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Telefónica arranca su era en Canal+ bajo la hipoteca de Roures y su control del fútbol
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al perder la champions hasta 2018

Telefónica arranca su era en Canal+ bajo la hipoteca de Roures y su control del fútbol

La probable adquisición de Mediapro de los derechos de la Champions League para el pago entre 2015 y 2018 marca la irrupción de Telefónica en Canal+.

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El elevado coste del fútbol ha sido un auténtico agujero sin fondo para Canal+ en los últimos años, al punto de forzar la venta de la plataforma. Lo peor es que amenaza con continuar siendo un problema de primera magnitud para su casi seguro comprador, la Telefónica de César Alierta. Y es que la primera gran subasta de derechos en el balompié, los de la Champions League hasta 2018, apunta al triunfo de Mediapro para el pago. Un escenario que obligará a la teleco a negociar con la productora catalana si quiere emitir uno de los acontecimientos premium por excelencia.

Aunque no hay todavía notificación oficial de la UEFA, el sector da por hecho que la oferta vinculada de Antena 3 y TV3 –para el abierto– y Mediapro/Al Jazeera –para el pago– ha obtenido esos derechos para las tres temporadas que van entre 2015 y 2018. La cadena de Planeta habría ofrecido una cantidad en torno a los 40 millones de euros y la autonómica catalana cinco adicionales. El importe del paquete de pago es más difuso, si bien fuentes conocedoras del proceso aseguran que el compromiso adquirido no debería haber bajado de los 100 millones. Canal+, su actual poseedor, habría abonado en su día una cantidad en el entorno de los 90 millones.

La cuestión es que la plataforma del Grupo Prisa en ningún momento consiguió rentabilizar ese ingente esfuerzo económico por la Champions, pese a montar un canal ad hoc. Es más, terminó regalando el contenido a sus clientes, dentro de la oferta de determinados paquetes. Algo similar ha sucedido con el contrato firmado con Mediapro para la emisión de la Liga de Fútbol, que termina en la temporada que ahora empieza y que la firma de los Polanco se ha mostrado incapaz de monetizar. Si las autorizaciones regulatorias lo permiten, el tándem Roures-Benet, que atesora los derechos de la mayoría de clubes, tendrá que negociar ahora con Telefónica.

“Está claro que la supervivencia de Gol TV está vinculada a tener presencia en el mayor número de plataformas de televisión. Sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones de ancho de banda que presenta la TDT en España”, exponía ayer un analista del sector, mostrando su perplejidad porque Telefónica no haya apostado decididamente por obtener ella misma los derechos en la subasta. El fútbol ha sido tradicionalmente un contenido estratégico para Canal+ y la intermediación de Mediapro no abaratará el precio para la teleco en el futuro. Todo si finalmente logra las bendiciones de las autoridades de Competencia para tomar el 100% del activo hasta ahora de Prisa.

El dinero no lo es todo

“No siempre la cuestión es de dinero. Es de suponer que, por músculo financiero, nadie podría derrotar una propuesta de Telefónica en ninguna de las licitaciones que se pongan por delante. Por ejemplo, la presentación de una oferta vinculada para el abierto y el pago podría ayudar a convencer a la UEFA en este caso, al proporcionarle un mayor nivel de seguridad en diferentes modalidades de retransmisión”, exponen otras fuentes del sector, bajo condición del anonimato. De cerrarse el contrato, Atresmedia vendría a sustituir en sus balances el coste de la Fórmula 1 por el de la Champions League, en tanto suponen desembolsos similares.

El frente de la Liga presenta otras ramificaciones, incluso de mayor calado. No en vano, el dinero por sus derechos que los equipos reciben del operador de televisión –en esencia Mediapro– resulta esencial para sostener sus presupuestos. Hasta ahora, Prisa ha cubierto en gran medida ese desembolso con su apuesta por el balompié. Eso sí, lo ha hecho a costa de asumir un deterioro del valor de la plataforma de pago superior a los 1.000 millones de euros en los últimos ejercicios y a pesar del desplome de los suscriptores, con 400.000 menos que al inicio de la crisis. Está por ver el planteamiento que adopta Telefónica y si hay realmente un burbuja que explotar.

Por ahora y pese a los duros augurios, el planteamiento de la teleco para Canal+ está claro y pasa por incrementar la base de clientes, a partir de ofertas convergentes. Así lo aseguraba el director de contenidos audiovisuales de la multinacional, Luis Velo, en un reciente desayuno en El Confidencial. El ejecutivo no sólo auguró un crecimiento brutal de la televisión de pago en el próximo lustro, periodo en el que pasará de 3,8 a cerca de 10 millones, sino que subrayó que la cultura de pagar por contenidos terminará imponiéndose, siempre que se ofrezca valor añadido y se ajusten los precios. Para ello, también resulta imprescindible que determinados contenidos premium desaparezcan del abierto. Un camino con obstáculos que apenas se ha comenzado a recorrer.

El elevado coste del fútbol ha sido un auténtico agujero sin fondo para Canal+ en los últimos años, al punto de forzar la venta de la plataforma. Lo peor es que amenaza con continuar siendo un problema de primera magnitud para su casi seguro comprador, la Telefónica de César Alierta. Y es que la primera gran subasta de derechos en el balompié, los de la Champions League hasta 2018, apunta al triunfo de Mediapro para el pago. Un escenario que obligará a la teleco a negociar con la productora catalana si quiere emitir uno de los acontecimientos premium por excelencia.

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