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Antich lanza 'El Nacional'.cat para "recuperar el espacio que La Vanguardia ya no ocupa”
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EL PROYECTO SERÁ EN CATALÁN Y EN CASTELLANO

Antich lanza 'El Nacional'.cat para "recuperar el espacio que La Vanguardia ya no ocupa”

El exdirector de La Vanguardia lanzará en 2016 un diario digital en catalán y en castellano que recupere el espacio político que su antiguo diario ha dejado de ocupar bajo la dirección de Marius Carol

Foto: José Antich, en el centro, en una imagen de archivo junto a Jordi Hereu y Xavier Trias. (EFE)
José Antich, en el centro, en una imagen de archivo junto a Jordi Hereu y Xavier Trias. (EFE)

Fue durante 14 años director de La Vanguardia, hasta que el Conde de Godó decidió sustituirle por Marius Carol y reposicionar el diario en posiciones más moderadas con respecto al proceso independentista iniciado por Artur Mas. José Antich, que hasta mayo ocupó una dorada corresponsalía del periódico en París, acaba de presentar su próximo proyecto, El Nacional.cat, que nacerá en el primer trimestre de 2016 y que, desde la semana que viene, estará presente en el complicado escenario político catalán con el lanzamiento, primero, de una versión en formato blog. En conversación con este diario, Antich avanza que el diario será bilingüe, en catalán y en castellano, y que en su diseño están trabajando ya Mark Porter, antiguo director de Arte de The Guardian, y Pablo Martín, premio nacional de diseño 2013.

PREGUNTA.- ¿Su proyecto pasa por ocupar en internet el espacio independentista moderado y liberal?

RESPUESTA.- La vocación es ser un diario transversal. No nace contra ninguna ideología ni contra ningún pensamiento. Lo que queremos es hacer un diario básicamente informativo para que se conozca la realidad de lo que pasa en Cataluña. De todos modos, constatamos que una parte importante de los medios catalanes no están interpretando bien la realidad de lo que sucede en Cataluña. Entendemos que la sociedad catalana tiene derecho a pronunciarse y, si mayoritariamente quiere hacer una consulta, nosotros en todo caso acompañaremos o respetaremos esta decisión de la sociedad catalana. De la misma manera que si una mayoría se pronuncia en otra dirección, también lo respetaremos. Los diarios de papel han querido tutelar y dar órdenes a los lectores y eso es más propio de un régimen de periodismo del pasado.

P.- Esta misma reflexión es la que usted dejó por escrito en su carta de despedida como director...

R.- Creo que una parte importante de las cosas que faltan en estos momentos es que la gente conozca la verdad de muchas cosas. Quizá nos equivocamos los directores de periódicos globalmente cuando pensábamos que los diarios necesitaban, sobre todo, mucha opinión y mucho análisis porque la información ya llegaba por muchos sitios. Fruto de eso, en estos momentos hay dos mundos de noticias: los diarios de papel, que casi todos publican prácticamente las misma noticias, y los diarios digitales, como El Confidencial, que siempre tiene temas propios e informativos. Yo creo que eso es el periodismo que se tiene que recuperar en su conjunto. Se puede hacer hoy mucho más desde un periódico digital, que tiene menos lastres y mucha más ilusión, que desde los periódicos tradicionales, que se han quedado anquilosados.

P.- ¿Aspira también a ocupar el espacio a favor del proceso independentista que La Vanguardia ya no lidera?

R.- Este espacio se ocupa tras la sentencia del Estatut del año 2010. La Vanguardia entendió que aquello no se correspondía con lo que la sociedad catalana pensaba. No hicimos más que de intérpretes de la respuesta de la sociedad catalana. De hecho, cuando 'La Vanguardia' sacó la edición en catalán, lo hicimos porque entendimos que el periódico en castellano no sintonizaba con el conjunto de la sociedad. Y no sintonizaba porque ya llevábamos muchos años en los que los escolares catalanes eran educados en español y en catalán y porque había muchos lectores que querían leer medios catalanes en catalán. Con esa edición se ampliaba el radio de sintonización con la sociedad catalana.

Sobre el posicionamiento de ahora de La Vanguardia no tengo nada que decir pero sí creo que se puede recuperar el espacio de aquella Vanguardia que, desde mi punto de vista, ahora no se ocupa.

P.- ¿No se ocupa porque el periódico se ha descolgado del proceso?

