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Echenique afronta sus peores días en RTVE con sectores del PP promoviendo su salida
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el yugo de hacienda limita su gestión

Echenique afronta sus peores días en RTVE con sectores del PP promoviendo su salida

El presidente de Radio Televisión Española (RTVE), Leopoldo González-Echenique, no está cómodo al frente de la Corporación. Lo dice a su entorno

Foto: Leopoldo González-Echenique. (Efe)
Leopoldo González-Echenique. (Efe)

El presidente de Radio Televisión Española (RTVE), Leopoldo González-Echenique, no está cómodo al frente de la Corporación. Lo dice a su entorno sin ambages y éste lo traslada con cuentagotas desde hace semanas. Sus quejas no son pequeñas y enlazan con un entorno presupuestario cada vez más estrecho que le impide no ya competir con las privadas –no es el caso-, sino poner en marcha la programación que le gustaría. Con la audiencia en retirada, el sector descontaba en estos días su salida, rumbo a la lista del PP para las elecciones europeas. Un rumor, por ahora sólo un rumor, tras el que se esconde una posición más que complicada en la casa, con el propio partido en armas por el trato informativo que le dispensa la cadena. El enemigo siempre ha estado dentro.

Es un cargo que implica un nivel de presión insoportable. Y un desgaste que han sufrido todos los presidentes o directores generales que han pasado por la casa”, explican fuentes internas de la sociedad. Aunque altos cargos del PP consultados por este diario descartaban esta semana que González-Echenique pudiera entrar en la lista popular para Estrasburgo -un destino tranquilo y bien pagado para el que hay bofetadas entre los políticos profesionales-, no hay que olvidar que su nombramiento emana directamente del Gobierno, en concreto de la vicepresidenta Sáenz-Santamaría, de quien Echenique fueapuesta personal. Cualquier decisión sobre su marcha, cuando se produzca, pasará por esas dependencias de Moncloa.

Aunque la experiencia demuestra que estos movimientos no son fáciles -desde que las primeras fricciones entre De la Vega y Luis Fernández terminaron en ruptura pasaron meses, con graves problemas para encontrar sustituto-, lo que síparece probar el desasosiego actual es que el enfrentamiento larvado entre la dirección de RTVE y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha hecho mella en la capacidad de maniobra de los gestores. También en su ánimo. González-Echenique entró en la casa y lo primero que encontró fue un recorte en el presupuesto de 204 millones para 2012. Las cuentas para 2013 elevaban el órdago: 250 millones de ajuste, casi 50 más, que se mantuvieron para 2014. Nada hace prever otra cosa que no sea gestionar la estrechez.

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda. (Efe)Un rosario de duros golpes para un presidente que, abogado del Estado y un advenedizo en el sector, llegaba a la casa para poner las cuentas en orden como principal objetivo.Y, en este sentido, su hoja de servicios no puede ser más frustrante. Incapaz de absorber los recortes y según los balances remitidos al Registro Mercantil, la Corporación registró en 2012 pérdidas de 112,98 millones, más del doble respecto al año anterior. Diversas fuentes internas de la sociedad pública dan por hecho que 2013 se saldará con otro importante agujero, menor pero lejos de los números negros. Y es que González-Echenique aprendió una cosa rápido: el share se compra. De acuerdo con los cálculos que maneja el sector, 50 millones suponen un punto de audiencia.

Aparcar el ‘tema plantilla’

Lo más duro es que el presupuesto con el que cuenta RTVE, cercano a los 900 millones en 2012, no tiene nada que envidiar a la facturación de Mediaset o Atresmedia y da para hacer una televisión de campanillas. ¿Problema? Que pagar a la plantilla (6.400 efectivos)se lleva 350 millones. Y eso es algo que ni Echenique ni el Gobierno -que en esto tendría mucho que decir- han querido afrontar. De hecho, el presidente pactó con los sindicatos hace apenas meses una inestable ‘pax social’ hasta 2015, aparcando el problema de fondo. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ya contemplaba en su hoja de ruta la salida de 1.500 profesionales allá por julio de 2013, en pleno conflicto laboral. Todo un punto de inflexión en la relación de la Dirección con su principal accionista, el brazo armado de Hacienda. Mientras no se acometa ese frente, RTVE no dará un paso adelante. El resto es quedarse en las musas.

Control de informativos de RTVE. (Efe)Claro que quienes sí están en el teatro son los propios políticos populares, diputados incluidos, que aprovechan cualquier ocasión para criticar abiertamente el tratamiento informativo que se da a sus temas en la televisión pública. Basta con darse una vuelta por el Congreso y escuchar, desde quien saca una lista interminable de agravios hasta quien, irónicamente, compara a los telediarios de RTVE con los de La Sexta. Al margen de la caricatura, es evidente que el partido está lejos de comulgar con los telediarios de González-Echenique, que para sorpresa de Génova siempre ha defendido su independencia del poder político. Un argumento que olvida -como bien apunta un agraviado- quién le nombró. No en vano y hasta dónde se sabe, el presidente del Gobierno lo es también del PP.

“En esto hay poco que hacer -aseguran fuentes internas de la casa-. Él va a seguir adelante con su equipo y eso implica no cambiar nada respecto al tratamiento informativo. Eso sólo ocurrirá el día que salga”. Sin contar con que hasta ahora se han publicado todas las auditorias y fiscalizaciones del Tribunal de Cuentas correspondientes a mandatos anteriores. Las próximas tocarán a su gestión. Y raro sería que no dieran munición a propios y extraños para zaherirle. “De fondo, aquí no se ha cambiado nada en los dos últimos años. Las duras críticas que la Intervención General del Estado ha hecho a Oliart o Fernández también las tendrá el actual presidente”, remachan estas fuentes, bajo condición del anonimato. No faltaría quien, para entonces, preferiría estar a miles de kilómetros de distancia.

El presidente de Radio Televisión Española (RTVE), Leopoldo González-Echenique, no está cómodo al frente de la Corporación. Lo dice a su entorno sin ambages y éste lo traslada con cuentagotas desde hace semanas. Sus quejas no son pequeñas y enlazan con un entorno presupuestario cada vez más estrecho que le impide no ya competir con las privadas –no es el caso-, sino poner en marcha la programación que le gustaría. Con la audiencia en retirada, el sector descontaba en estos días su salida, rumbo a la lista del PP para las elecciones europeas. Un rumor, por ahora sólo un rumor, tras el que se esconde una posición más que complicada en la casa, con el propio partido en armas por el trato informativo que le dispensa la cadena. El enemigo siempre ha estado dentro.

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