Collet-Serra y la banda de los 100 millones de dólares

Fin de semana de estreno de Non-Stop (Sin escalas), del director español Jaume Collet-Serra, en EEUU,resultado en taquilla: 28 millones de dólares. Tres semanas después la película ya ha acumulado 70 millones sólo en norteamérica y más de 130 en todo el mundo. Es el segundo taquillazo consecutivo del director, último representante de la banda de los 100 millones de dólares. Con su última película superará los datos de su anterior filme, con el que ya reventó las taquillas.

A los 18 años Jaume Collet-Serra hizo las maletas y se fue a EEUU. En Los Ángeles se formó en la escuela de cine y comenzó a trabajar como montador. Pronto se lanzó al mundo de la dirección de videoclips y anuncios comerciales con spots para Playstation, Budweiser y Mastercard. Estas promociones le pusieron en el radar del todopoderoso productor Joel Silver (responsable de la saga Matrix) que le apadrinó y lanzó su carrera en Hollywood.

Comenzó con resultados mediocres con La casa de cera (sí, esa peli de terror con Paris Hilton), pero poco a poco fue ganando la confianza para acometer proyectos más importantes.

Collet-Serra se ha especializado en los thrillers de acción de ritmo frenético, y con su primera colaboración con Liam Neeson: Sin identidad reventó las taquillas de todo el mundo con un filme que costó sólo 30 millones de euros (poco para una producción hollywodiense). En España fue un éxito moderado, 3,6 millones de euros de recaudación, pero a nivel mundial la película consiguió amasar más de 130 millones de dólares (Unos 94 millones de euros).

El director pasaba a formar parte del prestigioso club de los 100 millones de dólares. Unos pocos realizadores españoles que han conseguido que sus películas funcionen fuera de nuestras fronteras hasta alcanzar una barrera que muy pocos consiguen superar. Son ejemplo de una nueva generación que no se queda anclada en la industria nacional, sino que abre sus puertas a otras industrias y experiencias. La mayoría de ellos han seguido contando con producción y equipos españoles. Otros como Collet-Serra no se plantea abandonar la meca del cine.

Los otros, el origen de todo

El fundador de este exitoso equipo de directores españoles no podía ser otro que Alejandro Amenábar. El boom con sus dos primeras películas provocó que Tom Cruise comprara los derechos de Abre los ojos para hacer su remake y accediera a producir la siguiente película del realizador: Los Otros. Hasta Nicole Kidman se embarcó en un proyecto rodado con equipo español, en nuestro país y con el dinero de Sogecine.

En España la expectación por el proyecto más internacional de la industria de nuestro cine fue apabullante. Ocho premios Goya y más de 6 millones de espectadores (Cifra que todavía no se ha superado) y una recaudación de 27,2 millones de euros en 2001.

Como el propio Amenábar descubriría después con Ágora, que un filme tuyo tenga una estrella internacional y triunfe en España no quiere decir que el resultado se vaya a repetir fuera. En el caso de Los Otros las expectativas se quedaron cortas.

Fue un éxito de crítica en todos los países (nominación al BAFTA al mejor guion incluida) y sólo en EEUU logró más de 96 millones de dólares.

A nivel mundial la cifra todavía espera que un director español pueda alcanzarla: 209 millones de dólares (150 millones de euros).

Amenábar abrió las puertas para que otros directores nacionales pudieran realizar filmes exportables y beneficiosos, e incluso emigrar a Hollywood.

La animación también se apunta

Los siguientes que acompañaron a Alejandro Amenábar en el club de los 100 millones de dólares fueron Jorge Blanco, Javier Abad y Marcos Martínez. Su nombre no dirá nada a la mayoría, pero ellos fueron los directores detrás de Planet 51, el pelotazo de animación de 2009.

Una producción completamente española a través de la empresa Ilion que abrió la veda para la animación en España. 1.957.147 espectadores y casi 12 millones de euros sólo en España. En EEUU funcionó debajo de lo esperado y se quedó en los 42 millones de dólares. Su estreno en todo el mundo hizo que la recaudación final superara los 100, exactamente 105.647.102.

Ocho años después se volvía a confirmar que las producciones de carácter internacional funcionaban en taquilla.

El siguiente en comprobarlo fue Juan Antonio Bayona, que ya con su ópera prima, El Orfanato, y a pesar de ser rodada en español rozó los 80 millones de dólares en todo el mundo. Sin embargo ha sido gracias al éxito de Lo imposible por el que ha entrado a formar parte del selecto grupo de directores españoles que consiguen más de 100 millones de dólares con sus películas.

Tuvo que ser con una película rodada en inglés y con actores internacionales, pero finalmente Bayona logró su taquillazo. Lo curioso de Lo imposible es que en EEUU se estrenó en pocas salas y consiguió un resultado bastante limitado, quedando por debajo de los 20 millones de dólares. Pero en el resto del mundo, con España a la cabeza con 42 millones de euros, el filme fue como un tiro, su cifra final se ha quedado en los 180 millones de dólares (casi 130 millones de euros).Cifras que espera repetir con su próximo filme A monster calls y que seguro que pulveriza cuando dirija la segunda parte de Guerra Mundial Z.

Las claves del éxito están claras: película con aspiraciones internacionales y reparto lleno de estrellas. Pocos son los que han triunfado fuera de nuestras fronteras con un filme hablado en castellano. Por eso tiene más mérito que un filme como Volver (que trata el mundo del pueblo, sus costumbres y tradiciones) llegara a recaudar 85 millones de dólares en todo el mundo, una cifra normalmente impensable para un filme que no esté rodado en inglés. Almodóvar como precursor del club de los cien millones de dólares.