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Prisa justifica los despidos porque tiene 40 abogados y 100 relaciones públicas en nómina
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LOS SINDICATOS TEMEN UN 'MACROERE'

Prisa justifica los despidos porque tiene 40 abogados y 100 relaciones públicas en nómina

El anuncio fue lo más fácil. Prisa ahora afronta la parte más dura de su plan de ajuste, que supondrá la salida de al menos 2.500

Foto: Prisa justifica los despidos porque tiene 40 abogados y 100 relaciones públicas en nómina
Prisa justifica los despidos porque tiene 40 abogados y 100 relaciones públicas en nómina

El anuncio fue lo más fácil. Prisa ahora afronta la parte más dura de su plan de ajuste, que supondrá la salida de al menos 2.500 personas. La semana pasada comenzaron las reuniones con los representantes sindicales de la compañía, que ven el movimiento como un paso más en la política de desmantelamiento de las empresas del grupo. El responsable de Organización de Prisa, Óscar Gómez, explicó en la primera toma de contacto con los sindicatos que la sociedad mantenía “áreas sobredimensionadas”, hasta el punto de tener en nómina más de 40 abogados y 100 relaciones públicas, según explicaba CCOO en una nota a los trabajadores.

La hoja de ruta que marcará el futuro de los profesionales de Prisa en los próximos meses es el denominado Plan de Eficiencia Operativa, que contempla la rescisión del contrato de 2.514 empleados entre 2011 y 2012. El grueso de las bajas se producirá este año: hasta 2.184 trabajadores tendrán que recoger sus bártulos, 1.240 de la división audiovisual y 505 de la de radio. Son las áreas más afectadas. En 2012 se producirán otras 333 salidas, casi la mitad en el ámbito radiofónico. En total, Prisa prevé desprenderse -vía bajas incentivadas, prejubilaciones o externalizaciones- de un 18% de su plantilla.

El mayor temor entre los sindicatos es que la dirección del grupo, encabezada por Juan Luis Cebrián, plantee un macroexpediente de regulación de empleo, un escenario que reduciría considerablemente las indemnizaciones. Aunque el mantra de los representantes sindicales es que Prisa “tendría problemas para justificar un ERE cuando todas las divisiones del grupo ganan dinero”, lo cierto es que la empresa también puede esgrimir razones “técnicas, organizativas o de producción”. Según ha podido saber El Confidencial por fuentes de toda solvencia, esa opción está sobre la mesa y Prisa ya habría mantenido contactos con el Ministerio de Trabajo para comunicarle ese plan de ajuste y explorar las vías más efectivas para llevarlo a término.

No se nos ha expuesto oficialmente, pero la cuestión del ERE se deja caer en cada conversación”, expone un representante sindical de larga trayectoria en la empresa. No tendría malos asesores la compañía en su esfuerzo por convencer a Trabajo. Prisa presentó el plan de reestructuración a UGT y CCOO en la sede del despacho de abogados KPMG en el Paseo de la Castellana. Además de Gómez, estuvieron presentes en el encuentro dos representantes de esa firma: Miguel Cuenca y Juan Chozas. Este último fue secretario general de Empleo durante el último gobierno popular y salió del cargo víctima de la huelga general del 20-J convocada contra la reforma del desempleo promovida por José María Aznar.

Rebelión en el área de prensa

Ha llamado la atención en las cabeceras del grupo que Prisa plantee 309 bajas para su parcela de prensa. El Comité de Empresa de El País se movilizaba tras conocer el dato y pedía explicaciones a la empresa. La directora de Recursos Humanos, Josefa Gutiérrez, intentó tranquilizar a sus filas al explicar que el periódico “ya ha cubierto sus objetivos de reducción de plantilla para este año” y que “el tema está cerrado”. Como publicó este periódico, la barra libre en el rotativo se abrió a principios de diciembre, coincidiendo con la llegada al capital de Prisa del dinero fresco de los fondos de Liberty. En apenas dos meses, más de 60 personas habrían alcanzado un acuerdo con la compañía para dejar la casa.

El Comité manifiesta en un comunicado “sus dudas sobre las intenciones reales de los ejecutivos del grupo” y crítica que “no han aportado un sólo dato económico que justifique la supuesta necesidad de reducir plantilla”. En efecto, El País es el único de los grandes diarios en papel que gana dinero. Del mismo modo, los trabajadores acusan a la empresa de ocultar información sobre sus finanzas. “Los representantes de los trabajadores han reclamado de nuevo los datos económicos de la empresa, que la dirección se ha negado de momento a entregar, pese a lo que estipula el Estatuto de los Trabajadores. Esperamos que cumplan el compromiso de proporcionarlos en las próximas semanas”, expone la nota informativa.

En todo caso, es cierto que las cifras requieren al menos mayor explicación. Y es que no está muy claro de dónde sacará la dirección esas más de 300 personas si no es en parte de El País. Sobre todo teniendo en cuenta que ya ha adelgazado otras redacciones, como la de Cinco Días, donde la semana pasada ya se planteó el nuevo proyecto tras la salida negociada de más de una decena de profesionales. Fuentes internas del diario matizan que no se ha descartado que haya más bajas en el 'salmón' de Prisa en el marco del ERE que planea el grupo. La compañía se ha esforzado desde el inicio de sus conversaciones con los sindicatos en desligar el ajuste de la entrada en el capital de Prisa de los fondos americanos, que en todo caso sí han facilitado el cash necesario para hacer frente a bajas y despidos. Prisa ha reservado 95 millones de euros para rebajar su estructura.

El anuncio fue lo más fácil. Prisa ahora afronta la parte más dura de su plan de ajuste, que supondrá la salida de al menos 2.500 personas. La semana pasada comenzaron las reuniones con los representantes sindicales de la compañía, que ven el movimiento como un paso más en la política de desmantelamiento de las empresas del grupo. El responsable de Organización de Prisa, Óscar Gómez, explicó en la primera toma de contacto con los sindicatos que la sociedad mantenía “áreas sobredimensionadas”, hasta el punto de tener en nómina más de 40 abogados y 100 relaciones públicas, según explicaba CCOO en una nota a los trabajadores.

Sindicatos El País Juan Luis Cebrián