Brown se vuelve dantesco

El escritor más seller baja al infierno y se encuentra con Dante. En su descenso Dan Brown (EEUU, 1964) empuja un millón de ejemplares en castellano, con los que abarrotará desde hoy las librerías españolas. El autor del Código da Vinci y Ángeles y demonios asegura que Inferno (Planeta) es su novela más ambiciosa, y una nueva oportunidad para recuperar las ventas del libro con el que se convirtió en el rey de los supermercados. Por eso recupera una vez más a su personaje fetiche: el conocido experto Robert Langdon, catedrático de Simbología de la universidad de Harvard, que vuelve a despertar amnésico en medio de la trama.

Brown devuelve a Langdon a los secretos, los misterios y los significados ocultos de una obra maestra de la historia: La divina comedia, del poeta Dante Alighieri. Repite la fórmula con la que vendió 81 millones de ejemplares y tradujo a 51 idiomas, simplemente cambia Última cena, de Leonardo, por el poema épico, que utiliza para montar un thriller en el corazón de Italia, su arte clásico, sus pasadizos secretos y las corruptelas del siglo XIV propias del XXI. Un experimento del Doctor Dante Brown, especialista en productos de alto rendimiento cinematográfico sin pudor por el encasillamiento. ¿Qué es lo que debió ver Brown en el infierno para querer bajar y subir con otro taquillazo? 

UNO. Trilogía

En La divina comedia no todo es infierno. Dante viajó, tras visitar el infierno, purgatorio y paraíso con casi 40 años de edad, acompañado de Beatriz y del poeta Virgilio (autor de la Eneida). Dan Brown se ha reservado los dos últimos, aunque es el que ahora se publica en castellano el que más juego escénico puede darle a las grandes producciones de Hollywood: "Estoy seguro de que habrá una película de Inferno. Estos libros son muy cinematográficos y en ellos suceden muchas cosas que se desarrollan en escenarios espectaculares que funcionan muy bien en el cine", aseguró ayer el autor en una entrevista a EFE.

DOS. Fantástico

La obra de Dante combina la fantasía de los infiernos y de la imaginación desatada del poeta, con la intención teológica de Tomás de Aquino. Fantasía y religión, dos ingredientes básicos para la fórmula del éxito perenne de Brown. Además, el infierno que presenta Dante es uno de los lugares con más recorrido escenográfico de toda la historia de la literatura: un embudo invertido, una sima abisal de nueve pisos que Dante tarda en recorrer un día entero. Los cinco primeros son el Alto Infierno, los cuatro últimos el Infierno Inferior. A diferencia de los narrados hasta entonces, donde todo era caos y desorden, Dante imagina un lugar que tiende al orden. Los traidores tampoco son asados en las llamas del fuego de Lucifer, en el infierno dantesco mueren congelados en el lago de hielo Cocito.  

TRES. Espectacular

El trayecto por los nueve círculos es lo más parecido a un videojuego medieval. En el primer círculo sufren los justos que vivieron antes del cristianismo; el segundo es un círculo sin luz y tormentoso, donde el monstruo Minos decide el lugar del condenado por impúdicos y lujuriosos; Cerbero –el monstruo de tres caras- preside el tercer círculo hay una lluvia eterna, maldecida, fría y espesa, es habitado por los glotones; en el cuarto está Plutón, dios de la riqueza, que atormenta a los avaros y a los derrochadores; la laguna Estigia ahoga a los iracundos en el quinto círculo; los herejes y los secuaces de todas las sectas están en el sexto; los violentos contra dios (blasfemos), contra sí mismos (suicidas), contra el prójimo (asesinos) y contra la naturaleza (sodomitas) están en el séptimo; octavo círculo, donde se hallan los fraudulentos, los seductores, los adúlteros, los adivinos, los traficantes, hipócritas, etc; el último es el corazón mismo del propio Lucifer, que despedaza eternamente a Judas y congela en el Cocito a los traidores con el batir de sus gigantes alas.   

CUATRO. Cruel

Dante no escatima en la sangría con la que imagina los martirios a los que somete a los pecadores con los que rocía esta torre invertida. Tal es así que la lista de artistas que se han inspirado en sus crueldades es infinita, empezando por el pintor Sandro Botticelli, a William Blake hasta llegar a Miquel Barceló. Se puede leer en uno de los cantos: “Detrás de él la selva estaba llena/ de negras perras, corriendo hambrientas/ como lebreles que han perdido la cadena./ En aquel que se ocultó echaron los dientes/ y lo despedazaron parte tras parte;/y se llevaron luego aquellos miembros dolientes”. Y a los lujuriosos les tenía reservada una ventisca asfixiante, oscura y dolorosa: “La borrasca infernal que no reposa,/ rapazmente a las almas encamina:/ volviendo y golpeando las acosa./ Cuando llegan delante de la ruina,/ son los gritos, el llanto y el lamento;/ allí maldicen la virtud divina./ Entendí que merecen tal tormento/ aquellos pecadores que, carnales,/ someten la razón al sentimiento”.

CINCO. Peligroso

Uno puede morir de lectura. El canto V nos habla de cómo Dante se encuentra con Paolo y Francesca, los dos amantes condenados por su pasión adúltera. Cuando el poeta pregunta por los motivos por los que ese peligroso deseo les ha conducido a la muerte y a la aflicción eterna. Francesca recuerda el día en el que leía junto a Paolo, “sin la menos sospecha”, los amores adúlteros entre Lanzarote y la reina Ginebra. La lectura absorta y entregada les llevó a compartir entre ambos los besos de los personajes. Nefasto poder el de los libros y la lectura, que arrastran a la perdición de la libertad a sus lectores, y permiten lo que prohíbe la Iglesia. ¿Se atreverá el mercado a impedir otro éxito de Dante Brown?