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El truco del placer femenino (el clítoris es la parte más importante)
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'BECOMING CLITERATE' DE LAURIE MINTZ

El truco del placer femenino (el clítoris es la parte más importante)

Hace cinco años, la doctora Mintz empezó a dar clase en la Universidad de Florida. Y pronto se vio tristemente sorprendida por lo poco que sabían sus alumnas sobre sexo

Foto: La clave puede estar donde menos te lo piensas. (iStock)
La clave puede estar donde menos te lo piensas. (iStock)

A pesar de los avances que se han producido durante las últimas décadas, la brecha entre hombres y mujeres sigue siendo tremendamente amplia. Es patente y confeso en terrenos como los salarios, pero debido a que atañe a la vida íntima de las parejas, no lo es tanto en el terreno sexual. De ahí que cuando se publiquen encuestas como la que señala que tan solo el 64% de las mujeres (por el 91% de los hombres) alcanzó el orgasmo en su último encuentro sexual, ellos se lleven las manos a la cabeza. Ellas no. Ellas lo saben de sobra, y lo viven día a día.

Esa es la tesis de la que parte el nuevo libro de la doctora Laurie Mintz, profesora de psicología y sexología en la Universidad de Florida. Su nombre es 'Becoming Cliterate: Why Orgasm Equality Matters – And How to Get It' (HC 360), un juego de palabras que podría traducirse como “Culturizándose sobre el clítoris: por qué la igualdad en los orgasmos importa, y cómo conseguirla”. Mintz lo tiene muy claro: el problema que sufren las mujeres es que tanto ellas como sus parejas se han olvidado del clítoris para centrarse en la vagina. Como la autora recuerda, “la parte de la anatomía femenina que es más útil para los hombres que para las mujeres”.

Un sorprendente 50% de las mujeres de entre 18 y 35 años dicen que tienen problemas para llegar al orgasmo con sus parejas

“La razón por la que escribo este libro son las experiencias de mis estudiantes, tanto sus frustraciones como sus éxitos”, explica en la introducción del volumen. “Después de enseñar sexualidad a estudiantes universitarias, me he dado cuenta de que un sorprendente 50% de las mujeres de entre 18 y 35 años dicen que tienen problemas para llegar al orgasmo con sus parejas”. Algunas de ellas, recuerda Mintz, piensan que el problema lo tienen ellas. Otras tantas, y esta es la llaga donde pone el dedo la doctora, consideran que se trata de un problema cultural de difícil solución.

“Esto es lo que pasa: hay una gran brecha de placer entre las mujeres y los hombres”, continúa. “Los hombres tienen más orgasmos que nosotras. Y aunque esto es cierto en todos los tipos de sexo, es particularmente cierto en el casual”. Lo explicábamos hace poco gracias a una nueva encuesta, que mostraba que tan solo el 40% de las mujeres alcanzan el clímax en esta clase de encuentros, por un 80% de los hombres. La razón era palmaria. Para que una mujer disfrute, se debe conocer a sí misma y debe ser conocida por su pareja en profundidad.

El mito del pene y la vagina

El problema, una vez más, se encuentra en identificar sexo con coito vaginal y penetración. Debería ser más bien al revés. Como explica en el libro, “la idea de que las mujeres deberían orgasmar durante el coito es la razón número uno para que haya esta brecha de placer”. No es el único, claro. Entre ellos también se encuentra una pobre imagen corporal, el 'slut shaming', la idea de que el objetivo de las mujeres debe ser complacer a los hombres y una mala comunicación entre las sábanas.

No saben nada sobre su clítoris. Piensan que pasa algo con ellas cuando no pueden alcanzar el orgasmo a través del coito

No solo eso, sino que la generación de Mintz, la de los 'baby boomers', tenía las cosas mucho más claras que la actual. “Cuando empecé a enseñar sexualidad en la Universidad de Florida hace años, me di cuenta rápidamente de que todo lo que sabíamos se había perdido en la siguiente generación”, explica a Mary Elizabeth Williams en una entrevista con 'Salon'. “De verdad no saben nada sobre su clítoris. Piensan que pasa algo con ellas cuando no pueden alcanzar el orgasmo simplemente a través del coito. Obtienen su educación sexual a través del porno”.

