Florencia. 27 gladiadores a cada lado de la arena se enfrentan en un combate en el que casi todo está permitido. Están prohibidos los golpes bajos, en la cabeza y por detrás. Cualquier otra muestra de violencia es bienvenida. Puñetazos, patadas, agarrones… toda artimaña vale para evitar que el contrario deje el balón en las redes que hacen de porterías a ambos lados de la plaza.

Estas son las normas del Calcio Storico, un deporte primitivo, nacido en el siglo XVI y que todavía se juega una semana al año (la tercera de junio) en Florencia. Una mezcla de fútbol y circo romano que ha valido a los españoles David Airob, David Ramos y el editor José Bautista el tercer premio en la categoría multimedia del World Press Photo.

¿Qué pasa por la mente de estos gladiadores que se preparan durante todo el año para liarse a puñetazos en medio de una plaza? Esa es la pregunta que se hicieron los directores al conocer este deporte y que supuso el nacimiento de este proyecto.

Para poder realizarlo entraron en contacto con los cuatro equipos que compiten en el Calcio Storico para entrar en las cocinas de este deporte: “Fuimos muy honestos, les contamos qué era exactamente lo que queríamos contar y les dijimos que si no había momentos íntimos no había proyecto” explica su director David Airob a El Confidencial.

Tenían que conseguir entrar en su rutina y conocer a las personas que hay fuera de la arena. “Cuando ellos vieron que no queríamos hacer nada raro, sino contar cómo viven ese deporte conectamos con ellos” cuenta Airob mientras deja claro que querían evitar mostrar todos los tópicos de Florencia.

La primera noche que llegamos a Florencia preguntamos a la gente y todos estaban a favor. Son personajes conocidos, a pesar de que la prensa italiana casi no les da bola. El campo siempre está lleno para verles

A pesar de la violencia y la brutalidad que tiene lugar en la plaza, los jugadores del Calcio Storico son considerados héroes entre la gente local: “La primera noche que llegamos a Florencia preguntamos a la gente y todos estaban a favor. Son personajes conocidos, a pesar de que la prensa italiana casi no les da bola. El campo siempre está lleno para verles” confiesa el director.

Tanto él como su compañero David Ramos sabían que era muy fácil caer en la tentación de mostrar la sangre y la violencia. Por ello, y aunque estén presentes en su trabajo, prefierieron centrarse en mostrar la intimidad de los gladiadores antes de salir a pelearse con su contrincante: “Entre ellos encontramos de todo, padres de familia, filósofos… gente que nos mostró momentos muy íntimos”.

Los directores quedaron muy impresionados con relatos como el de uno de estos luchadores que llama a su madre tras el encuentro para confirmarleque está bien. Justo unos minutos después de haber participado en un combate lleno de golpes en los que el año anterior seis jugadores quedaron en coma. “Por mucha tradición que sea, es algo muy primitivo. Es brutal, es una batalla” comenta el realizador.

Miedo de novatos

Tanto David Airob como David Ramos se han enfrentado con Calcio Storico a su primer trabajo multimedia. Ambos habían centrado su carrera en el fotoperiodismo, pero este proyecto les pedía un nuevo lenguaje.

Con el miedo en el cuerpo cogieron sus cámaras y viajaron a Italia para comenzar el rodaje de su trabajo.Uno se dedicó a la imagen fija y otro al vídeo y al sonido (sin la combinación de ambos medios no podría ser considerado un trabajo multimedia).

Cuando vuelven a España con el material rodado y lo visualizan se dan cuenta de que necesitaban un nuevocomponente en el grupo para terminar su obra. Es así como entra el editor José Bautista, que también se encarga de componer la música. Un trabajo de tres que ha permitido a los realizadores jugar en equipo, algo a lo que su carrera como fotoperiodistas no les tiene acostumbrados.

“El miedo es parte del juego” dice uno de los gladiadores de Calcio Storico al comienzo del cortometraje, y así afrontaron su trabajo este trío de directores que ahora se han alzado con el tercer premio del World Press Photo. Un galardón que puede cambiarles las vidas y que les ha pillado por sorpresa.

“Es nuestro primer trabajo multimedia, y estamos en una nube. Esto era un cuento en el que creíamos y ahora ganas un premio trabajando con tu mejor amigo” cuenta David Airob exultante a este periódico mientras confiesa que, a pesar de que un galardón como este no te solucione la vida, confía en que les ayude a “fraguar sus nuevos proyectos”. En su caso tener más visibilidad de cara al estreno de su primer documental el próximo junio.