Animación española: éxitos sin industria

Hace un año, con el IVA recién subido al 21%, un pequeño explorador animado vino a desafiar las normas del cine español. Su nombre: Tadeo Jones. Su misión: Salvar la taquilla y demostrar que la animación patria existe y viene dispuesta a dar mucha guerra.

El resultado no pudo ser mejor, más de 2,7 millones de espectadores y la segunda película con más recaudación del año. Todo con un presupuesto de ocho millones de euros.

Ahora otro héroe viene en rescate del cine. Este se hace llamar Justin, y viene de la mano de Antonio Banderas, productor de la película (Justin y la espada del valor). Su intención es demostrar que Tadeo no fue un espejismo, y que la animación de nuestro país puede plantar cara a Gru, Los Croods y todo lo que se ponga por delante.

El director del filme, Manuel Sicilia, se muestra nervioso por el estreno y aunque confíe en las posibilidades de la película prefiere mostrarse cauto y teme las comparaciones con las apabullantes cifras conseguidas por Tadeo Jones “Son números muy difíciles, pero es un orgullo que en España se haya hecho algo así, es una película super divertida e inteligente. Ha abierto una senda y ha demostrado que cuando das algo interesante a la gente, esta responde. Sí que es cierto que hay confianza en que el estreno funcione, pero será muy difícil repetir los números de Tadeo Jones”.

De momento, y antes de que llegara a las salas, Justin y la espada del valor ya había sido vendida a más de 140 países. Entre ellos EEUU en donde intentará colarse en la lista de preseleccionadas al Oscar a la mejor película de animación. Con estas ventas recuperarán parte de los 22 millones que ha costado el filme, una cifra muy alta para nuestro cine, “Es cierto que es un presupuesto alto, pero muy alejado del que puede costar un filme así en EEUU. Pero tenía claro que Justin necesitaba un mundo muy grande que mostrara la evolución del personaje. Cuando trabajamos en El lince perdido teníamos un equipo de 40 personas en Kandor, ahora han trabajado en Justin más de 150” añade Manuel Sicilia.

Esta evolución dentro de su propia empresa, que también fue responsable del cortometraje La dama y la muerte, nominado al Oscar, hace prever que las cosas respecto a la animación española están cambiando poco a poco. Aunque estos cambios se deben más a éxitos puntuales que a una continuidad en la producción de largometrajes de dibujos “nos movemos por éxitos concretos, pero no hay una continuidad, y hacen falta varios al año para que haya esperanzas de poder crear una verdadera industria. Confío en que eso ocurra, porque cada vez estamos más cerca de los estándares americanos de calidad. Nos estamos acercando a sus ligas” comenta el realizador de Justin.

Aunque de momento siga sin existir un tejido empresarial para la animación, es verdad que la evolución es espectacular, ya que como comenta Manuel Sicilia a El Confidencial se han dado pequeños pasos que están marcado la senda a seguir. Primero se trataba de éxitos pequeños, como el que gente española fuera a trabajar a grandes empresas americanas como Pixar o Dreamworks. Luego se pasó al éxito artístico que ha traído filmes como Chico y Rita o Arrugas. Y por último, por fin, llegaron los éxitos económicos con Tadeo a la cabeza.

El antecedente de Tadeo Jones

Si bien es cierto que el filme de Enrique Gato fue un hit sin precedentes, muchos han olvidado que ya en 2009 otra película de animación española supuso un punto de inflexión. Se trata de Planet 51, de Jorge Blanco, Javier Abad y Marcos Martínez, que incluso contó con el guionista de Shrek y fue producida por la empresa Ilion Animation Studios, con un presupuesto mucho más amplio que Tadeo: 60 millones.

Este filme llegó a estrenarse en 3.500 salas americanas, una cifra de gran estreno. Aunque no pudo lograr grandes cifras, 42 millones allí, su taquilla mundial ascendió a los 105 millones de dólares.

En España, sin llegar a los números de Tadeo, la película logró rozar los 2.000.000 de espectadores.

Pero esto siguen siendo excepciones dentro de nuestra cinematografía que necesita una industria propia para la animación. Manuel Sicilia explica que parte de la solución puede estar en que a nivel financiero nuestro país no ayuda a que se produzca aquí. “En Canadá producir una película revierte un 45%, mientras que aquí no, por lo que no se crea”

Por ahora queda confiar en que Justin y la espada del Valor siga poniendo los cimientos necesarios para que la animación española se asiente y deje de basarse en éxitos esporádicos.