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La cúpula de Prisa hace caja por Navidad al embolsarse otra remesa de acciones
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su socio mexicano, entre los beneficiarios

La cúpula de Prisa hace caja por Navidad al embolsarse otra remesa de acciones

Es época de de presentes, aunque en la cúpula de Prisa la generosidad es leitmotiv todo el año. Y si no puede ser en cash, que sea en papelitos

Foto: El presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, durante una junta de accionistas. (EFE)
El presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, durante una junta de accionistas. (EFE)

Época de buenos propósitos y de presentes. En la cúpula de Prisa, no obstante, la generosidad es leitmotiv durante todo el año. Y si no puede ser en cash, al menos que sea en papelitos. No en vano, el grueso de los consejeros de la compañía ha aflorado durante los últimos días de diciembre el cobro de una remesa de acciones en atención al plan de retribuciones actualmente en marcha. Entre los nuevos agraciados, el flamante socio mexicano de la familia Polanco, Roberto Alcántara Rojas, que tras inyectar 100 millones en la empresa el pasado mes de julio, entra ahora en el tradicional reparto de títulos de la editora de El País.

Desde el punto de vista económico, los importes son simbólicos. Por ejemplo, el empresario azteca, dedicado al transporte a través de firmas como el Grupo Toluca o la aerolínea de bajo coste VivaAerobus, percibió algo más de 44.000 acciones, valoradas en 14.432 euros. También han comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) la recepción de acciones un consejero histórico como Gregorio Marañón, Borja Pérez Arauna –hijo de Francisco ‘Pancho’ Pérez, cofundador de la firma con Jesús Polanco– y Agnes Noguera (cada uno por importe de casi 16.000 euros), así como Alain Minc y Ernesto Zedillo (por más de 18.000).

La última junta general de accionistas del grupo aprobó “la entrega de acciones de la sociedad como retribución” de consejeros y directivos, una práctica institucionalizada en los últimos ejercicios. El acuerdo en cuestión contempla “una retribución fija anual por participación en el Consejo de Administración que se abona a cada uno de los consejeros externos (no ejecutivos) de la sociedad, a elección de éstos, íntegramente en metálico o, en un 60% en metálico y en un 40% en acciones de Prisa”. Los títulos se entregan trimestralmente, tomando como referencia el valor medio de cierre de la cotización en los últimos 30 días.

Esta estructura de cobros se establece en ejercicios con resultados dramáticos para la compañía. Sin ir más lejos, Prisa registró pérdidas de 2.084,36 millones hasta septiembre, lastrada por el efecto contable de la venta de Digital+ a Telefónica, operación todavía pendiente de la aprobación por parte de las autoridades de Competencia. Desde el año 2010 y hasta 2013, la editora de El País se ha apuntado pérdidas por importe de 1.427,82 millones de euros, en años marcados no solo por el deterioro de su plataforma de pago, sino también por las negociaciones con los bancos para refinanciar una deuda que superaba los 5.000 millones de euros.

Según el último Informe de Gobierno Corporativo publicado por la entidad, correspondiente al año 2013, el Consejo percibió 6,21 millones de euros, frente a los 5,35 del año anterior. De acuerdo con el desglose, 4,17 millones se devengaron en la sociedad en metálico, por 1,54 millones en acciones. Además, los consejeros registraron otros 495.000 euros derivados de su participación en otras sociedades del grupo. Los tres ejecutivos –Juan Luis Cebrián, Fernando Abril-Martorell y Manuel Polanco– acapararon más del 70% de la remuneración total. La alta dirección se embolsó en 2013 un montante de 6,2 millones de euros, frente a los 5,81 de 2012.

Fantasías desaforadas

Bien harán el tándem Cebrián-Polanco en contentar a Alcántara Rojas, cuya sindicación accionarial a la familia fundadora permite a esta conformar un núcleo duro de control cercano al 20%. Lejos quedan los tiempos es los que el clan llegó a atesorar más de un 70% de la firma. En todo caso, la predisposición del empresario mexicano no es pequeña. “Ni en mis más desaforadas fantasías habría imaginado invertir en El País y en Prisa”, dijo recientemente durante la XXV Asamblea del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL). “Para que un grupo mantenga su economía, su independencia, y que pueda tener libertad de expresión, tiene que ser autónomo e independiente, y para eso tiene que ser rentable”, aseguraba después durante una entrevista con Proceso.

En esta línea, dejaba claro a la publicación mexicana que la presencia de los bancos –véase los Santander, La Caixa o Santander– en el accionariado de Prisa se iba a ir reduciendo con el tiempo, en tanto la intención de esas entidades financieras es ir vendiendo progresivamente sus acciones. En este marco, tampoco descartó que el consorcio que encabeza aumente su inversión en la compañía. Cebrián, en un desayuno informativo, explicó cuáles eran las razones del mexicano para invertir en Prisa. “La gente no sólo se mueve por dinero. (…) Los que creemos en los periódicos como esas instituciones, creemos que hay una moral detrás de todo eso. Yo creo que esa es la motivación fundamental de Roberto Alcántara”. Todo vale por Navidad.

Época de buenos propósitos y de presentes. En la cúpula de Prisa, no obstante, la generosidad es leitmotiv durante todo el año. Y si no puede ser en cash, al menos que sea en papelitos. No en vano, el grueso de los consejeros de la compañía ha aflorado durante los últimos días de diciembre el cobro de una remesa de acciones en atención al plan de retribuciones actualmente en marcha. Entre los nuevos agraciados, el flamante socio mexicano de la familia Polanco, Roberto Alcántara Rojas, que tras inyectar 100 millones en la empresa el pasado mes de julio, entra ahora en el tradicional reparto de títulos de la editora de El País.

El País Juan Luis Cebrián Santander
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