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Los accionistas elevan el tono de sus reproches a Mediaset por las retribuciones
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rechazo a los 'proxy advisors'

Los accionistas elevan el tono de sus reproches a Mediaset por las retribuciones

Según las votaciones de la última junta de accionistas de Mediaset, un 30,5% de los accionistas presentes se posicionaron en contra de la remuneración de la cúpula de Mediaset

Foto: Paolo Vasile y Alejandro Echevarría, consejero delegado y presidente de Mediaset. (EFE)
Paolo Vasile y Alejandro Echevarría, consejero delegado y presidente de Mediaset. (EFE)

El rechazo de los llamados proxy advisors al informe anual de retribuciones del consejo de Mediaset España  se ha incrementado en 2015 a pesar de que la empresa que dirige Paolo Vasile ha vuelto al dividendo tras dos años sin repartir beneficios. Los proxy advisors son grupos que coordinan el voto de los accionistas institucionales minoritarios para contrapesar el poder de los gestores y defender el buen gobierno corporativo, y su influencia cada tiene más peso entre las principales compañías del Ibex. Hasta el punto de que, según las votaciones de la última junta de accionistas de Mediaset, un 30,5% de los accionistas presentes votaron en contra de la remuneración de la cúpula de Mediaset.

En efecto, este punto suscitó la mayor contestación entre los acuerdos del orden del día sometidos a la consideración de los accionistas presentes en la última junta, celebrada el pasado 15 de abril en los estudios de la cadena de Fuencarral. Por otro lado, un 19,6% de los accionistas trató de boicotear la reelección de Borja de Prado Eulate, presidente de Endesa, como consejero independiente de la cadena.

Si se tiene en cuenta que, del 69,3% que dio luz verde a esos acuerdos, los accionistas de control de la compañía agrupaban más de un 52% del capital a fecha de celebración del cónclave, no es difícil atisbar el peso que han ido cobrando esos grupos de presión. Según los datos facilitados por la editora de Telecinco, la junta celebrada el pasado 15 de abril alcanzó un quórum del 73,45% del capital social. En esa fecha, Silvio Berlusconi atesoraba un 46,165% de la firma, por un 3,2% de Invesco y un 3,37% de Lazard.

Un informe de Linklaters publicado el año pasado advertía precisamente acerca de la cada vez mayor presencia en la firmas españolas de los proxy advisors, figura nacida en EEUU. Y exponía que la principal reivindicación de estos fondos, tradicionalmente centrados en vetar las remuneraciones excesivas de los directivos, está mutando hacia la aspiración de incluso ocupar puestos en los Consejos de las empresas en las que invierten, con el objetivo de defender su dinero del núcleo de poder. Según el citado estudio, desde el 2000 se ha duplicado el número de activistas con hoja de ruta y su plan también ha incorporado una mayor presión para que la caja vaya a parar a sus bolsillos, vía dividendos especiales.

Esta importancia se observa en la evolución del porcentaje de reprobación que ha sufrido Mediaset en los últimos años. Por ejemplo, la política retributiva recibió una cuota de votos en contra de entre el 18,7% y el 20,17% del capital en 2012, primer año en que la compañía decidió no entregar dividendo. En 2011, sin embargo, el dato de rechazo apenas se situaba en el 9%. En 2013, también recibieron inusitados reproches las diferentes reelecciones de miembros del Consejo de Administración, con votos contrarios ampliamente por encima del 20% en la mayoría de los casos. El año pasado, este reproche se situó ya en el 24,3%, seis puntos menos de lo que lo ha hecho este año.

Mediaset ha sido tradicionalmente una máquina de hacer dinero y de repartirlo entre sus accionistas. De hecho, la compañía italiana ha distribuido entre los suyos desde el año 2001 la friolera de 1.963 millones de euros, a pesar de que en los dos últimos ejercicios los accionistas se han ido a casa sin nada. Este año, tras los informes relativos a los resultados correspondientes a 2014, Mediaset ha acordado el reparto de 47,6 millones de euros en dividendos.

Sólo se incrementa la remuneración de Vasile

placeholder Paolo Vasile y Alejandro Echevarría. (EFE)

La retribución correspondiente a los consejeros ejecutivos para el año 2015 sigue el mismo esquema que la mantenida a lo largo del último año, sin ningún tipo de actualización, salvo en el caso de Paolo Vasile, cuya retribución fija se verá incrementada en 50.000 euros anuales, y la parte variable que pueda percibir se verá aumentada en hasta 250.000 euros con respecto a la establecida en 2014. Mediaset justifica este incremento porque, hasta julio de 2014, la compañía contaba con dos consejeros delegados, pero desde esa fecha, Vasile ha asumido todas las riendas en la gestión audiovisual y publicitaria de la compañía.

En 2014, Mediaset ha logrado un beneficio neto de 59,5 millones de euros, lo que supone multiplicar casi por quince los 4,2 millones de euros que ganó en 2013 como consecuencia del ajuste de sus cuentas por la fusión con Cuatro. Unos resultados que la cadena de Fuencarral calificó de “excelentes” y como “uno de los ejercicios más brillantes de su historia”, que ha convertido al grupo de medios en el más rentable de España. En apariencia, más que suficiente como para ser generoso en la política de retribuciones. Claro que no todos los accionistas piensan lo mismo.

El rechazo de los llamados proxy advisors al informe anual de retribuciones del consejo de Mediaset España  se ha incrementado en 2015 a pesar de que la empresa que dirige Paolo Vasile ha vuelto al dividendo tras dos años sin repartir beneficios. Los proxy advisors son grupos que coordinan el voto de los accionistas institucionales minoritarios para contrapesar el poder de los gestores y defender el buen gobierno corporativo, y su influencia cada tiene más peso entre las principales compañías del Ibex. Hasta el punto de que, según las votaciones de la última junta de accionistas de Mediaset, un 30,5% de los accionistas presentes votaron en contra de la remuneración de la cúpula de Mediaset.

Telecinco Paolo Vasile
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