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Telefónica cierra su primer año de Movistar+ con la tesorería en los huesos
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PIERDE ABONADOS Y ACUSA EL EFECTO CHAMPIONS

Telefónica cierra su primer año de Movistar+ con la tesorería en los huesos

La operadora de Álvarez-Pallete cierra su primer ejercicio al frente de Movistar+ con un fondo de maniobra negativo que asciende a 277,9 millones de euros

Foto: Cero es el nuevo canal de Movistar+ que sustituye al antiguo Canal+. (EC)
Cero es el nuevo canal de Movistar+ que sustituye al antiguo Canal+. (EC)

El grupo Prisa dejó la antigua Digital+ en los huesos y con falta de liquidez para afrontar el corto plazo cuando, en abril del año pasado, cerró con Telefónica la venta de su cadena de televisión por satélite. En su primer ejercicio de gestión, DTS -embrión de Movistar+- ha acabado con un fondo de maniobra negativo que suma ya la friolera de 277,9 millones de euros y, también, con menos abonados y acusando su decisión inicial de no llegar a un acuerdo con Mediapro para la emisión de las primeras fases de la Liga de Campeones. En suma, pérdidas operativas (ebit) por valor de 49 millones de euros, que suponen, eso sí, una mejora del 29% sobre el último ejercicio de Prisa.

Según los últimos datos oficiales aportados al Registro Mercantil, la sociedad acabó 2015 con, aproximadamente, 1.110.000 clientes al satélite y otros 207.000 suscriptores procedentes de la comercialización Over The Top (OTT) o Smart TV. La estrategia de Telefónica pasa, sin embargo, por trasvasar progresivamente a sus clientes de televisión hacia su producto estrella, Fusión, el eje, al fin y al cabo, de su desarrollo futuro de negocio.

“En 2015 se ha producido una migración de abonados de televisión de pago por satélite (DTH) al servicio de fibra ofrecido por Telefónica -explica la firma en sus últimas cuentas-, permitiendo al usuario, a través del producto Fusión+, integrar el servicio de televisión con los productos comerciales de Telefónica a través de su oferta conjunta”. Pero el desarrollo no ha sido tan rápido como lo inicialmente esperado, sobre todo por la decisión primera de no comprar a Mediapro los derechos de emisión de la Liga de Campeones más española de la historia, con cinco equipos en la competición.

“La evolución de abonados -añade DTS- se ha visto afectada durante el ejercicio por la estrategia de ciertos competidores en cuanto a la comercialización de ofertas con contenido 'premium' (UEFA Champions League) que no ha estado disponible, en la segunda parte del año, para los abonados de Movistar+”. El acuerdo final por las tres próximas temporadas de la Liga y la Champions no llegó hasta el 12 de enero de 2016. Telefónica aceptó entonces el pago de 2.400 millones de euros a Jaume Roures para tener todo el fútbol y cerrar definitivamente la guerra con Mediapro.

En total, los ingresos por abonados han caído un 10%, tras pasar de 854,5 millones de euros en 2014 a 761,5 en 2015. El ingreso medio por cada uno de estos clientes al satélite se sitúa en 45 euros. Sin embargo, Telefónica ha logrado compensar la caída en los abonados con las ventas de los derechos de la Liga 2015/16 al resto de los operadores en liza. Por esta vía, sus ingresos han crecido un 46%, de 311,8 millones a 456,3. Aquí se registran los ingresos correspondientes a “la multidistribución de diversos canales de la plataforma, principalmente Canal+ Liga y Canal+ Liga de Campeones, a través de diversos operadores de iptv y cable, así como los ingresos percibidos por la repercusión de los costes de diversos derechos por el reparto de abonados en la plataforma Movistar+”.

Falta de liquidez a corto plazo

Pero el dato más preocupante de las primeras cuentas oficiales de Movistar+ tiene que ver con su falta de liquidez para hacer frente a los pagos a corto plazo. Tiene un fondo de maniobra negativo de 277,9 millones, frente a los 99,1 que manejaba al cierre de 2014.

Sin embargo, la sociedad tiene garantizadas en todo momento sus necesidades de liquidez a través de las líneas de crédito que ha firmado con la filial de Telefónica Telfisa. El contrato con esta sociedad fue firmado el 4 de mayo de 2015 a un tipo de interés de mercado y con vencimiento a 29 de febrero de 2016.

“La dirección de la sociedad considera que, a pesar de tener un Fondo de Maniobra negativo, con el apoyo expreso manifestado por la sociedad dominante de Grupo Telefónica, podrá hacer frente a las compromisos y obligaciones de pago contraídos y asegurar la continuidad de sus operaciones”, explica la compañía. De hecho, Movistar+ se compromete también a ir reduciendo progresivamente los aplazamientos de pago que sobrepasen el plazo máximo legal e ir acometiendo las nuevas obligaciones en tiempo y forma. El tiempo medio del pago a proveedores se sitúa, al cierre de 2015, en 75 días.

A largo plazo, la operadora también ha heredado los compromisos asumidos por la antigua Digital+ y añadido nuevas cargas que suman, en total, un valor de 1.907 millones de euros hasta el año 2021 y siguientes. En 2016, estos compromisos ascienden a 554,1 millones. Por otro lado, en su partida de existencias, DTS computa el coste de adquisición de determinados derechos audiovisuales. En concreto, 81 millones de euros en derechos de cine y 405,8 en derechos deportivos.

La última memoria de cuentas también detalla que, en este año, el nuevo consejo de administración de Movistar+ se ha puesto una remuneración de 75.000 euros en 2015. Este nuevo órgano de gobierno fue nombrado el 14 de octubre y está integrado, entre otros, por la expresidenta del Gobierno de Navarra Yolanda Barcina y otros seis miembros, entre ellos, el presidente, Luis Blasco, y el consejero delegado, Pedro García Guillén.

El grupo Prisa dejó la antigua Digital+ en los huesos y con falta de liquidez para afrontar el corto plazo cuando, en abril del año pasado, cerró con Telefónica la venta de su cadena de televisión por satélite. En su primer ejercicio de gestión, DTS -embrión de Movistar+- ha acabado con un fondo de maniobra negativo que suma ya la friolera de 277,9 millones de euros y, también, con menos abonados y acusando su decisión inicial de no llegar a un acuerdo con Mediapro para la emisión de las primeras fases de la Liga de Campeones. En suma, pérdidas operativas (ebit) por valor de 49 millones de euros, que suponen, eso sí, una mejora del 29% sobre el último ejercicio de Prisa.

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