Es noticia
'Zapatero el rojo': historia de un político que guiña los ojos... para apuntar mejor
  1. Cultura

'Zapatero el rojo': historia de un político que guiña los ojos... para apuntar mejor

Por fin una biografía del presidente del Gobierno no edulcorada ni pasada por el tamiz de la autorización. Los periodistas Esther Jaén y Juan Carlos Escudier

Por fin una biografía del presidente del Gobierno no edulcorada ni pasada por el tamiz de la autorización. Los periodistas Esther Jaén y Juan Carlos Escudier ofrecen en 'Zapatero el rojo' (editorial Foca, 399 páginas, comprar libro) el retrato de un dirigente que llegó al poder siendo una gran incógnita, fue tildado de Bambi y se ha convertido en un político maquiavélico, capaz de sacrificar a un amigo si estorba a su objetivo político. El libro se presenta mañana en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, en un acto que contará con la intervención de José Bono, ex ministro de Defensa y próximo presidente del Congreso si el PSOE gana las elecciones generales de marzo.

Jaén y Escudier son unos periodistas de reconocida y dilatada trayectoria profesional. La primera ha trabajado en distintos medios de comunicación -desde Tiempo a Onda Cero- y en la actualidad es analista política en TVE, RNE, Telemadrid y Canal Nou. El segundo se formó en el periódico Diario 16, fue fundador de El Mundo, donde fue su primer responsable del equipo de investigación y ha sido director adjunto de El Confidencial, medio en el que es autor de la brillante columna semanal 'Sin Enmienda'.

Ambos han elaborado su relato a partir de las revelaciones de más de treinta personas cercanas al presidente y que han sido testigos o protagonistas de estos siete años transcurridos desde que José Luis Rodríguez Zapatero se hiciera con la secretaría general del PSOE. El libro ofrece momentos reveladores, desde la crisis de Perpignan, cuando Pasqual Maragall se negaba a entregar la cabeza de su vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira por entrevistarse con ETA, a la del tamayazo o las negociaciones del Estatuto de Cataluña. Sin olvidar el famoso 'proceso de paz' del presidente la "única ingenuidad" que cabe reprocharle, el haber creído que podía poner fin a la violencia terrorista en España, posiblemente por haber sido "víctima de la soberbia" o por haber sido cegado por una misión histórica para la que no estaba llamado.

Los autores describen a un político transformado en un gobernante "frío y calculador, una de esas personas que, como dijo Billy Wilder, sólo guiñan los ojos para poder apuntar mejor". Una de esas personas traicionadas por Zapatero es Joan Puigcercós, dirigente de Esquerra Republicana, quien apoyó al Gobierno en casi toda la legislatura con la confianza de que conseguiría un nuevo Estatuto de Cataluña conforme a sus aspiraciones. Puigcercós y los suyos negociaron la norma catalana artículo por artículo, pero el presidente cerró el pacto final con Artur Mas, lider de CiU.

Un adelanto del libro

Los lectores de El Confidencial disponen aquí de un adelanto del libro, en concreto un fragmento del capítulo VIII que revela cómo Puigcercós se enteró que Zapatero le había puesto los cuernos. Andaba el líder republicano cocinando una fideua para la comida familiar del día siguiente cuando sonó su teléfono:

"-Hola, Joan. Te he mandado un sms, pero no he recibido respuesta. ¿Es verdad que hay pacto entre Zapatero y Mas?

Alto, claro y sin tapujos respondió Puigcercós:

-No tengo ni puta idea.

Minutos después, empezaron a llamar otros muchos periodistas. Puigcercós trató inmediatamente de ponerse en contacto con los suyos y, para su desesperación, no encontró a nadie. Carod-Rovira tenía el móvil desconectado, como también lo tenían el conseller Huget, o el conseller en cap, Bargalló. El secretario de organización de ERC, Xavier Vendrell, había elegido ese fin de semana para ir a esquiar y se había dejado el cargador de su móvil, así que no se enteró de nada hasta su regreso a Barcelona. Puigcercós estaba furioso. Ni siquiera podía localizar a su jefe de prensa. Tales fueron sus gritos y maldiciones que acabaron por despertar a su mujer, que ya se había acostado.

De pronto, sonó el teléfono. Ni era nadie de ERC, como él pensó, sino Zapatero:

-Hola, Joan, mira, te llamo, porque he llegado a un acuerdo con Mas.

-Sí, algo había oído, pero ¿qué habéis acordado, si puede saberse?

-Bueno, sobre lo que había…

-Sobre lo que había, ¿qué, exactamente?

- Pues eso, lo que había: la financiación, por ejemplo: en dos años tendréis una Agencia Tributaria, que se podrá consorciar con la parte que designe el Gobierno; las infraestructuras garantizadas para siete años…

-¿Y la nación?

-Pues la fórmula de Alfredo (Pérez Rubalcaba).

Iracundo, Puigcercós empezó a bramar:

-¡Pero si esto no es nada!

José Luis Rodríguez Zapatero entendió que la conversación iba a acabar muy mal y decidió abreviar:

-Bueno, que mañana te vengas con Carod a Moncloa a comer y lo cerramos aquí.

