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Los viejos rockeros siempre vuelven
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2013 SERÁ EL AÑO DE REGRESO DE BOWIE, BLACK SABBATH, JUDAS PRIEST O PEARL JAM

Los viejos rockeros siempre vuelven

La condición para ser leyenda es retirarse en algún momento, aunque tal implica dejar de ingresar. Y sin beneficios que ingresar no se puede mantener el

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Los viejos rockeros siempre vuelven

La condición para ser leyenda es retirarse en algún momento, aunque tal implica dejar de ingresar. Y sin beneficios que ingresar no se puede mantener el mismo tren de vida, por lo que muchos vuelven a trabajar. Es una pescadilla cuya cola han mordido todos, o casi todos, en la primera línea del rock –empezando por Queen, AC/DC, The Rolling Stones o Led Zeppelin– y que los seguidores de todos ellos recibieron más o menos igual: con celebración los más incondicionales y con decepción los demás, porque incluso manteniendo el músculo musical los dioses del escenario miden su tiempo en modas y momentos, que fluyen más deprisa para ellos que los años con los que lo medimos los demás.

El último en volver es David Bowie, que lo hace esta semana directamente desde 2003, aunque no será el único de este año: otras leyendas rockeras como Black Sabbath, Pearl Jam o Judas Priest también regresan en 2013 dispuestos a reivindicar en la segunda década del siglo XXI que el heavy, el grunge o el glam no murieron, ni mucho menos, con el siglo XX.

El regreso del duque blanco

El mundo musical ha cambiado mucho desde que se fue. La última vez que David Bowie sacó disco –su Reality de 2003–, la gran sensación británica de hoy en las listas británicas, Adele, era una adolescente desconocida de 15 añitos y a los ubicuos Arcade Fire –uno de los grupos de la primera línea actual que más deben al cantante– les faltaba aún tiempo para estrenar su primer trabajo. 

El legendario duque blanco regresa así para competir en las listas contra toda una generación de músicos que le es desconocida y empuñará en la empresa The Next Day, su trabajo número 29 y el primero en más de diez años de parón creativo. Hace una década una oclusión arterial le obligó a apearse intempestivamente del escenario y a cancelar a la mitad una gira global, A Reality Tour, que iba ya por los siete millones de asistentes. Hay quien teme que Bowie, sexagenario ya y más cerca de los setenta, haya perdido desde entonces su poder de convocatoria

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De momento, las cifras digitales resisten. El estreno del trabajo e iTunes se saldó la semana pasada con el número uno en las listas de 11 de los 12 países en donde se lanzó, incluyendo Australia, Alemania y Suecia, y el termómetro de Youtube no ha parado de subir desde que se colgó hace una semana el videoclip de The stars (are out tonight) –en el que Bowie aparece acompañado de la actriz Tilda Swinton–, que lleva ya más de 3.300.000 visionados.

Mötley Crüe, un regreso constante

El glam del que Bowie fue encarnación en su faceta rock volverá a la palestra en 2013, aunque en este caso a través de su vertiente metal. Mötley Crüe, la banda de Vince Neil, Tommy Lee, Mick Mars y Nikki Sixx, vuelve este año tras un parón de cinco y muchos rumores, en particular tras la publicación de un tema inédito, Sex, y su participación en la gira de Kiss. No se sabe aún en qué fecha concreta saldrá ni cómo se titulará su trabajo.

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Para sus incondicionales, sin embargo, existen razones para celebrarlo como si fuera la primera vez cada vez que Mötley Crüe saca disco, ya que la historia de la banda es la de un conflicto de treinta años que amenaza constantemente con explotar. Pese a ser uno de los pocos grupos bien avenidos de la primera escena rockera, se han separado y reunido varias veces, su guitarrista sufre espondilitis reumática –una enfermedad autoinmune que le ha obligado en varias ocasiones a apartarse  de la escena pública– y todos sus integrantes han pasado una o varias veces por clínicas de desintoxicación para tratar la adicción de Sixx a la heroína, por ejemplo, o la del célebre Tommy Lee al alcohol.  

Black Sabbath le cantará a la defunción de Dios

Muchas cosas se han dicho –y muy pocas buenas– de la evolución artística del británico Ozzy Osbourne, padre fundador del heavy metal con Black Sabbath y coronado príncipe de las tinieblas en los años setenta que en el siglo XXI pasó a protagonizar junto a su familia un estrambótico reality show en la cadena MTV. 

