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Cospedal, el ninguneo a Ignacio González y el cortijo del Partido Popular en RTVE
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Cospedal, el ninguneo a Ignacio González y el cortijo del Partido Popular en RTVE

Ignacio González se quejó en privado de que nadie le avisara de que el 'su caballo', José Antonio Sánchez, presidente de Telemadrid, era el elegido para RTVE

Foto: Ignacio González, junto a Dolores de Cospedal y Fátima Báñez, en el desayuno del lunes.
Ignacio González, junto a Dolores de Cospedal y Fátima Báñez, en el desayuno del lunes.

Lunes, 6 de octubre. Hotel Ritz de Madrid. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se prepara para su conferencia en el Fórum Europa. El reloj da las nueve de la mañana. Como telonera, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no puede ser más generosa con el político madrileño. “Sigue soñando y sueña todos los días con un Madrid próspero, en crecimiento y creando empleo. Este es el reto que se ha marcado (…) y no dudamos ninguno de que tienes las capacidades suficientes para afrontarlo y superarlo”, le regalaba la presidenta de Castilla-La Mancha. Aunque evitaba entrar en si sería cabeza de lista para las autonómicas, Cospedal sí mostraba para con González una cercanía de la que no siempre ha gozado.

Horas después, los parabienes se tornaban agravios. El Partido Popular presentaba en el Congreso de los Diputados su candidato para presidir una RTVE al borde de la ruina. No era otro que José Antonio Sánchez, un viejo conocido en la Corporación, a la sazón director general de Telemadrid. El presidente madrileño, que se enteraba tarde y mal, no dudaba en quejarse ipso facto por la falta de información y el ninguneo, especialmente tras compartir desayuno esa misma mañana con la jefa del partido. Pese a los paños calientes, no era precisamente pacato cuando, un día después, mostraba en privado su enfado porque nadie le advirtiera con antelación de que su caballo era el elegido.

placeholder José Antonio Sánchez. (Efe)

En un arranque dialéctico, Gonzálezllegó a asegurar que casi le habían hecho un favor,suscitando en alguno de suspartenairesla sensación de que le había sentado peor el desaire del partido que tener que recomponer la cúpula de su cadena autonómica a meses de las elecciones. De hecho, apuntaba que solventaría el vacío generado recurriendo a profesionales de la casa, con el subdirector general, Ángel Martín Vizcaíno, como el casi seguro candidato para asumir de una u otra forma el mando. Mientras González terminaba de apaciguarse, Sánchez –cuyo nombre no era el primero lista pero siempre estuvo en la mesa de Rajoy desde que el plan Echenique se despeñó- se preparaba para el trámite del miércoles en la Comisión de Nombramientos del Congreso de los Diputados.

Fue en ese acto cuando Sánchez hizo la revelación que marcará su presidencia. Sin ambages, admitió abiertamente que cobró del PP cuando ejercía en la empresa privada. En concreto, lo hizo hace 20 años, cuando trabajaba como periodista en el diario ABC. Presumió Sánchez de que percibió esos ingresos extra con la autorización del entonces director de ese diario, Luis María Anson. Tal confesión, suficiente como para invalidar a cualquiera que tenga que ser imparcial a la hora de tratar algo tan sensible como la información, ya sea como presidente de RTVE o como el último cronista parlamentario,pareció pasar en exceso inadvertida entre tarjetas black y escándalos desindicalistas asturianos,incapaz de sorprender en un país en el que la corrupción se ha institucionalizado.

Vuelta frustrada a Teléfonica

“Sánchez es un soldado, un hombre sumamente disciplinado. No quería asumir el puesto, pero si le llama el Partido Popular siempre responde –explica una fuente parlamentaria que conoce bien al que será nuevo presidente de la televisión pública-. De hecho, él estaba ya listo para volver a Telefónica en mayo. No es que le hayan hecho la pascua, pero casi”. Es más, estas mismas fuentes constatan que su nueva responsabilidad en RTVE, que se prolongará al menos hasta las próximas elecciones generales, hará que expire la excedencia que Sánchez mantiene con la ‘teleco’. También añaden, no sin cierta ironía, que, finiquitados o no los plazos para su vuelta, lo normal es que sea acogido sin muchas protestas en la multinacional si se da el caso.

Estas credenciales dejan claro que, por primera vez en la legislatura en lo que a la televisión pública respecta, el PP ha enseñado todas las cartas. Leopoldo González-Echenique renegó de Génova todo lo que pudo hasta que cayó –sin darse demasiada cuenta- bajo las presiones del partido. Durante su mandato, concitó al tiempo las críticas de la oposición por sus telediarios de derechas y fue zaherido por los propios por sus informativos pro-PSOE. En el caso de Sánchez, no va a haber dudas. A quienes en el Congreso le criticaron con dureza por encarnar la época de la manipulación entre 2002 y 2004, con Urdaci como mano derecha, les respondió que nunca TVE tuvo tanta audiencia. Balones fuera y mejor contestar por elevación.

Cospedal no dijo nada a González en la mañana del lunes. Tal vez no sabía con certeza que la opción de Sánchez era la elegida. Puede ser,Moncloa manda y tiene siempre la última palabra. Puede incluso que pensara que ya tendría tiempo más tarde para explicarse. Después de que hace dos años viera como Sáenz de Santamaría desarticulaba el milimétrico plan que había diseñado para RTVE, mejor ser cautelosa. Fuera el plácet de Presidencia,del PP o ambos, la sensación es que el partido vuelve a mandar en la televisión pública. A meses vista de las elecciones, uno de los suyos controlará los telediarios. Es más, este es tan de los suyos que hasta cobró del partido. En estos tiempos de maleza no se guardan ni las formas.

Lunes, 6 de octubre. Hotel Ritz de Madrid. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se prepara para su conferencia en el Fórum Europa. El reloj da las nueve de la mañana. Como telonera, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no puede ser más generosa con el político madrileño. “Sigue soñando y sueña todos los días con un Madrid próspero, en crecimiento y creando empleo. Este es el reto que se ha marcado (…) y no dudamos ninguno de que tienes las capacidades suficientes para afrontarlo y superarlo”, le regalaba la presidenta de Castilla-La Mancha. Aunque evitaba entrar en si sería cabeza de lista para las autonómicas, Cospedal sí mostraba para con González una cercanía de la que no siempre ha gozado.

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