Tebas acelera la venta televisiva de la Liga para forzar la negociación con Telefónica

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) quiere cerrar antes de fin de año la venta centralizada para las próximas tres temporadas de los derechos de la Liga. Con el contencioso sobre la Champions todavía sin resolver entre Telefónica y Mediapro, y en un contexto político de campaña electoral, el órgano que preside Javier Tebas acelera los tiempos para abrir las pujas entre los principales operadores en un momento en que Telefónica se ve abocada a un proceso en el que, sí o sí, necesita amarrar su control sobre la principal competición, que es clave también para su desarrollo de negocio.

Tebas ya ha anunciado públicamente que aspira a publicar las bases del concurso, como muy tarde, antes del próximo 25 de noviembre para dejar las temporadas 2016-2019 atadas y bien atadas. Las claves de estas prisas, cuando todavía queda medio año hasta que finalice el actual calendario liguero, podrían estar directamente relacionadas con el pulso que mantiene Telefónica con Jaume Roures y Tatxo Benet en torno a beIN Sports y la Liga de Campeones y, también, por el vacío de poder que genera la convocatoria electoral de diciembre. Condiciones que, a su juicio, pueden contribuir a maximizar los ingresos a recaudar en el concurso centralizado.

En estas circunstancias, Tebas confía en que las pujas económicas vayan al alza y superen los 600 millones que la operadora de César Alierta ha pagado en 2015 por todo el fútbol de Primera y de Segunda división (Liga Adelante). De hecho, ya ha explicado públicamente que espera ingresar entre 600 y 900 millones de euros por temporada, orientando claramente el montante de las futuras ofertas a considerar.

Con la guerra con Mediapro sin visos de armisticio, Telefónica necesita garantizarse el fútbol de Primera como base esencial para seguir reteniendo su cartera de casi cuatro millones de abonados. De hecho, la fuerza comercial con que ha podido aguantar hasta ahora el pulso a Roures está directamente ligada a la comercialización de su paquete de fútbol español a un precio promocional de 9,90 euros al mes. Solo esos precios, forzados por la dura competencia de Vodafone y Orange TV, le han permitido retener a sus clientes a pesar de no contar con la Champions.

Pero, además, un concurso de derechos como este, planteado en plena campaña de las elecciones generales, podría elevar a primer foco de interés político la apertura de otra hipotética guerra del fútbol por los derechos de la Liga. Y hay quien piensa que este temor también podría ser esgrimido por Tebas y Miguel Cardenal, secretario de Estado del Deporte, para fijar las condiciones del concurso en su propio campo otorgando al vendedor más fuerza de negociación sobre el comprador.

1.300 millones por esta temporada

Desde el pasado mes de mayo, con la aprobación del real decreto 5/2015, Tebas tiene vía libre para lograr una mejor negociación con los principales postores que redunde, en última instancia, en unos mayores ingresos para todos los clubes. El 90% de los ingresos obtenidos por las próximas tres temporadas se lo repartirán los clubes de Primera, y el 10% restante, los participantes de la Liga Adelante. Una puja con la que Tebas espera superar los 1.300 millones de euros que ha facturado ya en este 2015 gracias a los 600 millones de Telefónica y a los 700 que, de momento, ha aportado Mediapro como agente comercializador en el mercado internacional (100 millones más de lo inicialmente previsto).

A falta de que se conozca la letra pequeña del concurso, la segunda clave del mismo estará ligada a los paquetes que se comercialicen. Este año, Roures ha adjudicado los lotes de los resúmenes a Televisión Española y ha paquetizado por otro lado los partidos de la Copa del Rey. Entre los operadores, se teme una estructura de lotes completamente nueva que complique todavía más las negociaciones comerciales.

El real decreto establece al respecto que la adjudicación de cada paquete se realizará de manera independiente. También, que las condiciones de adjudicación establecidas por las entidades comercializadoras y las ofertas presentadas por los licitadores “no podrán estar condicionadas a la adquisición de determinados paquetes o lotes o a la concurrencia de determinados eventos”.