En 2013 Black Sabbath planean volver, aunque nunca se fueron oficialmente. Sí se diluyeron tras la marcha de Osbourne en 1979, que continuó con una exitosa carrera como solista mientras la banda entraba en una deriva que llevó a un grupo de cuatro componentes a acumular, a día de hoy, 25 exmiembros.

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La formación original que se reunió en Birmingham en 1968 –Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward– volvió a hacerlo en 1997 para la grabación de Reunion, un disco en directo, y regresará este año a los escenarios si Iommy consigue superar su linfoma y sin Ward, el batería, que a mediados de 2012 anunció que se apeaba del proyecto. 13, que así es como se titulará el álbum, llegará en junio de este año con el single God is deadDios está muerto– y será el primer trabajo de estudio publicado por la banda desde 1995.

Los 'sacerdotes de Judas' vuelven a atacar

Hay mucha expectación porque el vocalista de Judas Priest, Rob Halford, se fue de la lengua en 2011, cuando declaró en una entrevista que el grupo volvería en menos de un año con nuevo álbum. 2012, sin embargo, se cerró sin el esperado retorno de los sacerdotes de Judas, que se espera así para 2013 teniendo en cuenta las propias palabras de Halford, que aseguró que tenían ya sus 14 nuevos temas escritos.

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Judas Priest, otro de los grandes referentes de la línea comercial del heavy –aunque más versátiles que Black Sabbath–, nació en 1974 con su celebrado Rocka Rolla y vive en el siglo XXI una nueva edad de oro tras el regreso de Halford, que había abandonado la formación en 1991. Desde 2008, sin embargo, sufren una aparente sequía creativa propiciada, quizá, por el esfuerzo de su disco Nostradamus, uno de los mejor considerados por la crítica, que pretenden enmendar con el lanzamiento de su inminente y misterioso álbum.

El grunge ya tiene 'abuelos'

Si una fórmula musical tiene una ecuación sencilla, esa es el grunge. El Estado de Washington y el principio de los noventa equivalen inequívocamente al denominado sonido de Seattle, un fenómeno musical que germinó y floreció en la última década del siglo XX pero que no se ha marchitado y ni muerto, según Pearl Jam, quienes pretenden predicar con el ejemplo publicando en 2013 un nuevo trabajo de estudio.

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No es que la banda de Eddie Vedder haya parado en algún momento de producir, pero sí de crear. En 2011 reeditaron por su veinte aniversario su álbum debut, Ten, y después sacaron dos discos de directos, Live on Ten Legs y Toronto 9.11.11., pero su último trabajo original, Backspacer, data de hace cinco años y desde entonces solo han publicado un tema, Olé. Demasiado tiempo para una banda de la que la revista Rolling Stone dijo que se pasó su edad de oro "destruyendo su propia fama".

Alice in Chains, ofensiva 'grunge' por partida doble

Su gran regreso tuvo lugar en 2009, tras más de 14 años sin producir algo nuevo, pero en 2013 piensan volver una vez más a los escenarios. Alice in Chains, padrinos de Pearl Jam en su primera actuación, son  el otro gran referente activo del grunge de Seattle tras la extinción de Nirvana y Temple of the Dog –cuyos miembros se reintegraron en la propia Pearl Jam–. Su histórico vocalista Layne Staley murió de una sobredosis en 2002, una pérdida que el movimiento sumó a la Kurt Cobain en 1994 y que contribuyó a la eclosión del malditismo con el que recordamos al sonido de la llamada Generación X. 

El de 2013 será el segundo disco del vocalista que reemplazó a Staley, William DuVall, tras su Black Gives Way to Blue de 2009, y tendrá por título The Devil Put Dinosaurs Here

La condición para ser leyenda es retirarse en algún momento, aunque tal implica dejar de ingresar. Y sin beneficios que ingresar no se puede mantener el mismo tren de vida, por lo que muchos vuelven a trabajar. Es una pescadilla cuya cola han mordido todos, o casi todos, en la primera línea del rock –empezando por Queen, AC/DC, The Rolling Stones o Led Zeppelin– y que los seguidores de todos ellos recibieron más o menos igual: con celebración los más incondicionales y con decepción los demás, porque incluso manteniendo el músculo musical los dioses del escenario miden su tiempo en modas y momentos, que fluyen más deprisa para ellos que los años con los que lo medimos los demás.