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El evangelista de la economía
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El evangelista de la economía

Para los lectores más expertos. Para los profanos en la materia. Para todos. La gente tiende a cerrar los oídos cuando se pretende hablar de economía.

Para los lectores más expertos. Para los profanos en la materia. Para todos. La gente tiende a cerrar los oídos cuando se pretende hablar de economía. Pero hay un autor capaz de envagelizar hablando de cifras y teorías dinerarias. Tim Harford lo ha vuelto a hacer. Después del éxito sin precedentes de El economista camuflado –más de 600.000 copias vendidas-, el reputado autor dibuja una nueva serie de historias humanas desde el punto de vista económico. ¿Tomamos nuestras propias decisiones o las toma el dinero por nosotros?

Hardford pone la lupa en nuestro comportamiento en el amor, el sexo, las adicciones, los delitos o hasta en el sueldo de tu jefe para desplegar su teoría rompedora: los humanos tomamos una buena parte de nuestras decisiones por dinero, o en función de los costes y beneficios. Desde el auge del sexo oral frente al coital por el mayor temor a las enfermedades de transmisión sexual o las penas por abortar, así como por sus menores riesgos y menor inversión en tiempo. Cuando el precio de la carne sube, se come más pescado. Si las leyes se endurecen y las penas son mayores, la delincuencia disminuye. Si un trabajador recibe incentivos a cambio de resultados produce más o al menos pondrá mayor empeño en su tarea.

La lógica oculta de la vida, el último libro de Tim Hardford, cuenta a través de divertidas e interesantes anécdotas una guía sobre el funcionamiento del mundo a través de la óptica del dinero y escenifica bajo este singular punto de vista la teoría de racionalidad básica en los comportamientos del ser humano. El autor dedica uno de sus capítulos a Las Vegas, la ciudad del juego y los casinos, y como su clima de la suerte y el azar pueden ser removidos por una mente racional: como un fanático de los ordenadores gana la partida a los profesionales del poker. El economista que retó a Henry Kissinger y fingió una invasión de Berlín o el rey que intentó comprar una revolución.

Hardford se ha convertido en una superestrella desde las páginas de Financial Times, el centenario diario de economía y finanzas británico. Pero su gran salto de popularidad se produjo después de convertir una obra de temática económica en una lectura entretenida y accesible al común de los mortales. Él se define en el libro y cobra protagonismo. “Yo soy economista. Podrías pensar que mi mente estaría en otras cosas, como la bolsa de valores o las estadísticas inflacionarias, pero estarías equivocado si así lo hicieras. Yo también veo a los apostadores, las prostitutas, los bebedores y las pandillas o bandas. Sólo que los veo con otros ojos: la manera en que le dan forma incontables y ocultas decisiones racionales”.

Para los lectores más expertos. Para los profanos en la materia. Para todos. La gente tiende a cerrar los oídos cuando se pretende hablar de economía. Pero hay un autor capaz de envagelizar hablando de cifras y teorías dinerarias. Tim Harford lo ha vuelto a hacer. Después del éxito sin precedentes de El economista camuflado –más de 600.000 copias vendidas-, el reputado autor dibuja una nueva serie de historias humanas desde el punto de vista económico. ¿Tomamos nuestras propias decisiones o las toma el dinero por nosotros?