Todos los intentos fallidos de Cuatro por emular a La Sexta

'Toma partido' ha sido la última víctima. El postrero intento de Cuatro por impulsar un programa de corte político que pueda rivalizar con el espacio ideológico que ocupa La Sexta y empujar los audímetros del segundo canal de Mediaset. El programa de confrontación de opiniones conducido por Miguel Ángel Oliver apenas ha aguantado dos semanas en pantalla, lastrado por su escasa aceptación entre la audiencia y la férrea competencia de otros formatos como 'El Intermedio' o 'El Hormiguero'. En su primera semana de vida, el espacio apenas promedió un 3% de audiencia y una media de unos 555.000 espectadores. Datos imposibles para una cadena generalista y solo aceptables en la TDT temática.

Más allá del formato o del mayor o menor acierto en el estilo de debate, el fin del espacio tiene razones más profundas que entroncan con el modelo de televisión seguido por la cadena, relegada desde hace años tras el modelo de La Sexta en la búsqueda de ese espectador de centro-izquierda, joven y de mediana edad, que simpatiza en mayor o menor grado con el discurso de las nuevas fuerzas políticas. 'Toma partido' ha pasado a engrosar, en este sentido, la lista de intentos fallidos en la que figuran también otros espacios de la cadena como 'Te vas a enterar' o 'Un tiempo nuevo'. 

Según los últimos datos de análisis de la audiencia elaborados por Barlovento Comunicación, especializada en televisión, La Sexta subió siete décimas en febrero con respecto al mes anterior hasta alcanzar una media del 8% de cuota de pantalla. Sus principales fortalezas por 'targets' las registra en hombres y en los individuos mayores de 35 años. Por días de la semana destaca en las jornadas de lunes a viernes y, por franjas horarias, en el 'prime-time'. El espacio más visto del mes fue el programa 'Salvados' del 21 de febrero, titulado “Fashion victims” (18,1% de cuota de pantalla). La segunda y la tercera posición también la lideró el programa de Jordi Évole, estandarte de La Sexta junto a Antonio García Ferreras, Ana Pastor y el Gran Wyoming.

Comparado con estos datos, Cuatro bajó en el mismo mes una décima hasta alcanzar una media de 6,5% de share. Sus mejores datos por targets los registra en hombres e individuos de 13 a 54 años aunque su principal fortaleza está entre los de 13 y 24. Por franjas horarias, sus resultados más destacados se sitúan en la mañana, la sobremesa y el 'late night' y, por días, destacan las jornadas de fin de semana. Por otro lado, sus cuatro emisiones más vistas del mes fueron 'Los Gipsy kings'. Un dato que avala que los espectadores de esta cadena, mucho más jóvenes que los de La Sexta, no demandan tanta información de carácter político como los del canal de Atresmedia, que tiene su principal bastión en el target de 45 a 65 años. Un grupo de edad que es el que más ha padecido en los últimos años la crisis y el que más ha demandado información sobre los problemas económicos y políticos que hemos atravesado.

En las elecciones del 20 de diciembre, La Sexta marcó un 17,3% de share y Cuatro, con Javier Ruiz al frente, un 5,2% (934.000 espectadores). En las catalanas, Ferreras y Pastor anotaron un 12,3% de share y Cuatro, un 3,7% hasta quedar décimo en su franja. Y en las autonómicas y municipales de mayo, el especial conducido por Juan Pedro Valentín hizo un 4,3% (727.000 espectadores), a más de diez puntos de La Sexta (15,1%). La primacía de la cadena en estas noches de recuento de votos es absoluta desde hace varios años. 

Cuatro sigue sin encontrar la tecla adecuada para dar con su posicionamiento. Con La Sexta consolidada en torno a esta baza de referente informativo, los intentos de Mediaset para pisarle los talones han sido infructuosos. Solo Jesús Cintora logró en su día duplicar la audiencia de 'Las mañanas de Cuatro' y estar por encima de 'Al rojo vivo' en los audímetros. Pero la ventaja se fue al traste tras su polémico y sonado despido. Desde el 18 de enero, el programa que ahora presenta Javier Ruiz emite un espacio telonero 'Las mañanas de Cuatro, primera hora', que suele empezar antes que su competencia para tratar de arrebatarle espectadores a Ferreras. Pero las distancias entre ambos siguen ampliándose.

Más estrepitoso, sin embargo, fue el final de 'Un tiempo nuevo', que tras pasar de Telecinco a Cuatro apenas sobrevivió en la parrilla de agosto a diciembre. Su audiencia osciló entre el 3,2%, su dato mínimo, y el 6,3% y nunca superó el millón de espectadores ni se acercó a los datos de 'La Sexta noche'.

Y es que, cada vez que Cuatro 'toma partido' por estos formatos más atrevidos y más políticos, los espectadores le dan la espalda. Intentar competir con La Sexta haciendo cosas en ese estilo no parece ser el camino indicado. Quizá porque los que ven a los 'Gipsy king' o a 'Adán y Eva' no tienen nada que ver con los que siguen a Jordi Évole o a Ana Pastor. Intentos fallidos que, sea como fuere, se suman a la lista de programas que no sintonizaron adecuadamente con su audiencia.