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Cultura compró para el Prado un cuadro 33 veces más caro
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El museo gasta 1. 204.013 euros en adquisiciones

Cultura compró para el Prado un cuadro 33 veces más caro

La pinacoteca hace pública su memoria de actividades de 2012 y descubre que una pintura del siglo XVII se dispara de precio por falta de atención  

Foto: El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, observa un cuadro de la pinacoteca (EFE)
El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, observa un cuadro de la pinacoteca (EFE)

El Museo Nacional del Prado ha publicado su memoria de actividades de 2012, en la que exponen sus adquisiciones y las compras que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes ha hecho para la pinacoteca. Desde el museo aclaran a este periódico que, por su parte, el gasto asciende a 1.204.013 euros. El Estado, a través de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Arte, más de 600.000 euros. Pero entre las obras adquiridas en subasta hay un caso especialmente llamativo por el gasto disparatado en tiempos de carestía: el Retrato de Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona, pintado por Sofonisba Anguissola (1535-1625), hacia 1557.

“Es una importante incorporación al catálogo de la pintora italiana”, escribe la conservadora del Prado, Leticia Ruiz. El cuadro llegó, en febrero de 2012, a la casa de subastas Segre, en Madrid, por un comerciante que se dedica a comprar casas de fallecidos. Las adquiere completas, por lotes, con sus pertenencias y sus objetos, normalmente herencias que quieren liquidarse con rapidez. El departamento de pintura antigua de Subastas Segre, cuenta a El Confidencial que el retrato era un cuadro complicado, porque veía que tenía una parte añadida y muchos repintes. No estaba catalogado y la autoría se había perdido por el camino y las herencias. Así que se puso a la venta como pintor de escuela italiana del siglo XVII y con el título de Escritor místico.

El dueño tenía prisa por vender y se colocó inmediatamente. Segre no tuvo ocasión de restaurarlo y catalogarlo. No hubo tiempo para investigar. Y se siguieron los trámites habituales en estos casos: el catálogo de venta se envió al Prado y a la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Arte. El día de la subasta hubo dos compradores extranjeros que pujaron por la pieza, pero fue la competencia de Segre en Madrid, la galería Caylus, quien finalmente se llevó la pieza que partió en 1.800 euros. Ni El Prado ni el Ministerio de Cultura a través de la Junta se interesaron por el cuadro. La galería, sí (por 10.000 euros).

Disparar el precio

Una vez en su poder, los especialistas de Caylus inician un proceso de limpieza y restauración y búsqueda de documentación que permitiese la identificación de la autoría de la obra. La pista era la marca de la colección que aparece en la parte inferior: un número entre dos cruces, típico de la colección Altamira (una de las más importantes de pintura antigua, en gran medida heredera de piezas de la colección del marqués de Leganés, otro de los más notables coleccionistas del siglo XVII). Efectivamente el 377 correspondía a la obra de la pintora italiana. Inmediatamente, aunque su valor seguía siendo el mismo, su precio se disparó 33 veces por encima del que se proponía en la primera subasta, con un mes de diferencia: de 1.800 euros a 60.000, a cargo del erario público.

Las explicaciones del Prado son las siguientes: “El Prado (a través de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Arte) actuó cuando tuvo noticia de que se había solicitado permiso de exportación, porque fue cuando detectó la posibilidad de compra. La obra en ese momento se presentaba como anónimo italiano con el título de Retrato de escritor místico y con una valoración de 60.000 euros. El Prado solicitó que la obra se trajera a sus instalaciones para su estudio y en ese trámite Caylus renovó la petición de exportación ya como obra de Sofonisba”.

Es decir, el anticuario, ante la posibilidad de venta al Prado, cambia la atribución. El Prado lo estudia y acepta. Y Cultura paga. Negocio redondo para el anticuario, gasto injustificado para las arcas públicas por la falta de reflejos y atención.

