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Los desafíos sexuales a los que se enfrentan las parejas en el dormitorio
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Los desafíos sexuales a los que se enfrentan las parejas en el dormitorio

Llega un momento en el que prefieres salir de copas, ver una serie o darte un baño a solas antes que practicar sexo con tu pariente. Y cuando ese instante llega, hay que tomar medidas

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El noviazgo no siempre es sinónimo de buenas relaciones sexuales. Una pareja fija y seria te garantiza tener vida íntima de forma periódica, pero esta no tiene por qué ser satisfactoria, y mucho menos frecuente. La novedad deja de serlo y eso pasa factura en la cama. Llega un momento en el que prefieres salir de copas, ver una serie o darte un baño a solas antes que practicar sexo con tu pariente. Y cuando ese instante llega hay que tomar medidas o, al menos, identificar que hay un problema que debes arreglar. Si te sientes identificado con estas líneas, deberías seguir leyendo.

"Las parejas suelen sentirse mal cuando aparecen problemas en su vida sexual. Puede ser aburrimiento o cansancio, pero es importante recordar que estas dificultades son comunes y que la mayoría de las parejas pasa por ellas. La buena noticia es que ser honesto y estar dispuesto a reavivar la llama te ayudará a encontrar soluciones", asegura Lauren Zander, coach de parejas, a 'Men's Health', tras detallar los desafíos más comunes a los que se enfrentan las parejas en el dormitorio.

1) "Estamos cansados ​​para tener sexo"

Puede haber momentos en los que se está emocional o físicamente cansado para tener relaciones sexuales. Pero para la mayoría de la gente, el agotamiento es a menudo una tapadera para la pereza, asegura Zander. "Si sacas tiempo para ver Netflix o para perderte en las redes sociales, sin duda puedes dejar 30 minutos diarios para tener sexo".

Si se ha perdido la conexión en la cama, puedes probar a mirar a los ojos de tu pareja o decir su nombre durante el acto. Funciona

La experta aconseja sentarse y pactar la frecuencia semanal para mantener sexo, y hacer la promesa de que ambas partes cumplirán. "Las parejas que acuden a mi consulta pueden pactar posibles consecuencias que se producirán si no cumplen la promesa, como puede ser quedarse sin vino en la cena o sin televisión durante una semana. Te sorprenderías de lo rápido que la gente encuentra tiempo y energía para tener sexo si les amenazas con quitarle sus caprichos", cuenta Zander.

2) "El sexo ha dejado de interesar"

Hay matrimonios en los que el sexo desaparece por completo. A ninguno les apetece, y pueden sufrir incluso la conocida como “anorexia sexual”. En dicho caso, no solo se evita la cama, sino también las muestras de afecto y cariño.

Este es el problema sexual más intenso que puede sufrir una pareja y también el más difícil de solucionar. ¿Si ninguna de las partes tiene interés por hacer el amor con su pareja, cómo va a tener interés por arreglar el problema? Si esta situación se prolonga en el tiempo, y ninguno pone de su parte, solo queda el divorcio como solución.

3) "Lo hacemos pero no hay conexión"

Lo malo del punto 1 (mantener relaciones sexuales por obligación) es que no aparezcan las ganas, lo que puede hacer desaparecer esa conexión emocional. Afortunadamente, hay una manera fácil de forjar y hacer crecer esta conexión emocional: mirar a tu pareja a los ojos durante el acto. Es una recomendación de Stan Tatkin, autor de 'Wired for Love'. "Muchas veces el sexo se siente como un acto vacío porque estamos demasiado ocupados pensando o preocupándonos por otras cosas en lugar de disfrutar de lo que está sucediendo en el presente", explica.

Decir el nombre de tu pareja (no un apodo) puede mejorar la intimidad también. "Nuestro nombre está profundamente incrustado en el cerebro, y lo asociamos a la cercanía y a la confianza; por lo que evocar este sentimiento en la cama puede producir un vínculo más profundo entre ambos", apunta Tatkin.

4) "Mi pareja odia el sexo oral"

Si te gusta dar y recibir sexo oral, pero tu pareja no comparte este entusiasmo, puede ser un problema difícil de solucionar. Los expertos recomiendan hacer que al otro le empiece a apetecer realizar esta práctica poniéndole las cosas fáciles. Es decir, si le molesta el olor que desprende zona genital, date una ducha antes o prueba con geles o lubricantes que lo disimulen.

Si el problema es la paternidad, debes reservar espacios para disfrutar de la pareja sin pensar en ellos. Pista: abuelos, cuidadoras, campamentos...

Experimentar con los alimentos puede también ayudar. Trata de poner nata o salsa de chocolate en el pene o el exterior de la vagina. Ambos pueden sentirse más cómodos con el sexo oral cuando se agregan más sabores y olores a la mezcla.

5) "Tuvimos un bebé"

Muchas parejas mantienen una vida sexual plena hasta que deciden formar una familia. Llega entonces el embarazo, la cuarentena y, después, los retoños, que no es un factor que despierte la pasión sexual.

No es fácil arreglar esto, pero hay que tener claro que la pareja tiene que estar por delante de la relación con nuestros hijos. Al fin y al cabo, del bienestar de la pareja depende en primera instancia el familiar. Todo esto no quiere decir que se deba abandonar a los niños, pero sí reservar espacios para disfrutar de la pareja sin estar pensando en ellos. Pista: abuelos, cuidadoras, campamentos, actividades extraescolares...

El noviazgo no siempre es sinónimo de buenas relaciones sexuales. Una pareja fija y seria te garantiza tener vida íntima de forma periódica, pero esta no tiene por qué ser satisfactoria, y mucho menos frecuente. La novedad deja de serlo y eso pasa factura en la cama. Llega un momento en el que prefieres salir de copas, ver una serie o darte un baño a solas antes que practicar sexo con tu pariente. Y cuando ese instante llega hay que tomar medidas o, al menos, identificar que hay un problema que debes arreglar. Si te sientes identificado con estas líneas, deberías seguir leyendo.

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