T5 y Antena 3 cortejan el botín publicitario por la liquidación de las autonómicas

Telecinco y Antena 3 observan con atención el cerrado por derribo que amenaza a las televisiones autonómicas. Y es que ambos grupos aspiran a acaparar parte de la publicidad que sin remedio abandonará las ruinosas cadenas regionales, condenadas a echar la persiana o a privatizarse asumiendo importantes descensos de la audiencia. Todo un balón de oxígeno para las privadas en plena debacle de la inversión publicitaria, que acumula descensos en torno al 15% en el primer trimestre del año. Según el último informe publicado por Deloitte, la facturación de las autonómicas por anuncios rebasó los 245 millones en 2010.

Existen dos hipótesis sobre el futuro de esos fondos. Por un lado, hay quien no cree que exista un mercado autonómico de la publicidad y da todo el chance a Mediaset y Antena 3 para llevarse la parte del león. Sin embargo, hay tesis que defienden que, a diferencia de lo que ocurrió con la eliminación de la publicidad en RTVE, no todo el dinero se lo embolsarán los operadores dominantes. “Hay un 50% de anunciantes regionales, cuyo dinero se destinará a radio o prensa local. Del resto, es evidente que algo irá a las cadenas privadas, pero no todo. Además, no toda la inversión en las autonómicas se va a ir a cero. Lo más relevante es que la concentración de la audiencia en dos operadores les dará a éstos más poder de mercado a medio y largo plazo”, aseguran fuentes del sector.

Diversos analistas del sector coinciden en el análisis. Y es que la progresiva desaparición de las televisiones autonómicas del mercado publicitario tenderá a reforzar el duopolio en ciernes -Mediaset España y Antena 3/La Sexta- y a limitar todavía más las opciones de los anunciantes. “La reducción del contenido comercial y la vuelta de estas televisiones a un mayor servicio público abre la posibilidad de que la audiencia se transfiera a las privadas, con el consiguiente impacto en la cuota del mercado publicitario de las autonómicas, que actualmente se sitúa en el 10%. Su cierre (…) disminuirá su capacidad para actuar como alternativa a las televisiones privadas, lo que hace al duopolio mucho más necesario para la planificación de las campañas por parte de los anunciantes”, apuntaba ayer una firma de análisis.

El Gobierno aprobaba el viernes pasado la remisión al Congreso de un proyecto de ley para que las comunidades puedan privatizar sus televisiones. En todo caso, las que mantengan la titularidad pública deberán ajustarse a un marco de estabilidad presupuestaria, con la fijación de un límite máximo de gasto anual que no podrá rebasarse. La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, insistió ayer en que su Gobierno privatizará su televisión autonómica cuando sea “financieramente viable”, es decir, cuando haya inversores dispuestos a asumir el control de la cadena. Como secretaria general del PP, añadió que la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre “está en la misma situación y está haciendo algo parecido”.

Saneamiento antes que privatización

Aunque el Ejecutivo ha dado luz verde a las privatizaciones, ahora se abren unos meses complicados para las autonomías que quieran deshacerse de sus cadenas. “Se privatiza algo saneado, limpio. Y si los gobiernos regionales se quieren quedar con ellas tendrían que dejarlas en un 20% de lo que son para no incurrir en nuevos déficit”, exponen fuentes del sector, que recuerdan que las televisiones autonómicas mantienen 11.000 empleados. La Sexta, una de las últimas cadenas que vio la luz, nació con una plantilla que no superaba las 100 personas. Las grandes, Antena 3 o Mediaset, se han apretado el cinturón en los últimos tiempos y apenas cuentan en sus filas con entre 500 y 600 personas. Solo Canal 9 tiene en nómina 1.800 efectivos.

Mediaset  España –cabecera societaria de Telecinco- y Antena 3 no olvidan que la eliminación de la publicidad en RTVE en enero 2010 liberó una partida extra de 500 millones de euros que se embolsaron íntegramente las privadas y les permitió recuperar el paso tras el annus horribilis que fue 2009.  Este año se presenta igualmente dramático. “La caída de la publicidad es muy fuerte y las cadenas no pueden hacer mucho más. Hablamos de modelos de apalancamiento operativo con poco margen para reducir los costes”, asegura un analista. Sin contar con que Mediaset y Antena 3 se han embarcado este año en importantes desembolsos en eventos deportivos.

Según el citado informe de Deloitte, las televisiones autonómicas ingresaron casi 1.100 millones en 2010. Más de 800 correspondieron a subvenciones y tasas proporcionadas por los diferentes gobiernos regionales. Sólo 245 fueron facturación publicitaria. Unicamente los gastos de personal, que ascendieron en conjunto a 500 millones de euros, duplican lo que las cadenas ingresan por sus propios medios. Las pérdidas de las televisiones autonómicas –si no se tiene en cuenta la aportación de fondos públicos- superaron los 1.000 millones de euros.