Pero no hace falta irse tan lejos. Pensemos en la clásica escena de sexo en la televisión o el cine, “la misma falsedad perpetuada”, en palabras de la autora. “Es como si se arrancasen la ropa directamente, sin apenas preámbulos ni preliminares. Hacen el amor, ella se pone a gritar desde el principio y ambos llegan al orgasmo a la vez”. A esta falsa representación que sugiere que el coito vaginal es la única manera de llegar al orgasmo, hay que añadir la popular idea de que las mujeres deben servir al hombre en el sexo, algo que ocurre incluso entre sus alumnas más feministas. “Hay tantos mensajes que van al subconsciente y al consciente que provocan que las chicas tengan encuentros sexuales sin hacer nada por sus propias necesidades y placer”.

Hay otro problema añadido, explica Mintz en su libro, y es que muchas veces se intenta solucionar el sempiterno problema del sexo vaginal pensando que lo que ocurre es que este se está haciendo mal. “Las revistas para mujeres responden a esta pregunta recomendando posiciones específicas para el coito ('¡prueba a ponerte encima!'), pero esto solo empeora las cosas, porque implica que todas las mujeres pueden llegar al orgasmo si lo hacen bien”, recuerda la autora. No es así. La mayoría, simplemente, no pueden alcanzar el clímax sin la estimulación del clítoris, “pero desafortunadamente, muy pocas de ellas lo saben”.

El truco de la masturbación

Si queremos empezar a tomar cartas en el asunto, no hay nada como empezar por cada uno. Aunque suene paradójico, la mejor manera de intentar conseguir orgasmos con nuestra pareja es a través de la masturbación. Algo que sigue siendo un tabú para la mayoría de mujeres. “Es una vergüenza que no oigamos hablar del pilar número 1 de la terapia sexual”, lamenta la autora en la entrevista. “El primer paso es que la mujer tiene que mirarse a sí misma, tocarse, averiguar qué es lo que le proporciona placer porque biológicamente, los nervios de cada mujer en sus genitales son diferentes”.

Las mujeres que utilizan vibradores tienen orgasmos de forma más fácil, de manera más intensa y con mayor frecuencia

Nadie puede enseñarte cuál es la manera en la que vas a alcanzar el orgasmo, explica Mintz a las mujeres, por lo que debes empezar a explorarte a ti misma. Para ello puede ser de particular ayuda un vibrador, otra de esas herramientas tabú en la relación con el propio cuerpo. Muchas veces, recuerda la autora, las mujeres lo rechazan porque consideran que no les gustará a sus parejas o que perjudicará su vida sexual. Todo lo contrario: “Las mujeres que utilizan vibradores tienen orgasmos de forma más fácil, de manera más intensa y con mayor frecuencia”.

Este tabú que se resiste a desaparecer muestra cuál es uno de los verdaderos problemas en las relaciones de pareja, la idea de que lo que una mujer hace sola es totalmente diferente de lo que hace con un hombre, como si se tratase de dos compartimentos completamente estancos. “Las mujeres saben qué tienen que hacer cuando se encuentran solas, pero en cuanto el pene entra en juego, simplemente se rinden y piensan 'oh, esto es lo que se supone que debe darme placer'”. Y, como hemos visto, tal y como explicaba Elisabeth Lloyd en 'The Case of Female Orgasm', solo el 25% de las mujeres son capaces de tener un orgasmo vaginal durante el coito.

¿El truco? No hace falta ser un lince. Cuando la mujer ha descubierto qué es lo que le gusta hacer ella sola, debe transmitírselo a aquel (o aquella) con quien vaya a hacer el amor. “Debemos enseñar a las mujeres a comunicarlo y crear escenarios sexuales y guiones culturales que no parta n del mismo esquema de preliminares, coito, eyaculación femenina, fin del juego”, añade la autora. Así que ya tenemos deberes: para unos, dejar de pensar que el universo se mueve alrededor de su pene, y para las otras, empezar a explorar sus propios cuerpos.

A pesar de los avances que se han producido durante las últimas décadas, la brecha entre hombres y mujeres sigue siendo tremendamente amplia. Es patente y confeso en terrenos como los salarios, pero debido a que atañe a la vida íntima de las parejas, no lo es tanto en el terreno sexual. De ahí que cuando se publiquen encuestas como la que señala que tan solo el 64% de las mujeres (por el 91% de los hombres) alcanzó el orgasmo en su último encuentro sexual, ellos se lleven las manos a la cabeza. Ellas no. Ellas lo saben de sobra, y lo viven día a día.

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