Puigcercós seguía sin salir de su asombro:

-Pero ¿cerrar qué?

Dispuesto a poner fin a la conversación en aquel mismo momento, Zapatero se despidió:

-Vosotros venís y lo cerramos. Te tengo que dejar. Hasta mañana.

Después de que Zapatero colgase el teléfono, Puigcercós contó hasta diez y siguió tratando de localizar a algún compañero por tierra mar y aire. Logró dar con Carod-Rovira, después de contactar con su jefa de gabinete y ésta localizar a su hija, que sacó al padre de la cama. Ambos convinieron que, antes de ir al Palacio de la Moncloa, era imprescindible convocar una reunión urgente de la Ejecutiva de ERC a las 9:30 de la mañana, en la sede del partido.

Tras acordar los detalles de la reunión, Puigcercós no se pudo controlar y envió, despechado, un sms a Rubalcaba con una única palabra: “gracias”.

No tardó en recibir la respuesta, también vía sms: “Pero ya has hablado con el presidente, ¿no?”

Nueva respuesta de Puigcercós: “Sí, pero yo quiero hablar contigo. Gracias”.

El móvil de Puigcercós empezó a sonar. Era Rubalcaba, que estaba en el Palacio de la Moncloa, con Zapatero:

-Estoy aquí al lado del presidente ¿qué quieres?

-Hombre, chaval, no entiendo nada, porque con lo que me decís que habéis acordado… ¡Para hacer esto no era necesario redactar un Estatut! ¡Con una LOFCA hubiera sido suficiente!

-Hombre, no.

-Alfredo, que nosotros no lo vemos. Si todo se resume en lo que me ha dicho el presidente, con nosotros no hay acuerdo, ya te lo avanzo.

Cuando Carod-Rovira y Puigcercós llegaron a la Moncloa, Zapatero les hizo esperar un rato. Tras recibirles empezó a hablar de todo menos del Estatut. Estaba haciendo tiempo a que se incorporara a la cita Rubalcaba. No quería lidiar solo ese toro. Cuando éste llegó, empezó el almuerzo y también la discusión. Fue un debate duro, porque, viendo punto por punto el texto del Estatut y del acuerdo entre Mas y Zapatero, los independentistas se dieron cuenta de los importantes recortes que sufriría. Rubalcaba trató de convencerles de sus bondades, o en palabra de un dirigente de Esquerra, de que 2+2 eran 6:

-Mirad, la financiación ha quedado muy bien. Es un buen acuerdo. Y la fórmula que hemos encontrado para la definición de Cataluña, es perfecta, porque no ofende a nadie y puede dar, en gran medida, satisfacción a todos…

-No es cuestión de satisfacción… ¡Es una cuestión de dignidad! – replicó Carod.

Mientras Alfredo Pérez Rubalcaba daba vueltas sobre los mismos argumentos, Puigcercós le interrumpió:

-Vamos a ver: sujeto, verbo y predicado. Para decir que Cataluña es una nación no había que utilizar tantos circunloquios. Y en materia de financiación, no nos habéis dado nada de nada. ¡Pero si Manuel Chaves consiguió lo mismo en un desayuno! Mirad, ese pacto que habéis cerrado con vuestro amiguito Mas va a generar una gran frustración en Cataluña, después de dos años de negociación. La gente no lo va a entender…

Zapatero intentó calmar los ánimos de sus socios:

-Bueno, todavía quedan cosas por cerrar. Y podéis estar tranquilos, que vosotros también tendréis vuestro protagonismo porque no sería justo si no fuera así.

-Es que no es una cuestión de fotos. Es cierto que nosotros somos protagonistas de esto y no queremos quedarnos fuera, pero si creéis que nos vamos contentos con esto y una buena foto, estáis equivocados –añadió Puigcercós.

Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba se habían quedado solos en la Moncloa, calibrando el enfado de sus socios. El primero en abrir fuego fue el presidente:

-Estos están cabreadísimos. Te vas a tener que emplear a fondo para convencerlos.

Rubalcaba, que ya estaba planificando la próxima jugada, respondió:

-Hombre, algún elemento de negociación nos hemos reservado. Por ejemplo, nos quedan los aeropuertos, podemos ajustar más en temas competenciales. No va a ser fácil, pero yo creo que al final entrarán. Es que para ellos ha sido una putada tremenda lo de ayer… Yo creo que deberías darles cariño y estar pendiente de ellos en los próximos días".

Por fin una biografía del presidente del Gobierno no edulcorada ni pasada por el tamiz de la autorización. Los periodistas Esther Jaén y Juan Carlos Escudier ofrecen en 'Zapatero el rojo' (editorial Foca, 399 páginas, comprar libro) el retrato de un dirigente que llegó al poder siendo una gran incógnita, fue tildado de Bambi y se ha convertido en un político maquiavélico, capaz de sacrificar a un amigo si estorba a su objetivo político. El libro se presenta mañana en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, en un acto que contará con la intervención de José Bono, ex ministro de Defensa y próximo presidente del Congreso si el PSOE gana las elecciones generales de marzo.