R.- Yo no diría que La Vanguardia se ha descolgado o que antes estuviera en el proceso. Como director, yo entendía -y el editor entonces no expresó grandes desacuerdos- que el medio tenía que estar en una determinada posición, que era donde estaba la mayoría o lo que entendíamos era la mayoría de la sociedad. Después, en un momento determinado, el Conde de Godó decidió legítimamente cambiar de director, pero es evidente que hizo un cambio hacia donde no estaba la mayoría de la sociedad catalana. A partir de ahí, poco puedo decir.

P.- El propio nombre del periódico, El Nacional.cat, ya es toda una declaración de intenciones...

R.- Una de las cosas que es bastante trasversal en la sociedad catalana, sin duda mucho más que la independencia, es que Cataluña es una nación. En eso estuvo desde el Partido Popular en la época de Josep Piqué hasta el Partido Socialista, pasando por ERC, Convergència o Iniciativa. Podría haber sido otro, pero en el propio nombre entendemos que está la propia transversalidad de la sociedad catalana.

P.- ¿Los medios catalanes han sido poco diligentes a la hora de investigar y denunciar los casos de corrupción que ahora salpican a los Pujol o a Convergència?

R.- Es posible que esta reflexión la tengamos que hacer todos los medios de comunicación. La tendrán que hacer también los medios de Andalucía con la situación que se está viviendo allí en la Junta, que es infinitamente mayor que la situación política que hay en Cataluña. También la tienen que hacer los medios de Madrid o los de Valencia. Es una reflexión que, en todo caso, no tenemos que hacer los medios catalanes en exclusiva.

P.- Con la diferencia de que, allí, hace diez años, el propio Maragall ya denunció abiertamente el cobro de comisiones del 3%…

R.- Fue una denuncia que él mismo corrigió y sobre la que la clase política no pidió ni siquiera una comisión de investigación y ni la Fiscalía ni la justicia quiso avanzar más. Lo que no se puede pedir a los medios es un papel que otras instituciones no tienen.

P.- ¿Cómo cree que va a afectar el registro de la sede de CIU al resultado de Mas en las elecciones del 27S?

R.- Las malas noticias nunca ayudan, más allá de que esa entrada en la sede genera algunas dudas sobre cómo se ha gestionado el anuncio a los medios con tantas horas de antelación. Pero creo que aquí en Cataluña, hasta la fecha, este tema ha tenido un impacto mediático relativo. Entre otras cosas, porque, de por medio, ha habido algunas cosas que hacen sospechar que ha habido una parte de aprovechamiento político.

Yo creo que la lista ganadora tendrá al menos el triple de escaños que la segunda opción. La lista de 'Junts pel Sí' se quedará entre 62 y 66 escaños -tiene un suelo que no quedará por debajo de 60-, y el segundo partido, que se lo están disputando ahora Ciudadanos o la candidatura 'Catalunya si que es pot', estarán alrededor de 20. Esto, en parámetros democráticos, es una gran diferencia entre la ganadora y la segunda. Nunca se ha producido en Cataluña que la primera fuerza tenga el triple de escaños que la segunda. ¿Va a tener esta lista la mayoría absoluta? Hoy es difícil de ver, pero creo que sí que podrá sumar con la otra formación que sí apuesta abiertamente por la independencia: las CUP. El escenario del día después de las elecciones va a ser muy complicado de gestionar. Y más, después de esta reforma de la Ley del Tribunal Constitucional, que es, políticamente, un error, y legalmente, un disparate.

P.- ¿Está de acuerdo, entonces, con que se avisó a la prensa antes del registro de la sede?

R.- La entrada se produjo a las 8.45 y a las 8.57 ya había noticias largas de registros, algunos de los cuales no se produjeron hasta medio día. Ahí apareció, por ejemplo, que se iba a registrar la casa del tesorero, y ésta no se visitó hasta media mañana. Aquí ha habido una serie de errores y un deseo de que se produjera un cierto impacto mediático.

Fue durante 14 años director de La Vanguardia, hasta que el Conde de Godó decidió sustituirle por Marius Carol y reposicionar el diario en posiciones más moderadas con respecto al proceso independentista iniciado por Artur Mas. José Antich, que hasta mayo ocupó una dorada corresponsalía del periódico en París, acaba de presentar su próximo proyecto, El Nacional.cat, que nacerá en el primer trimestre de 2016 y que, desde la semana que viene, estará presente en el complicado escenario político catalán con el lanzamiento, primero, de una versión en formato blog. En conversación con este diario, Antich avanza que el diario será bilingüe, en catalán y en castellano, y que en su diseño están trabajando ya Mark Porter, antiguo director de Arte de The Guardian, y Pablo Martín, premio nacional de diseño 2013.

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