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El gran problema para tu salud que crea el aire acondicionado de los aviones
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El gran problema para tu salud que crea el aire acondicionado de los aviones

Un nuevo estudio revela que las aerolíneas han sido conscientes del problema desde hace ya 60 años, pero que se niegan a reconocer los riesgos sanitarios asociados a este fallo de diseño en los aviones

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Subir en avión es ahora más peligroso. No nos referimos a las altertas terroristas ni al riesgo de accidente aéreo, sino a la contaminación de los suministros de aire de estos aparatos, los cuales están causando problemas de salud a corto y largo plazo, detalla un nuevo estudio publicado en 'World Health Organitation Journal Public Health Panorama'.

El informe, realizado por la Universidad de Stirling en colaboración con la Universidad de Ulster, asegura que hay un claro vínculo entre la exposición al aire contaminado por el petróleo y otros fluidos del avión, y la aparición de una serie de problemas de salud. "Es un claro problema de salud pública que tiene consecuencias directas con la seguridad de vuelo", apunta la doctora Susan Michaelis, del grupo de investigación sobre sanidad ambiental de la Universidad de Stirling, recoge 'The Independent'.

Hay un claro vínculo entre la exposición al aire contaminado por el petróleo y otros fluidos del avión, con una serie de problemas de salud

Michaelis asegura que las aerolíneas han sido conscientes del problema desde hace ya 60 años, pero que se niegan a reconocer los riesgos sanitarios asociados a este fallo de diseño en los aviones, y por los que el aire sale directamente del motor, sin filtrar, a la cabina. "No lo admiten por dos razones: dinero y responsabilidad. Conocían este problema ya en los años cincuenta. Es inconcebible que no lo hayan tratado. Tienen la tecnología para eliminar el problema, pero los fabricantes se niegan a utilizarla", añade la doctora.

La experta asegura que las compañías aéreas que han hecho estudios al respecto han manipulado los datos para sus propios fines. "Necesitamos verdaderos estudios independientes. Los de la Autoridad de Aviación Civil (CAA) y las propias líneas aéreas dirán que son independientes. Pero no es así".

El estudio, que examinó a más de 200 tripulantes de cabina que habían estado expuestos a una serie de sustancias a través del aire contaminado de las aeronaves, encontró un patrón de síntomas agudos y crónicos, desde dolores de cabeza y mareos hasta problemas respiratorios y de visión. Michaelis dice que los problemas a largo plazo causados ​​por la exposición pueden incluir problemas neurológicos y cognitivos, arritmias cardíacas, fatiga, problemas respiratoriosy problemas gastrointestinales.

"Desde el punto de vista médico, necesitamos un protocolo para identificar el síndrome aerotóxico (la recolección de síntomas asociados con la respiración del aire contaminado) y cómo tratarlo. Además necesitamos más estudios independientes verdaderos. Si la tripulación está incapacitada para volar, todo el mundo corre peligro", detalla Michaelis.

El síndrome aerotóxico

El primer incidente conocido en relación al aire de cabina contaminado data de 1977, fecha en la que el piloto de un C-130 Hercules perdió el conocimiento tras inhalarlo. Pero hubo que esperar a 1999 para que los doctores Harry Hoffman, Chris Winder y Christophe Balouet, hablaran por vez primera del síndrome aerotóxico, y apuntaran que la contaminación de la cabina no solo se da en casos puntuales: respirar el aire contaminado, aunque sea en niveles supuestamente seguros, puede ocasionar efectos dañinos a largo plazo.

El hecho es de sobra conocido por los pilotos, que en Reino Unido tienen una asociación que lucha por dar a conocer el problema, la Aerotoxic Association. Esta organización denuncia que el problema está siendo ocultado por las aerolíneas, a las que no les interesa escarbar mucho en el asunto. Pero podría ser mucho más habitual de lo que parece.

Ya ha habido muertes

Cuando los químicos que contienen los aceites que lubrican el avión pasan al aire de cabina, esta se llena de organofosforados, un tipo de compuestos entre los que se encuentran, por ejemplo, el gas sarín, y que pueden provocar problemas cognitivos, mareos, desorientación, náuseas, dificultad para respirar, malestar general y diversos problemas neurológicos. En pequeñas cantidades estos compuestos no tienen por qué ser dañinos, pero podrían estar provocando efectos a largo plazo en el personal que se expone a ellos a diario: la tripulación de los aviones.

En 2012 murió Richard Wasgate, un piloto de British Arways que sufría dolores persistentes de cabeza, náuseas y fatiga crónica y que aseguraba que sus problemas de salud se debían a la continua exposición al aire tóxico de la cabina. Su compañero, el comandante Sheriff Payne, se convirtió en la cabeza visible de los pilotos preocupados por el síndrome aerotóxico, y logró que las autoridades británicas reconocieran, al menos, su posible existencia.

Michaelis asegura que las compañías aéreas que han hecho estudios al respecto han manipulado los datos para sus propios fines

En los últimos años se han realizado diversos estudios sobre el asunto, pero no se ha llegado a una conclusión convincente. Un portavoz de la Autoridad de Aviación Civil de Reino Unido ha asegurado en The Daily Mail que “la conclusión general es que no hay evidencia de que exista un vínculo entre la exposición a contaminantes en el aire de la cabina y posibles efectos en la salud a largo plazo”, pero añade que “tal vínculo no se puede excluir”.

En opinión de los pilotos que forman la Aerotoxic Association, no hay ninguna razón para no mejorar la calidad del aire en cabina, pues contamos ya con la tecnología para ello.

Subir en avión es ahora más peligroso. No nos referimos a las altertas terroristas ni al riesgo de accidente aéreo, sino a la contaminación de los suministros de aire de estos aparatos, los cuales están causando problemas de salud a corto y largo plazo, detalla un nuevo estudio publicado en 'World Health Organitation Journal Public Health Panorama'.

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