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Bergareche, impulsor de la fusión con 'El Mundo', toma la presidencia de Vocento
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Bergareche, impulsor de la fusión con 'El Mundo', toma la presidencia de Vocento

La llegada de Bergareche a la presidencia del grupo Vocento alienta a los partidarios de la fusión con Unidad Editorial y rompe la débil paz interna de un Consejo enormemente fragmentado

Foto: Junta general de accionistas de Vocento (EFE)
Junta general de accionistas de Vocento (EFE)

La llegada de Santiago Bergareche a la presidencia del grupo Vocento es una primera victoria para esa facción del consejo (los Urrutia-Bergareche-Castellanos), partidaria desde hace meses de una gran operación corporativa con Unidad Editorial: la siempre mentada y nunca completada fusión de ABC con El Mundo. Su elección como nuevo ‘capo’ de la compañía en lugar de Rodrigo Echenique, forzado a abandonar la presidencia tras sus nuevos cometidos en el Banco Santander, rompe los frágiles equilibrios alcanzados hasta ahora en el seno de un Consejo enormemente dividido. Se avecinan más cambios y, también, nuevos impulsos para los partidarios de la unión de las cabeceras.

Vocento comunicó ayer por la tarde, mediante un hecho relevante a la CNMV, la dimisión de Echenique y la llegada de un tercer presidente a la compañía en menos de tres años. El propio Echenique había planteado en las últimas semanas las diferentes posibilidades para remplazarle en la compañía, después de que Ana Patricia Botín tomara el mando en el Santander y reforzara sus funciones como vicepresidente ejecutivo. Un planteamiento que, pese a su resistencia inicial, le obligaba a abandonar la presidencia de Vocento y de NH por las limitaciones establecidas en la Ley de Ordenación, Supervisión y Solvencia de las entidades de crédito.

La opción de Bergareche fue avalada por unanimidad en el Consejo después de que se superase la oposición que podría haber presentado la familia Ybarra, tradicionalmente enfrentada a esta facción. Los Ybarra siempre han sido partidarios de mantener el statu quo y postergar cualquier operación mediática con la competencia. Está por ver si el nuevo orden garantiza la débil ‘pax social’ en que ha venido operando la firma o vuelve a atizar los tambores de fusión.

Corría el 27 de febrero de 2012 y el consejo de Vocento se rompía en mil pedazos cuando los Bergareche y Urrutia, apoyados por otros accionistas como Manuel Jove y Félix Revuelta, esgrimían un requerimiento notarial por el que solicitaban una Junta General Extraordinaria en un plazo de dos meses con el fin de revocar el consejo e intentar la toma de control de la compañía. Todo un golpe de Estado que ponía fin a meses de convulsión en el seno de Vocento pero que, en paralelo, daba carta de naturaleza a una guerra civil que nunca ha terminado de cerrarse. Los dos bandos han aparecido muy marcados desde entonces.

Dos intentos fallidos de fusión

De momento, van ya dos intentos en vano de fusión. Como publicó El Confidencial a finales del pasado año, el segundo amago acabó en el mismo sitio que el primero. Esto es, en el olvido. Y según aseguran fuentes conocedoras de las conversaciones, mantenidas entre las partes con una discreción inusitada, una de las claves que explica la ruptura fue la inflexible posición de Rodrigo Echenique respecto a las líneas rojas de deuda y de capital con las que Unidad Editorial podía acceder a la fusión. En concreto, un agujero no superior al de su partenaire y no más de un 30% del holding.

Precisamente este diario publicó en septiembre, con las conversaciones en plena ebullición, un documento interno del servicio de análisis del Santander que incidía en esta tesis. "El endeudamiento es el mayor obstáculo –se exponía en el análisis en cuestión–. Asumiendo que el acuerdo debe hacerse en acciones, el apalancamiento agregado en 2013 en términos deuda neta/ebitda no es sostenible. Por eso, cualquier pacto implica que RCS reduzca la deuda consignada por Unidad Editorial, lo que afectaría a la estructura accionarial".

Los números cantan. A 31 de diciembre de 2013, la propietaria de El Mundo mantenía una deuda neta superior a los 250 millones de euros, por los apenas 150 de Vocento. No es difícil echar cuentas y alumbrar unas obligaciones superiores a 400 millones de euros, cuando el beneficio neto ajustado antes de impuestos, depreciaciones y amortizaciones (ebitda) del conglomerado apenas alcanzaría los 43,9 millones, según números del pasado año. ¿Conclusión? Una ratio deuda/ebitda de 9,1 que casi triplica cualquier múltiplo asumible para una operación inviable sin quitas.

Santiago Bergareche es licenciado en Ciencias Económicas y Derecho por la Universidad Comercial de Deusto. Actualmente, es vicepresidente primero de Ferrovial, presidente de Dinamia y consejero de Maxam. Anteriormente, también ejerció como director general de BBVA, presidente de Metrovacesa, Agromán y Cepsa, además de consejero delegado en Ferrovial.

La llegada de Santiago Bergareche a la presidencia del grupo Vocento es una primera victoria para esa facción del consejo (los Urrutia-Bergareche-Castellanos), partidaria desde hace meses de una gran operación corporativa con Unidad Editorial: la siempre mentada y nunca completada fusión de ABC con El Mundo. Su elección como nuevo ‘capo’ de la compañía en lugar de Rodrigo Echenique, forzado a abandonar la presidencia tras sus nuevos cometidos en el Banco Santander, rompe los frágiles equilibrios alcanzados hasta ahora en el seno de un Consejo enormemente dividido. Se avecinan más cambios y, también, nuevos impulsos para los partidarios de la unión de las cabeceras.

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