Alierta se reunió en secreto con De la Vega para frenar la tasa de TVE

El presidente de Telefónica, César Alierta, no estaba dispuesto a quedarse quieto mientras el Gobierno aprobaba sin oposición la tasa a las telecos para financiar TVE. En un movimiento a la desesperada, se reunió con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para expresarle su monumental enfado ante la medida, que obligará a las operadores a poner encima de la mesa más de 300 millones cada año para compensar la eliminación de la publicidad en la televisión pública.

Según ha podido saber El Confidencial, el encuentro, que se prolongó por espacio de una hora, se produjo antes de que De la Vega se encontrara con los responsables de las principales empresas, agrupadas en el Redtel, reunión que estaba prevista para las siete de la tarde. No tuvo suerte Alierta. La vicepresidenta fue inflexible: habrá tasa. Y este mismo viernes, cuando el Ejecutivo planea aprobar en Consejo de Ministros la nueva financiación para TVE. Para cubrir las formas en el cónclave posterior, Alierta mandó a su segundo espada, el director general de Telefónica, Guillermo Ansaldo.

Poco podían imaginarse el presidente de Orange, Luis Alberto Salazar-Simpson; el de Ono, José María Castellanos, y el de Vodafone, Francisco Román, que su infructuosa carga era pecata minuta para la vicepresidenta después de que Alierta pusiera toda la carne en el asador. En todo caso, la cita con los operadores fue “a cara de perro”, según reconocía uno de los asistentes. "Lo quieren sacar adelante porque sí y nos han elegido a nosotros como pagadores. A nosotros nos toca pagar 1.500 millones en los próximos cinco años", explicaba esta fuente.

 

Y es que las cuentas no les salen. Esos más de 300 millones anuales que supondrá el nuevo canon vienen a sumarse a otros impuestos específicos que, según las cuentas de las telecos, ya les suponen 568 millones al año en conjunto a Orange, Ono, Vodafone y Telefónica. Eso sin contar la financiación del servicio universal de telecomunicaciones, que ha oscilado en los últimos años entre los 70 y los 120 millones de euros. En un comunicado posterior al encuentro con De la Vega, consideraron la medida "dañina e injusta" y adelantaron que "considerarán opciones de defensa jurídica tanto en el plano interno como en el comuntario".

Ocho tasas diferentes

El nuevo canon, del 0,9% sobre los ingresos de explotación, elevará hasta nueve las tasas que soporta el sector de las telecomunicaciones. Sumada la nueva carga y según datos hechos públicos ayer por la patronal Aetic, las telecos habrían pagado un total de 1.340 millones de euros en el pasado ejercicio, una cifra que supondría el 34,2% de su resultado neto, que alcanzó los 3.923 millones. Y todo sin contar con la posterior tributación por Sociedades, que con un tipo del 30% es de las más altas de Europa.

Un escenario que se ve agravado por la crisis económica, a la que no puede resultar ajeno el sector. “De los más de cien operadores, la gran mayoría está en pérdidas. Y la nueva tasa no discrimina a los que ganan y a los que pierden. Hay compañías que están luchando por llegar al break even y que ahora tienen que añadir un renglón más en sus cuentas”, asegura Jesús Banegas, presidente de Aetic. En total, las siete tasas actualmente en vigor suponen 825 millones de euros. Hay que sumar una más, la de ocupación por el dominio público local para la telefonía móvil, que si los ayuntamientos generalizan supondrá otros 225 millones. Y el flamante canon para TVE, que costará 290 millones adicionales.

Las cuentas que ha hecho Aetic implican que el sector de las telecomunicaciones asume el 74% de la parte de la financiación de TVE que no se incluye en los Presupuestos Generales del Estado. De los ingresos por la tasa del espectro radioeléctrico, 213 de los 250 millones que se aportan corresponden al sector de las telecos. A esa cifra habría que sumar 290 por el 0,9% de los ingresos. Un total de 503 millones, frente a los 140 que aportaran las televisiones privadas, cuyo canon es del 3% de sus ingresos de explotación. Una diferencia que las empresas no entienden considerando que el negocio de la televisión en la telefonía es residual.

La parafiscalidad de las telecomunicaciones incluía hasta ahora una tasa a los operadores, otra por numeración, por el espectro, por la obligación de servicio público, por la ocupación del dominio público local para telefonía fija, por el servicio universal y por actividades económicas para la telefonía móvil. “Que copian el modelo francés, perfecto, pero que lo copien todo. Asumimos ese 0,9%, hasta el 1% si se quiere, pero que nos quiten el resto de tasas”, aseguró Banegas, que dio por seguro no sólo que las compañías repercutirán los precios en las tarifas de Internet y telefonía, sino que la medida será un duro golpe a la inversión y el empleo.