La razón por la que un maño paga la mitad por el agua que un catalán

Gestos cotidianos como darse una ducha o tirar de la cadena cuestan más del doble en Barcelona que en Zaragoza. Es lo que demuestra el último informe de FACUA sobre las tarifas del agua en España. Pero ¿a qué se debe esta diferencia? ¿Por qué no se paga lo mismo en todo el país, como en el caso de otros suministros, caso de la electricidad o el gas? Está claro que las realidades geográficas y climáticas que existen en la geografía española exigen distintas cantidades de agua corriente. Pero, sabiendo esto, la desigualdad sigue siendo muy grande.

FACUA ha comparado las tarifas de 28 grandes ciudades y ha detectado diferencias de hasta el 349,4%. Según los cálculos de la organización, estas desigualdades pueden suponer hasta 453,60 euros al año en la factura de una vivienda de tres habitantes, con un consumo medio de 10 metros cúbicos mensuales y un contador de 15 mm.

Alicante, récord en precio y en subidas

Con esta medida (15 mm. de calibre y 10 metros cúbicos de consumo), los precios más elevados se pagan en Alicante, con 48,62 euros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en esta ciudad menos del 1% de la población cuenta con contadores de esta medida. Las siguientes que más pagan son Murcia (29,35 euros) y Huelva (24,24 euros). En las tres ciudades, el agua la gestionan empresas mixtas.

También en Alicante se ha producido la mayor subida tarifaria desde 2014 (+2,4%). Le siguen Barcelona (+2,1%) y Jaén (+1,9%), por un incremento en los cánones.

¿Cuántas personas hay en casa?

Los criterios de facturación cambian en cada ciudad y eso explica, en gran parte, estas diferencias. En primer lugar, se tiene en cuenta el número de habitantes de la vivienda.

En la actualidad, solo dos de las ciudades analizadas (Málaga y Sevilla) disponen de tarifas vinculadas al número de residentes de la vivienda. Otras aplican recargos a partir de un determinado número de habitantes. En La Coruña y Barcelona, se aplican tarifas distintas a los núcleos familiares con más de cuatro miembros. Además, en 17 municipios se tiene en cuenta si en la vivienda habita una familia numerosa para aplicar tarifas más reducidas.

Los cánones

En segundo lugar, está el factor canon. Los cánones pueden ser de ámbito local, provincial o autonómico. La finalidad de los mismos, salvo alguna excepción, es destinar lo recaudado a infraestructuras de saneamiento y depuración. En ocho ciudades, los usuarios pagaron en 2015 más que en 2014 por el incremento de este concepto, pese a que las tarifas no se hayan modificado.

Los calibres de los contadores

De las 28 ciudades analizadas por FACUA, siete cobran precios distintos en la cuota fija de abastecimiento y/o saneamiento, en función de si el calibre del contador es de 13 mm. o de 15 mm. Los importes se incrementan en Alicante, Castellón, Granada, Huelva, Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Valencia. Así, por ejemplo, en Alicante, con un contador de 13 mm. y un consumo medio de 10 metros cúbicos, el coste del suministro es de tan solo 21,98 euros, frente a los 48,62 euros que le supone al mismo particular que cuente con un contador de 15 mm.

En Alicante se pagan 20 euros más solo por tener un contador de un calibre de 15 mm y no de 13 mm. Lo único que cambia es el tamaño de la rosca

De acuerdo con la asociación de consumidores, esta diferencia "no está justificada". FACUA se basa en dos resoluciones de la Consejería de Industria de la Junta de Andalucía y en un informe técnico del Canal de Isabel II para realizar está afirmación. "Los contadores de estos dos diámetros son exactamente iguales, y la única diferencia entre ambos corresponde al diámetro de las roscas de conexión", asegura este último documento.

Un suministro municipal

En España, el suministro de agua es competencia de los ayuntamientos. Son quienes deciden si lo gestionan ellos mismos o a través de consorcios o mancomunidades. También son ellos quienes optan por otorgar la concesión del servicio a empresas públicas, privadas o mixtas, y quienes aplican cánones o recargos. Para corregir estas desigualdades geográficas, la asociación demanda "una norma marco" que regule aspectos básicos del servicio.