La cruzada fiscal de Montoro contra Planeta acaba en nada: solo un millón de euros

La cruzada fiscal abierta por el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, contra el grupo Planeta a lo largo de los últimos años ha quedado finalmente en nada… o casi nada. Apenas un millón de euros de impacto sobre las primeras cuentas de Planeta firmadas por José María Creuheras y "ninguna infracción tributaria". Y todo, a pesar de que, desde el año 2013, Hacienda ha sometido a un duro escrutinio a las empresas de la familia Lara dentro de una gran investigación en la que se ha puesto el foco, especialmente, sobre los medios de comunicación.

La dueña de Antena 3, laSexta y del diario La Razón ha tenido que rendir cuentas en este tiempo sobre numerosos tributos (el IVA de octubre de 2008 a diciembre de 2010; el impuesto de sociedades de 2008, 2009 y 2010; y las retenciones a cuenta de imposición de no residentes entre 2008 y 2010). Pero aunque todavía quedan flecos de la inspección pendientes de ser cerrados, el grupo no considera que se puedan generar pasivos significativos en las cuentas de sus próximos ejercicios.

Esa es la conclusión a la que llega Planeta en su última información remitida al Registro Mercantil, en la que reconoce que, con fecha del 30 de mayo de este año, la sociedad firmó “en conformidad” las actas resultantes de la mayor parte de estos procesos, de los que se desprenden “ciertas regularizaciones al no coincidir el criterio de la Administración con el utilizado por el Grupo en determinados aspectos de la aplicación de la norma”, explica. De todos modos, las regularizaciones efectuadas en el Impuesto sobre Sociedades han generado un gasto por importe de solo 1.016 miles de euros. Siguen abiertos a inspección, eso sí, los ejercicios 2010 y siguientes del Impuesto de Sociedades y de los demás tributos que le son de aplicación.

El origen de esta extensa investigación a las grandes corporaciones mediáticas, que se hizo extensible también a grupos como Unidad Editorial, se remonta a los momentos más críticos de la legislatura para el Gobierno del Partido Popular. En el caso de la dueña de El Mundo, la inspección se abrió, de hecho, el mismo día en que el periódico que dirigía entonces Pedro J. Ramírez daba el verdadero pistoletazo de salida al 'caso Bárcenas', tras publicar que el extesorero pagó durante años sobresueldos en negro a parte de la cúpula del PP (18 de enero de 2013).

A partir de esa época, el Gobierno y el PP empezaron a sentirse especialmente maltratados por el tono crítico de algunos medios de comunicación como laSexta, El Mundo o Cuatro (Mediaset). Primero fue un ministro el que recordaba que recibían ataques de “grupos quebrados”, en alusión a la compañía de Juan Luis Cebrián; luego, otro dejaba claro que el Gobierno “había sido demasiado bueno”, en referencia a la integración Antena 3-laSexta (argumento que se sigue escuchando sottovoce en los despachos de Moncloa) y, finalmente, el propio Montoro recordaba las deudas con el fisco de los grandes grupos de medios. En suma, un malestar que era palpable y al que hizo alusión el propio presidente Rajoy tras el batacazo electoral de las elecciones de mayo, cuando culpó a las televisiones y su “martilleo con la corrupción” de los malos resultados electorales.

Concurso de canales en el horizonte

Con la cruzada fiscal ya prácticamente finiquitada, en el horizonte queda por resolver el próximo concurso de seis nuevos canales en abierto. Un proceso que se resolverá a lo largo del mes de octubre, en plena precampaña electoral, y en el que Planeta concurre a través de Atresmedia, que ha solicitado dos licencias. En el sector se teme, y se ha verbalizado en diferentes contextos, que este concurso sea asumido por el Gobierno como una especie de premio y castigo para los grupos mediáticos que mejor y peor se han portado durante los últimos años.

Además de Atresmedia, otros ocho grupos de comunicación optan a uno de los seis canales en juego, tres de ellos en Alta Definición. Entre ellos, Mediaset -el otro gigante del duopolio televisivo-, Vocento, Prisa y 13TV -que solo aspiran a una licencia cada una-. El círculo de aspirantes lo completan el Grupo Secuoya, en la órbita del PP y que ya gestiona televisiones como la autonómica de Murcia; Radio Blanca/Kiss FM, del empresario Blas Herrero, Real Madrid Televisión y, por último, El Corte Inglés, que aspira a tener un canal de tele-tienda.