LA COMPETICIÓN CLAVE DE ESTA PRIMERA TANDA DE PRIMARIAS
Ximo Puig aguanta el pulso de Sánchez y se refuerza como barón tras ganar las primarias
El 'president' gana las primarias de la segunda federación socialista con el 56,7% de los votos. El sanchismo fracasa en su intento de desbancar al de Morella, pero arranca un 42%
Pedro Sánchez y Ximo Puig, en las últimas elecciones generales. (EFE)
Ximo Puig ha salido victorioso del pulso lanzado por los afines al nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y ha ganado las primarias de la federación socialista valenciana al alcalde de Burjassot, Rafa García. Con el 100% escrutado, el 'president' valenciano obtiene el 56,7% de los votos de los militantes frente al 42,3% del aspirante a la secretaría general. Puig ha vencido en las ciudades de Alicante y Valencia, ha perdido en Castellón y ha ganado en el conjunto de las tres provincias, según los resultados provisionales. El resultado refleja que la militancia del PSPV ha distinguido entre el proceso federal y el autonómico y ha optado por reforzar al jefe del Gobierno valenciano. Los críticos han arrancado un porcentaje importante de apoyo que tratarán de hacer valer en el congreso que se celebrará el último fin de semana de este mes de julio, pero han fracasado en su intento de aprovechar la inercia de las primarias de junio para desbancar a Puig.
El reelegido secretario general, que ha sido felicitado por teléfono por Pedro Sánchez, ha comparecido en la sede del partido en Valencia y ha sido recibido entre aplausos de militantes y cuadros. "Muchas gracias por demostrar que este partido está vivo", ha sido el primer mensaje lanzado a los militantes. "Esta es una victoria de toda la militancia valenciana". "Hemos de consolidar la posición del PSPV en el conjunto de la sociedad valenciana para conseguir lo que se merece esta tierra, una financiación justa, unas inversiones justas y una papel relevante en el conjunto de España". "En 2017 hemos comenzado a ganar 2019", ha añadido en referencia a las próximas elecciones autonómicas.
Sobre la situación interna, ha admitido que "hay cosas que mejorar", pero ha manifestado que apuesta por un partido "coral, en primera persona del plural". "Este ya no es un partido de familias, es un partido que piensa en las familias valencianas, que suma. Hemos decidido que sea un partido de izquierdas, feminista y valencianista".
"Este ya no es un partido de familias, es un partido que piensa en las familias valencianas", dice el reelegido secretario general
Rafa García ha sido el primero en comparecer ante los medios de comunicación. Tras admitir la derrota y afirmar que ha llamado a Puig para felicitarle, se ha vanagloriado del "movimiento de ilusión" que se ha generado entre la militancia. De cara al congreso del PSPV, no ha reclamado al reelegido secretario general integración en la ejecutiva, sino que ha defendido que "estén los mejores" y que se saquen adelante resoluciones "valientes". "No se trata de integración o no integración". En una intervención muy breve, se ha limitado a decir que Ximo Puig es "el secretario general de todos los socialistas".
Desde que el equipo de Ximo Puig diese la vuelta a la recogida de avales el pasado dos de julio (7.584 militantes frente a los 4.411 apoyos de Rafa García), la percepción en Ferraz es que iba a ser complicado batir al barón socialista. Esto explica el aparente distanciamiento público de Ferraz respecto del proceso y que solamente uno de los miembros de la ejecutiva de Pedro Sánchez, Odón Elorza,haya hecho campaña abiertamente en favor del alcalde de Burjassot. El secretario de Organización, el valenciano José Luis Ábalos, ha puesto a los suyos a trabajar en favor de García, pero ha evitado evidenciar su apoyo durante todo el procedimiento para no alimentar la lectura de que la derrota no ha sido solamente del aspirante, sino también del deseo de venganza de Sánchez frente a Puig. Ponerse la venda antes de sufrir la herida.
Ximo Puig, votando en su pueblo, Morella, donde ha ganado con un 79% de los votos.
La consecuencia del movimiento de ataque contra el ‘president’ ha sido justo la contraria a la deseada por sus críticos y el sanchismo. Si las primarias federales lo habían dejado en una situación de debilidad interna (Sánchez ganó con el 62,77% de los votos en la Comunidad Valenciana, pese a tener en contra el aparato oficial autonómico), las primarias autonómicas no solamente lo han reforzado en casa, sino que lo legitiman para tener voz propia frente a Ferraz. Pero a la vez, en clave del PSPV, los apoyos logrado por García reflejan que hay un porcentaje de las bases descontento con la labor del reelegido secretario general.
Tender puentes entre Ferraz y Blanqueries
Este nuevo ‘statu quo’ explica que, pese a que las espadas han estado en alto hasta el último día de campaña y que queda negociar la nueva dirección del PSPV-PSOE en el congreso convocado para finales de este mes, Ferraz haya tendido puentes. En las dos últimas semanas se ha producido un intercambio de mensajes entre Sánchez y Puig en aras a mantener una coexistencia pacífica en el futuro, según han confirmado a El Confidencial fuentes de ambos equipos. Lo que sí será inevitable para los sanchistas es que Puig mantenga el control del partido en la Comunidad Valenciana, incluida la secretaría de Organización a la que aspiraban en las negociaciones previas los afines a Ábalos. Puig ha negado en su comparecencia ante los medios de comunicación que el proceso actual haya sido una segunda vuelta de las federales y que pueda interpretarse como una derrota de Sánchez.
Rafa García vota en Burjassot, donde ha ganado con 134 votos sobre 11 de Puig.
La campaña, aunque muy en clave orgánica, ha sido intensa y no exenta de cierta agresividad. En los dos debates celebrados entre los candidatos ha habido reproches y algunas frases gruesas. Ximo Puig ha pateado más de medio centenar de agrupaciones para recuperar la confianza de la bases, muy deteriorada por su papel en activo en favor de las pretensiones de Susana Díaz.
La jornada ha estado marcada por una participación aceptable, por encima del 70%. A las dos de la tarde ya había votado el 44% del censo, casi la mitad de los 18.200 militantes convocados a las urnas repartidas en las 273 agrupaciones que componen la federación valenciana. La movilización en las federales también fue muy alta, con un 84,19% de participación.