Lo más preocupante es que Leticia Ruiz, en su estudio incluido en la Memoria de 2012 del museo, no despeja absolutamente las dudas de la atribución: “Se aprecia en esta pintura la fidelidad de Sofonisba a maestros como Moroni o Bernardino Campi o el ejemplar de la propia pintora de la colección Burghley House: Retrato de caballero barbado, de hacia 1560. Composición, colorido y construcción pictórica pueden ponerse en clara relación con el ejemplar adquirido por el Prado”. Además de declarar que la pintura está sin firmar advierte que la atribución a Sofonisba se recoge pronto en los inventarios del marqués de Leganés… pero ahí se habla de san Pedro y no de un poeta. Quizá el marqués confundiera los personajes, quizás.

El Hermitage, la más vista

En el informe se destacan los 583.206 visitantes de la exposición El Hermitage en el Prado, así como la notable cifra de 3.418.519 visitantes acumuladas por las exposiciones del programa Prado Internacional, con las exposiciones Portrait of Spain. Masterpieces from the Prado, en Brisbane (Australia) y Houston (EEUU), y Goya. Luces y sombras. Obras maestras del Prado en Tokio (aunque esta se inauguró en 2011). El Prado ha estudiado a su público y hace notar que el porcentaje de visitantes residentes en España ha aumentado, pasando del 46,3% al 51,41%. Las mujeres son mayoría.

Largas colas en el museo del pradoLa exposición que más dinero dio al Museo del Prado en 2012 fue la dedicada al Hermitage, que superó los 250.000 euros, seguida por Renoir (más de 160.000 euros), la de Sorolla (cerca de 100.000 euros), el último Rafael (más de 80.000 euros) y Turner (más de 40.000 euros).

Sin embargo, la difusión en internet, uno de los proyectos en los que más esperanzas ha puesto la actual dirección, indica caída de visitas, a pesar de aumentar notablemente las referencias ofrecidas. Si en 2010 tuvo 503.284 visitas (y 3.790 obras); en 2011, con 4.604 visitas creció hasta las 580.782; y en 2012, a pesar de que crece hasta las 5.846 referencias, pincha en visitas,537.664. ¿Pérdida de interés? El interés del museo en la dimensión web se muestra en el considerable aumento de consultas contestadas por la institución sobre la colección del museo: de 2.170 a 3.270.

Por otro lado, la capacidad financiera del museo se asegura que se ha visto reforzada gracias a la continuidad de los patrocinadores, así como a los programas Prado itinerante y Prado internacional. “El final del ejercicio se ha cerrado con un resultado presupuestario negativo por importe de 7.285 euros” y deja el remanente de tesorería en 23.832.623 euros. Con una reducción del 25,4% con respecto al año 2011 en los Presupuestos Generales del Estado, la capacidad de financiación propia está en el 60%, según el anuario. El museo ha logrado 24,1 millones de euros, de los cuales 6,2 son por patrocinio (25,5%). Fundación AXA, Fundación BBVA, Telefónica y la Obra Social “La Caixa” constituyen, junto con la Fundación de Amigos del Museo del Prado, el núcleo principal de patrocinadores, con la aportación cada uno de ellos de 2,5 millones de euros en cuatro años.

Como curiosidad, en la memoria se avanza en la definición de la autoría de La Gioconda redescubierta. Si en la ficha que todavía puede leerse en la web del Museo del Prado se dice sobre la obra que “todos los elementos apuntan a un miembro del taller de Leonardo, próximo a Salai (1480-1524) o a Francesco Melzi(1493-1572), los alumnos más cercanos al maestro y que tenían acceso directo a sus dibujos de paisaje”, en el informe el círculo se cierra sobre uno de los dos: “Su caligrafía minuciosa, ajena al sfumato del Leonardo maduro, remite a Salai o, más probablemente, a Francesco Melzi”.

El Museo Nacional del Prado ha publicado su memoria de actividades de 2012, en la que exponen sus adquisiciones y las compras que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes ha hecho para la pinacoteca. Desde el museo aclaran a este periódico que, por su parte, el gasto asciende a 1.204.013 euros. El Estado, a través de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Arte, más de 600.000 euros. Pero entre las obras adquiridas en subasta hay un caso especialmente llamativo por el gasto disparatado en tiempos de carestía: el Retrato de Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona, pintado por Sofonisba Anguissola (1535-1625), hacia 1557.

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