Correr como adicción. Correr como cura
Radiografía de la mujer en las carreras populares

En datos

Radiografía de la mujer en las carreras populares

Un 18% más de mujeres españolas se han sumado a la fiebre del 'running' desde 2011. Es un incremento importante en cinco años, pero no lancemos campanas al vuelo todavía. Mirando el fenómeno español con perspectiva, la presencia femenina apenas comienza a ser significativa. Todavía está a años luz de la de otros países de referencia. Estados Unidos es uno de esos espejos en los que mirarse. Ya vivieron su propia 'fiebre del running' entre los setenta y los ochenta, cuando 25 millones de estadounidenses se calzaron las zapatillas y salieron a trotar. En pocos años, florecieron las carreras populares y aumentaron exponencialmente las cuentas de beneficios de empresas de calzado y textil deportivo.

En la actualidad, se estima que en Estados Unidos hay más de 51 millones de corredores, un 16% de su población. En España, los datos hablan de dos millones y medio de corredores populares, apenas un 6% sobre el total. Pero la verdadera diferencia con los estadounidenses radica en la participación femenina. Según Running USA, en 2010 el porcentaje de corredoras superó al de corredores, y así ha seguido hasta hoy.

Entre las carreras populares, hay excepciones como la San Silvestre, que cuenta con prácticamente el mismo porcentaje de hombres (55%) que de mujeres (45%). Pero en la prueba reina, el maratón, la media de participación de mujeres se sitúa entre el 10 y el 12% en España. Basta con radiografiar la última edición de Madrid.

El panorama es aún peor considerando que muchas de las mujeres que corren maratones en España son extranjeras. En la última edición del Maratón de Madrid, el número de corredoras extranjeras que llegaron a meta (555) superaba al de españolas (541). El atletismo femenino estuvo prohibido explícitamente por el régimen franquista entre 1941 y 1960. Mientras en Reino Unido o en Estados Unidos las primeras mujeres que participaron en maratones lo hicieron en 1926 y 1959, aquí tuvimos que esperar a 1977. Fue la vasca Lourdes Gabarain, y ni siquiera se calzó las zapatillas en suelo español, si no francés. Puede que este sea uno de los motivos por los que la participación femenina sigue siendo tan baja en España.

Y esto pese a recientes estudios que señalan que las mujeres serían un 18,61% mejores que los hombres en la distancia reina de los 42 kilómetros y medio. Sin llegar a los niveles de Estados Unidos, las mujeres se lanzan mucho más a correr maratones. Basta comparar los resultados de participación en los maratones más populares del mundo con los de nuestro país.

En definitiva, en España lleva produciéndose un crecimiento sólido y consistente del mercado del 'running' desde 2010, aunque el consumo femenino aún facture la mitad que el masculino. De cualquier modo, se evidencia un aumento progresivo de la mujer, mientras que el segmento de los hombres parece haberse estancado. Pese al auge evidente de las carreras populares, todo indica que el verdadero 'boom' del 'running' está por llegar; no solo no ha tocado techo, sino que tiene cara de mujer.