“La mentira puede quitar la libertad a una sociedad”

Helena Pimenta lleva siete días recluida ensayando y dando las últimas pinceladas a La verdad sospechosa, la obra que dirige y que inaugura el 18 de septiembre la temporada de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, de la que ella misma está al frente. Aun así hace un hueco en su agenda para atender a El Confidencial y mostrarse rendida ante este texto de Ruiz de Alarcón publicado en 1630 y que originariamente se atribuyó a Lope de Vega. La obra da el pistoletazo de salida a un nuevo curso con el que esperan continuar la senda positiva que vivieron la temporada pasada. Un año que Helena Pimenta describe con una sencilla y concisa palabra: “Precioso”

¿Cómo afronta la Compañía Nacional de Teatro Clásico esta nueva temporada?

Puede sonar presuntuoso, pero esperando que continúe la fidelidad del público, que subió mucho en el Teatro Pavón y ofrecerles lo mejor que hemos podido formular. Traemos títulos de un canon más tradicional, otros más literarios… Pero todos son espectáculos vibrantes con el espíritu del clásico.

¿Qué te ha llamado la atención de La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón?

Principalmente que tiene una comicidad extraordinaria. La gente se sorprendió mucho en Almagro, porque tiene mucha retranca, mucho humor, pero a su vez mucha melancolía. Es una fórmula sorprendente y mágica.

¿Por qué lo defines como una ‘comedia seria’?

Por el tema y por su sorprendente final que no quiero desvelar. La obra habla de temas importantes. No ser quién quieres ser produce dolor. A pesar de la risa es un tema serio. Hay que cuestionarse como la mentira puede incluso quitar la libertad de una sociedad. Mira, recuerdo cuando la obra se presentó en Almagro que a la salida una jovencita de unos trece años a la salida le dijo a su madre: “Mamá, miento bastante”.

¿Nos identificamos en España con los mentirosos?

No sólo nosotros, el mundo en general. La mentira nace para cubrir la distancia entre el deseo y la realidad, el problema es cuando la mentira destruye a otros y a ti mismo. Eso es muy insano. Esta obra reflexiona sobre ello divirtiendo y con melancolía, porque todos mentimos un poco porque la sociedad nos lo pone difícil.

El protagonista es un mentiroso compulsivo que Ruiz de Alarcón utilizó para criticar la sociedad, ¿tiene algo de crítica su versión? ¿Cree que existe algún paralelismo o reflejo con la actualidad?

El texto apenas se ha tocado, pero analizamos sus características. El que tenga vigencia sin meter mano en él, es muy importante. Además el paralelismo es evidente, pero con todas las sociedades. Ahora la mentira tiene un valor distinto, parece que nos hemos acostumbrado.

¿Cómo valora sus dos años al frente del clásico?

Marcados por la ilusión y el entusiasmo, aunque al principio me desorientaba un poco. No es que fuera un terreno desconocido, pero sí diferente. Han sido dos años muy buenos, aunque sí es verdad que cuando ves como otros han ido perdiendo oportunidades, eso te toca. Pero más allá de eso he de reconocer que soy muy afortunada, trabajo en lo que quiero, rodeada de gente con una gran vocación y con un gran equipo.

¿Habéis tenido reducción de presupuesto para este curso?

Todavía no tenemos notificación definitiva. Conocemos una aproximación, pero no datos exactos. Siempre hay un poco de reducción, pero también es cierto que si luego los resultados son buenos te compensan para poder terminar algún proyecto. Sabemos que son tiempos de austeridad y prefiero que haya un equilibrio. Yo creo que la cultura es una necesidad fundamental pero entiendo que haya ajustes.

Llevamos un año con IVA al 21% ¿De qué forma ha afectado a la Compañía Nacional de Teatro Clásico?

¡Claro que nos ha afectado! No sólo afecta a la taquilla, también a la hora de contratar. Es verdad que ha coincidido con un año muy bueno para nosotros en el que hemos subido de espectadores en las obras del Teatro Pavón, la gira y La vida es sueño, con una media de aforo del 94%. Pero por supuesto que nos afecta y espero que se resuelva ya porque creo que es un error. Creo que en este tema la gente del teatro y de la cultura estamos muy unidos, todos queremos que bajen el IVA, unos lo dirán más y otros menos, pero los informes hablan de que no está funcionando.

¿Cómo valora que Francia haya decidido bajar su impuesto en las entradas de cine del 7% al 5% y en teatro la tasa sea del 2,1%?

Francia sabe lo que significa el teatro y que además genera trabajo, y con un impuesto como el nuestro esos puestos se están perdiendo. El sector está siendo muy perjudicado y espero que se reflexione.

¿Qué opina de la destitución de Gerard Mortier al frente del Teatro Real?

Pues si te soy sincera me he enterado hace nada, llevo siete días encerrada con los ensayos de la obra y ahora estoy intentando atar cabos. La verdad es que tanto Mortier como Matabosch son dos profesionales extraordinarios.

Usted es directora artística del Teatro Clásico, ¿en su nombramiento se cumplió el código de buenas prácticas?

Nosotros fuimos elegidos por concurso. Nos presentamos, tuvimos que mostrar nuestro proyecto, realizar exposiciones orales y… nos tocó. Yo por supuesto que soy partidaria del código de buenas prácticas y hasta donde sé, sí que se cumple en todos los centros.

La polémica viene porque en el Teatro Real no parece que se haya cumplido, y Matabosch ha venido impuesto desde el Ministerio.

No conozco las circunstancias, pero seguro que ha sido un caso extraordinario. Siempre que se pueda es la mejor fórmula, aunque sea complicada.