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Los mandamientos del narcotraficante
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roberto saviano retrata el negocio de la cocaína

Los mandamientos del narcotraficante

Este es el libro que se esperaba de Roberto Saviano (Nápoles, 1979) después de la bomba Gomorra (Anagrama, 2006). CeroCeroCero (Anagrama), como se llama a la

Foto: Roberto saviano en el programa "Vieni via con me". (EFE)
Roberto saviano en el programa "Vieni via con me". (EFE)

Este es el libro que se esperaba de Roberto Saviano (Nápoles, 1979) después de la bomba Gomorra (Anagrama, 2006). CeroCeroCero (Anagrama), como se llama a la cocaína de mayor calidad, multiplica los parámetros espectaculares y morbosos del narcocapitalismo y su salvajismo. La cocaína domina el mundo y la política es la gran derrotada. Saviano profundiza en las anécdotas sádicas de los métodos y las fórmulas de los cárteles mexicanos dejando al aire las vergüenzas de la corrupción de la democracia cuando hay dinero, droga, sexo y amenazas en el trato.

El periodista italiano incorpora el negocio de la cocaína entre las cifras de las finanzas. No hay diferencia, porque la cocaía no tiene rivalni hay en el sistema un valor en alza como el “petróleo blanco”: “Si hubieras invertido 1.000 euros en acciones de Apple a principios de 2012, ahora tendrías 1.670. No está mal. Pero si hubieras invertido 1.000 euros en coca a principios de 2012, ahora tendrías 182.000 euros. ¡Cien veces más que invirtiendo en el título bursátil récord del año!”.

En la mezcla finanza y crimen organizado aparecen similitudes escalofriantes con el mundo neoliberal más voraz. Saviano recibe una grabación sobre el discurso que un viejo capo italiano imparte ante un consejo de chicanos, italianos, italoamericanos, albaneses, excombatientes kabiles, legionarios guatemaltecos. La policía ha conseguido la grabación gracias a un confidente, es un Máster en el código de honor del narcotraficante ideal. Son los mandamientos del buen profesional, las normas nihilistas para triunfar en la empresa (criminal).

NO VIVIRÁS SEGÚN LAS LEYES DE DE LOS MARICAS

“El mundo de los que creen que se puede vivir con la justicia, con las leyes iguales para todos, con un buen trabajo, la dignidad, las calle limpias, las mujeres iguales a los hombres, es sólo un mundo de maricas que creen que pueden engañarse a sí mismos. Y también a quienes les rodean”. El viejo capo italiano aclara en su conferencia magistral sobre cómo ser un criminal y no faltar a la ética que “las leyes son para cobardes y las reglas para los hombres”. Las reglas de honor no dicen “cómo ser justo, bueno y correcto”. Sólo “cómo se manda”, qué se debe hacer para “manejar gente, dinero y poder”. Las reglas no se explican, se han hecho con la sangre de cada hombre de honor.

NO PEDIRÁS PERDÓN POR MATAR

“Las chorradas sobre un mundo mejor dejémoselas a los idiotas. Los idiotas ricos que se compran ese lujo. El lujo de creer en el mundo feliz, en el mundo justo. Ricos con sentimiento de culpa o con algo que esconder. Who rules just does it, and that’s it. Quien manda lo hace y basta. O bien puede decir, en cambio, que manda por el bien, por la justicia, por la libertad. Pero ésas son cosas de mujeres, dejémoselas a los ricos, a los idiotas. Quien manda, manda. Y punto”. Joaquín Guzmán Loera, “el Chapo”, el narcotraficante más rico del mundo según la revista Forbes antes de que fuese arrestado este domingo, es –según Saviano- “el hombre que en EEUU cuenta más que un ministro” y cumple a rajatabla cada mandamiento. Él, jefe del cartel de Sinaloa, ha contribuido a ese código de honor con la sangre de los demás.

NO DEJARÁS QUE NADIE TE JODA

“Las reglas de la organización son las reglas de la vida. Las leyes del Estado son las reglas de una parte que quiere joder a la otra. Y nosotros no nos dejamos joder por nadie”. El “chapo” (de “chaparro”, uno sesenta y siete) trama dos grandes fugas en su vida: a los veinte años, cuando huye de la pobreza campesina de la mano de “el Padrino”, y en 2001 cuando se fuga de la cárcel. Logró corromper a los guardias, que le abren la celda y le sacan dentro de un carro de ropa sucia. Las leyes no le afectan.

NO TE LIBRARÁS DE LA CÁRCEL

“Hay quien hace dinero sin riesgos, y esos señores siempre tendrán miedo de quien, en cambio, el dinero lo hace arriesgándolo todo. If you risk all, you have all, ¿estamos? Si piensas en cambio que te tienes que proteger o que puedes librarte sin cárcel, sin escapar, sin esconderte, entonces es mejor aclararlo pronto: no eres un hombre”. Ni siquiera, el “Chapo”, príncipe del narcotráfico mexicano, al talego en dos ocasiones. Aunque ya en la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, entre 1993 y 2001, siguió dirigiendo sus operaciones.

