“Dudo que Montoro haya ido alguna vez al cine o al teatro”

Una generación de sueños rotos y de ilusiones perdidas. Personas que vivieron la caída de sus héroes y que se convirtieron en residuos que luchan por sobrevivir. Así es la sociedad de los setenta que plantea Los hijos de Kennedy, la obra de Robert Patrick que ahora se estrena en el Teatro Cofidis dirigida por José Maria Pou.

Un relato que tiene mucho de actual, ya que como el propio director cuenta a El Confidencial, la sociedad del presente está mucho peor, “ahora son las realidades lo que se ha roto, lo veo constantemente a mi alrededor, gente que ha estudiado, ha hecho una carrera, y está poniendo hamburguesas. Además las personas antes luchaban, había perspectivas y esperanzas, ahora sólo hay desesperanza”.

Una visión pesimista de nuestro presente y futuro que Pou considera que puede estar motivada por la propia obra “Yo estoy a punto de romper mi carné de ciudadano, porque no hay ni una persona con quien me pueda identificar, y antes sí. Es verdad que ha habido avances médicos, culturales, pero yo lo pienso y antes era más feliz”.

A pesar de la negra visión de la sociedad, el actor y director teatral se muestra encantado de revivir esta obra, de la que él mismo realizó su primera traducción en español en 1977, y que protagonizan Maribel Verdú, Ariadna Gil, Emma Suárez, Fernando Cayo y Alex García. Ninguno de ellos vivió la época que describen sus personajes, pero como la propia Verdú ha reconocido, “Es la suerte que tenemos los actores, que podemos informarnos de otras épocas. Yo soy una experta en la Guerra Civil española… Además conoces también a amigos que vivieron entonces, tus abuelos... eso son experiencias en primera persona”.

En la presentación también ha habido tiempo para valorar las declaraciones de Cristóbal Montoro, que culpaba a la calidad del cine español de su fracaso en taquilla. José María Pou volvió a tomar la palabra y no dudó en mandar un mensaje contundente “Los ministros son de ínfima calidad. Es una desgracia haber coincidido con un gobierno tan mediocre y tan incapaz como este”.

Como hombre del teatro, pero también actor, Pou ha manifestado también su opinión sobre los Presupuestos Generales del Estado para cultura en 2014, que han castigado al cine y premiado con más dinero que el curso anterior al mundo de la escena. “Al final paga el mundo de la cultura”, ha recalcado. “Dar más dinero al teatro es para compensar la herida que habían creado, lleva implícito que reconocen el daño que le han hecho, aunque nunca lo dirán. Respecto al cine, después de ver las declaraciones tan innobles de ayer y de ver cómo se nos ataca en cualquier momento… Yo creo que Montoro no ha ido al cine o al teatro en su vida. Por tanto como no lo valora, no le cuesta nada quitarlo”.

De momento Los hijos de Kennedy comenzará su periplo por la cartelera madrileña el día 11, gracias a la producción de Pedro Larrañaga, al que el director ha querido agradecer públicamente su apoyo y el haber tenido la idea hace tres años de revivir esta aventura teatral para conmemorar el cincuenta aniversario de la muerte de JFK.

Una obra que no quiere ser una crítica a la sociedad actual, sino dar espacio al espectador para que piense y compare las dos situaciones. Una visita a una época que el propio autor definía como llena de vida y juventud, donde la gente tenía ideas. Aunque finalmente todo se echó a perder y la gente se convirtió en seres estáticos debido a la pérdida de todos sus héroes: Gandhi, Martin Luther King, Kennedy…

Una década que con el paso del tiempo ha llegado a ser mitificada, algo que José María Pou cree que se debe a que fue un sueño que se rompió bruscamente, unos años que prometían llevar el mundo a una cima máxima y que dejó una cicatriz. Algo a lo que colaboró la literatura y música de los sesenta. Por eso Los hijos de Kennedy está plagada de grandes éxito de la época.

Todo ello tratado con mucho humor y cinismo, en lo que el director define como un gran réquiem para celebrar una década fundamental en nuestra historia.