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Unidad Editorial intenta evitar otro ERE con un nuevo ajuste del gasto
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BUSCARÁ HACER MÁS EFICIENTE EL NEGOCIO EN PAPEL

Unidad Editorial intenta evitar otro ERE con un nuevo ajuste del gasto

El consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, se reunía el pasado lunes con un reducido grupo de primeros y segundos espadas de la editora

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Unidad Editorial intenta evitar otro ERE con un nuevo ajuste del gasto

El consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, se reunía el pasado lunes con un reducido grupo de primeros y segundos espadas de la editora de El Mundo. Tras un primer semestre del año marcado por la crisis publicitaria, el mensaje no podía ser más claro: “Hay que tomar decisiones para optimizar el negocio y ajustar todavía más los costes”. ¿Con otro expediente de regulación de empleo en el horizonte? No necesariamente. El primer ejecutivo de la compañía se limitó a apuntar que, por ahora, se pondrán en marcha nuevas medidas de ahorro, se recompondrá la oferta y se estudiarán cambios en las políticas de precio.

Todo con la esperanza de que no haya que tocar de nuevo la plantilla. “Hablamos de reuniones que se mantienen de forma periódica. En este caso se trataba de analizar las cuentas hasta junio, ver cómo había ido el mercado publicitario y reflexionar sobre la mejor forma de reaccionar –explica a este diario uno de los presentes-. Se le preguntó a Fernández Galiano por si hay planteado otro expediente de regulación de empleo y dijo que tocar la estructura laboral es el último recurso. Sólo se considerará si no surten efecto todas las medidas que se van a poner en marcha para hacer más eficiente el negocio y contener todavía más los costes”.

La empresa planteaba ante el Ministerio de Trabajo un ERE pactado con los trabajadores en mayo de 2009. El acuerdo fijaba la cifra de despidos en 180, el 9% de la plantilla. La compañía cedía desde sus cálculos iniciales, que pasaban por la salida de 400 de sus 2.000 empleados. Una primera estimación que ha provocado ahora la inquietud ante una segunda oleada de despidos en enero, si las cuentas no salen. Y es que en diciembre vence el expediente de regulación de empleo en marcha. “Es una medida que precisa mayor maduración. La compañía va a centrarse ahora en el negocio. Se han logrado contener los costes en 90 millones en los tres últimos años. Y esa es la senda que se va a seguir”, explican fuentes internas de la empresa.

Como publicó El Confidencial, Unidad Editorial perdió 19,49 millones en 2010, según consta en las cuentas consolidadas del grupo remitidas este mes al Registro Mercantil. Una evolución que se une a la debacle de 2009, cuando la firma registró un saldo negativo de 51,95 millones. Es la deuda contraída con la matriz la que complica la cuenta de pérdidas y ganancias de la sociedad. No en vano el resultado de explotación alcanzó los 13,1 millones de euros, un ejercicio más que correcto teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el sector. Además, supuso una mejora considerable respecto al año 2009, cuando se anotó un saldo negativo de 17,94 millones. Son los gastos financieros -cerca de 41,3 millones- los que deforman la fotografía.

La evolución en este ejercicio tampoco invita al optimismo. El grupo de medios registró hasta junio un ebitda (beneficio antes de impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 600.000 euros, frente a los 14,9 millones de 2010. La facturación también cayó un 6,7%: pasó de los 272,1 millones del año pasado a 253,6. La matriz italiana RCS Mediagroup explicó la situación por “la caída de la circulación y el comportamiento de la televisión, muy afectados por la tendencia del mercado y cuestiones regulatorias”. En todo caso, zanjó que la compañía “ha reaccionado con rapidez (…) revisando el modelo de negocio para revitalizar la programación y mantener su estrategia de desarrollo multimedia al tiempo que reduce su riesgo operativo”.

El 80% del negocio, en el papel

Las medidas que planteó Galiano en la reunión del lunes buscan precisamente dar la vuelta al ejercicio. En primer lugar, apuesta por poner el foco en el papel, que al final supone el 80% del negocio de la compañía. Sin ir más lejos y dentro de este proceso, El Mundo ya unificaba la semana pasada algunas de sus secciones. La empresa también revisará el perímetro del grupo para determinar cómo hacer más rentables algunos de sus productos. “La preocupación no está tanto en este año, sino en cómo pinta el primer semestre de 2012. Las decisiones que se tomen ahora servirán para ponerse a cubierto, con la mirada puesta en la evolución de la publicidad”, añaden estas fuentes.

La senda marcada por los anuncios no puede ser más preocupante para todo el sector. Como avanzó este diario, los ingresos publicitarios de los periódicos no aumentarán al menos hasta el año 2014. Por ejemplo, según un estudio elaborado por JB Capital Markets, la prensa española registrará descensos de la facturación de un 8,4% este año y de un 5,6% adicional en 2012. La inversión se estabilizará desde 2014 a 2016, con ligeras subidas anuales no superiores al 1%. Los mismos diarios que acaparaban en 2010 el 19,2% del desembolso total de los anunciantes, al final del período apenas tendrán un peso del 16,4%. La facturación de los suplementos dominicales no crecerá ningún año durante el próximo lustro, con caídas de los ingresos que llegarán al 8% en 2012.

El consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, se reunía el pasado lunes con un reducido grupo de primeros y segundos espadas de la editora de El Mundo. Tras un primer semestre del año marcado por la crisis publicitaria, el mensaje no podía ser más claro: “Hay que tomar decisiones para optimizar el negocio y ajustar todavía más los costes”. ¿Con otro expediente de regulación de empleo en el horizonte? No necesariamente. El primer ejecutivo de la compañía se limitó a apuntar que, por ahora, se pondrán en marcha nuevas medidas de ahorro, se recompondrá la oferta y se estudiarán cambios en las políticas de precio.