NO CREERÁS EN EL AMOR

“¿Crees en el amor? El amor se acaba. ¿Crees en tu corazón? El corazón se detiene. ¿No? ¿No amor y no corazón? ¿Entonces crees en el coño? Pero hasta el coño después de un tiempo se seca. ¿Crees en tu mujer? En cuanto se te acabe el dinero te dirá que la descuidas. ¿Crees en los hijos? En cuanto dejes de darles dinero dirán que no los quieres. ¿Crees en tu madre? Si no le haces de niñera dirá que eres un hijo ingrato”. El “Chapo” no termina de aceptar esta orden, junto a él quiere a parientes, quiere que sean los lazos de sangre los que constituyan su armadura, cuenta Saviano.

NO PERDONARÁS UN FALLO

“Se trata de saber quién quieres ser. Si atracas, disparas, violas, traficas, ganarás durante un tiempo, luego te cogerán y te machacarán. Puedes hacerlo. Sí, puedes hacerlo. Pero no por mucho tiempo, porque no sabes qué puede pasarte, las personas sólo te temerán siles metes una pistola en la boca”. Saviano describe la actividad del narco como el consejero delegado de una empresa fiable e infalible: para llegar allí arriba no ha tenido piedad con quien se equivoca. Si el camionero que conduce el camión lleno de droga se ha emborrachado la tarde anterior y no entrega a tiempo la partida, el Chapo lo elimina. Cualquier fallo en su empresa tiene consecuencias mortales y los supervivientes aprenden eficacia y eficiencia.

NO TRAICIONARÁS A LA ORGANIZACIÓN

“Podéis ganar y podéis perder. Pero sólo en un caso perderéis siempre y del modo más doloroso posible. Si traicionáis. Quien intenta ponerse en contra de la organización no tiene esperanza de vida […] Si traicionas y huyes, si te joden y huyes, si no respetas las reglas y huyes, alguien pagará por ti. They will look for you. They will go to you family, to your allies. Estarás para siempre en la lista. Y nada podrá borrar jamás tu nombre. Nor time, nor money. Estás jodido para siempre, tú y tu dependencia”. Se puede huir de la ley, pero no de la organización. Se puede huir hasta de Dios, que, total, Dios espera siempre al hijo huido. Pero no se puede huir de la organización.

NO PENSARÁS EN NADIE MÁS QUE EN TI

“Escucha lo que digo: tienes que vivir. Hay que vivir para uno mismo. Es por uno mismo por lo que hay que saber ser respetado y luego respetar. La familia. Respetar a quien os sirve y despreciar a quien no sirve. El respeto lo conquista quien puede daros algo, lo pierde el que es inútil. ¿Acaso no sois respetados por quien quiere algo de vosotros?”. Por eso el Chapo, dice Saviano, no se detiene en la posición alcanzada. Siempre quiere más, el hambre insaciable de poder también bulle en el narcotráfico. “Para ser el primero tienes que saber transmitir que lo eres”. Podría ser una recomendación para cualquier directivo.

SERÁS EL DUEÑO DE TU DESTINO

“Si queréis ser hombres normales y corrientes seguid igual. Si queréis convertidos en hombres de honor deberéis tener reglas. Y la diferencia entre un hombre normal y corriente y un hombre de honor es que el hombre de honor siempre sabe lo que pasa, y al hombre normal y corriente le da por culo el azar, la mala suerte, la estupidez. Le pasan cosas. En cambio, el hombre de honor sabe que esas cosas pasan y prevé cuándo”. El Chapo es un hombre de honor y sabe que todo muere, que todo pasa y que nada permanece. El Chapo no permite que los demás intuyan su rabia. No es útil. “Sí es útil castigar con la muerte a quien se lo merece”. Saviano describe al capo como un “sanguinario racional”.

SERÁS ASESINADO POR TU MEJOR AMIGO

“Yo os hablo, y alguno de vosotros hasta me cae simpático. A algún otro, en cambio, le partiría la cara. Pero hasta al más simpático de vosotros, si tiene más coños y dinero que yo, lo prefiero muerto. Si uno de vosotros se convierte en mi hermano y yo lo elijo en la organización como mi igual, el destino es indudable, intentará joderme. Don´t think a friend will be forever a friend. Seré asesinado por alguien con quien he compartido comida, sueño, todo. Seré asesinado por quien me ha dado refugio, por quien me ha escondido. No sé quién será, de lo contrario ya lo habría eliminado. Pero sucederá. Y si no me mata, me traicionará”. Las clases del viejo capo en Nueva York eran mucho más que las lecciones de un mafioso, era el adiestramiento “de cualquiera que quisiera decidir mandar en esta tierra”.

Este es el libro que se esperaba de Roberto Saviano (Nápoles, 1979) después de la bomba Gomorra (Anagrama, 2006). CeroCeroCero (Anagrama), como se llama a la cocaína de mayor calidad, multiplica los parámetros espectaculares y morbosos del narcocapitalismo y su salvajismo. La cocaína domina el mundo y la política es la gran derrotada. Saviano profundiza en las anécdotas sádicas de los métodos y las fórmulas de los cárteles mexicanos dejando al aire las vergüenzas de la corrupción de la democracia cuando hay dinero, droga, sexo y amenazas en el trato.

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