La CNMC allana el camino a la compra de Digital+ y evita la intervención de Guindos

La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) allanará este jueves el camino para que Telefónica pueda hacerse con la compra de Digital+ mediante la aceptación de los compromisos voluntarios que la operadora de César Alierta se ha mostrado partidaria de asumir para desatascar una de las mayores operaciones de concentración audiovisual de los últimos tiempos.

La operación –cuyo origen se remonta a junio de 2014– recibirá el plácet de la CNMC de forma que el proceso pueda seguir su curso sin que la compra se encalle en nuevas condiciones mucho más estrictas para Telefónica, que tendría que presentar a Prisa otro comprador si finalmente perdiera su interés por la televisión de pago como resultado de los condicionantes del regulador. De esta forma, y si la operadora internacional acepta lo que ella misma ha suscrito, el proceso saldría adelante sin que, en última instancia, el ministro de Economía, Luis de Guindos, tuviera que ejercer de árbitro. Un escenario que, desde el principio, se ha querido evitar en el Consejo de Ministros.

Como ya informó este diario, en sus compromisos voluntarios Telefónica garantizó la disposición de todos los contenidos audiovisuales a un precio competitivo que deje margen a sus rivales para desarrollar una oferta rentable en el futuro mercado español de la televisión de pago. La propuesta comercial se extenderá tanto a las plataformas convencionales de televisión como a las compañías que operan exclusivamente a través de internet, las llamadas OTT (Over The Top), como son Netflix, Filmin, Totalchannel, la española Wuaki TV o la propia Yomvi de Canal+.

Las autoridades de competencia han insistido una y otra vez a la plana mayor de Telefónica para que se avenga a la apertura de los contenidos audiovisuales en beneficio del resto de competidores, incluidos sus paquetes premium. La compañía reaccionó en un primer momento de manera negativa haciendo valer su capacidad negociadora en la adquisición de los derechos del fútbol, que son esenciales en cualquier proyecto de televisión de pago que se precie. Pero la CNMC se hizo fuerte en sus requerimientos y atacó la línea de flotación de la multinacional exigiendo la definición de paquetes de canales homologables y convenientemente preparados para su comercialización por terceros, de modo que otros operadores pudieran replicar una oferta televisiva equivalente.

Rebaja del periodo de exclusividad de clientes

Telefónica ha aceptado el compromiso de asegurar ofertas a bajo precio que se traduzcan en una pluralidad de opciones para los suscriptores y garanticen la viabilidad de los proyectos que puedan surgir con la reventa de los derechos audiovisuales del llamado operador incumbente.

La CNMC extendió además sus requerimientos a los distintos soportes de televisión, incluyendo no sólo el satélite, sino también, y de un modo específico, a la fibra óptica, que representa el eje básico de toda la oferta de banda ancha en España. Dentro de este capítulo, la operadora está dispuesta a rebajar de cinco a tres años el periodo de exclusividad que establece en los actuales contratos con los clientes, al tiempo que renuncia a su tradicional política comercial en todo lo que concierne al nuevo mercado de la televisión de pago.

El planteamiento de la operadora contiene un alto grado de consenso y se sustenta en un principio básico que pasa por admitir una regulación ex novo en el mercado de los contenidos audiovisuales como garantía para mantener intacta la operativa que ha permitido las multimillonarias inversiones en el segmento básico de la banda ancha. La decisión favorable del regulador permitirá la ejecución automática de la venta de Digital+ a Telefónica, que supondrá ingresos de 750 millones para el Grupo Prisa.

Orígenes de la operación

La operación de compra de Telefónica arrancó en junio de 2014. Los consejos de administración de ambas compañías acordaron entonces la compra de la totalidad de las acciones de Digital+ en manos de Prisa –el 56%–, valoradas entonces en 750 millones de euros. Por otro lado, la operadora de César Alierta adquirió el 22% que posee Mediaset por 295 millones de euros.

Telefónica de Contenidos abonó otros 30 millones de euros a la televisión de Paolo Vasile como contraprestación a la renuncia de Mediaset a su derecho de adquisición preferente sobre la participación de PRISA. El acuerdo contempla, además, un posible pago adicional de 10 millones de euros que se devengará en cuanto la compra de Digital+ sea ratificada por el regulador. A eso hay que añadir que tendrá que abonar hasta 30 millones de euros extra a Mediaset en función de la evolución de los clientes de la televisión de pago en España durante los próximos cuatro años.

Esta transacción ha supuesto para Prisa una pérdida contable de 2.064 millones de euros y en las cuentas individuales de 750,38 millones de euros. Por otro lado, la caída en el número de abonados de Canal+ obligó a Prisa a revisar el valor del precio y registrar un deterioro de 23,7 millones de euros por el impacto estimado que la evolución del negocio tendrá en el precio final de la operación hasta el momento en el que se materialice la venta. Digital+ ha cerrado marzo con un millón y medio de abonados (1.549.511), exactamente medio millón menos de los que atesoraba hace seis años.