Vocento deja sin 'bonus' a sus directivos al no cumplir los objetivos económicos

Vocento mejoró sustancialmente sus cifras el año pasado. Eso sí, el esfuerzo ha sido hasta ahorainsuficiente para aliviar los bolsillosde su cúpula directiva. Y es que, según admite la compañía en sus cuentas anuales, los planes de incentivos a sus ejecutivos correspondientes a los años 2012 y 2013 se cerraron sin entrega alguna de fondos o acciones, al no cumplir la firma con los objetivos previstos. La editora de ABC registró pérdidas de 15,13 millones de euros en el último ejercicio en liza, un 71,6% menos si se compara con el agujero de 53,36 millones que se anotó en los doce meses anteriores.

“De acuerdo con la valoración de dichos planes y el no cumplimiento de los objetivos establecidos en los mismos, la sociedad no mantiene ninguna provisión registrada por este concepto en el balance de situación a 31 de diciembre de 2013, ya que el mencionado plan ha vencido, y por tanto no se va a proceder a realizar ningún pago por este concepto”, subraya la compañía en el Informe de Gestión a sus cuentas. Ambos programas, aprobados en las juntas de 2010 y 2011, afectaban al consejero delegado, Luis Enríquez, así como a altos directivos y otros ejecutivos de la casa.

Vocento ya avanzaba en las cuentas correspondientes al año 2012 que los hitos no se estaban cumpliendo. De hecho, deshizo la provisión acumulada por si tenía que pasar por caja. “No se prevé cumplir los objetivos establecidos en dichos planes. Consecuentemente, y de acuerdo con la valoración de dichos planes al 31 de diciembre de 2012, el grupo ha revertido los saldos por importe de 690 y 278 miles de euros que se encontraban registrados”, exponía entonces la firma. El número máximo de acciones a distribuir dentro en los programas de 2012 y 2013 se situaba en 408.001 y 478.379, respectivamente, en torno al 0,6% de la sociedad.

Los planes ya cerrados consistían en la entrega de una retribución variable única para los ejecutivos de la casa incluidos en el programa, equivalente al 25% del salariofijoanual que perciben. En el caso del consejero delegado, la prima se elevaría al 50% de su retribución fija. La liquidación para los consejeros sería de un 75% en metálico y un 25% en títulos del grupo; para Luis Enríquez, en la firma desde 2011, el 100% del bonus sería en acciones de la compañía. Todo vinculado al “cumplimiento del resultado de explotación presupuestado para los ejercicios 2012 y 2013”. Finalmente, agua de borrajas.

Ajustes en la retribución

Esta evolución de la retribución variable ha limitado considerablemente elsalario percibido en 2013 por el primer ejecutivo de la sociedad, que se embolsó 510.000 euros, muy lejos de la remuneración que se anotan otros directivos del sector. Es más, sus emolumentos el año pasado se situaron incluso muy por debajo de los 644.000 que percibió en 2012, debido tanto a la eliminación de cualquier compensación variable como de las dietas por asistencia al consejo de administración o las diferentes comisiones de la casa. Además de Enríquez, la alta dirección –nueve personas excluidos consejeros– se embolsó 1,76 millones de euros en 2013, cuandola cifra se elevó a 2,68 millones en 2012para retribuir a once personas. Todo un esfuerzo de contención.

Finiquitados los premios hasta 2013, el punto de mira de los ejecutivos de Vocento está ahora en finales de 2014. No en vano, la junta general de accionistas celebrada en junio de 2012 aprobaba el plan de incentivos a largo plazo actualmente en vigor, basado en el cumplimiento de objetivos entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de diciembre de este año. “El número máximo de acciones de la sociedad incluidas en el plan es de 2.154.600, que representa un 1,7241% del capital social”, reflejaba el orden del día del cónclave. El desempeño se medirá, en este caso, en función de parámetros como el beneficio antes de impuestos, tasas y amortizaciones (ebitda) y la variación de la deuda. Sólo se contempla la entrega de títulos –no hay cash– y 241.228 acciones se reservan para el consejero delegado.

La compañía, en pleno rally bursátily cortejada por los inversores internacionales, ponía coto a finales de febrero a importantes problemas de tesorería, que las cuentas cuantificaban en un importe no baladí. “El balance consolidado al 31 de diciembre de 2013 adjunto presenta un déficit de capital circulante de 86.215 miles de euros –subraya la Memoria–. En este sentido, con fecha 21 de febrero de 2014 la Sociedad Dominante del Grupo ha formalizado una financiación sindicada con vencimiento final a largo plazo”. En esta línea, la firma comunicaba entonces a la CNMV una operación en esos términos por importe de 175,27 millones de euros. Un jalón más en el afánde los gestores por estabilizar la compañía, tras años de fuertes pérdidas.

Para cerrar el círculo, la empresa someterá a sus accionistasen la próxima junta un cambio del domicilio social del holding, que pasará de la madrileña calle Luca de Tenaa Pintor Losada, en Bilbao. La decisión, que no tiene implicaciones fiscales en tanto la firma ya tributa en Vizcaya, sísupone toda una vuelta a los orígenes de lo que fuera el Grupo Correo. Vocento explica la medida y recuerda quela contabilidad yla emisión de facturasde la sociedad ya se controla desdeel País Vasco, donde además "radica históricamente su domicilio fiscal". Una mudanza con ineludibles implicaciones simbólicas.