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"Soy una mujer madura y salgo con jóvenes. Es mucho mejor con ellos"
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"Soy una mujer madura y salgo con jóvenes. Es mucho mejor con ellos"

Risto Mejide y Laura Escanes no son los únicos que tienen una relación cuya diferencia de edad es destacable. Esta dama nos cuenta su historia y defiende este tipo de parejas

Foto: Susan Winter. (CC)
Susan Winter. (CC)

El deseo sexual no está intrínsecamente ligado a una edad. Las mujeres maduras han demostrado en los últimos años que por muchos años que tengan, su vida íntima sigue tan o más activa que la de una joven veinteañera. Al respecto, son numerosos estudios lo que aseguran que la pérdida de la capacidad reproductiva de ellas no conlleva una disminución en el interés por el sexo, como este de la University Hospitals Cleveland Medical Center. Sirviéndose de una muestra de quinientas mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años, los investigadores indicaron que para las generaciones de mediana e incluso de avanzada edad, la actividad sexual sigue jugando un papel fundamental en su calidad de vida.

Y un ejemplo más claro lo tenemos en Susan Winter, una atractiva mujer madura de 62 años que nunca ha tenido una relación con un hombre mayor de 41 años. Para despejar el tabú que hay alrededor de las féminas de su edad, ha decidido contar su historia en 'Prevention'.

La vida de Susan cambió de forma radical tras divorciarse. Comenzó a salir con hombres jóvenes a los que doblaba la edad, y aun sigue haciéndolo

"Mi vida cambió para siempre una noche que me encontraba cenando sola en Vermont. Estaba recién soltera. Acababa de salir de una relación de 10 años con un hombre de mi edad, con el que había empezado cuando teníamos 20 años. Era un tipo atractivo e inteligente, pero no había química. No sé por qué estuve con él tanto tiempo", cuenta Susan. Esa noche cambió su vida para siempre cuando un chico joven, Ryan, de 22 años, la sacó a bailar.

Entonces ella tenía 36 años, y a pesar de la diferencia de edad, salió a bailar con él. "Al principio, pensé que sentía pena de mí, pero seguimos juntos toda la noche. Durante una canción lenta, lo miré a los ojos y él me cogió las manos. Le dije que no sabía bailar, pero él me dijo que no me preocupara, que me enseñaría". De repente, Susan sintió que volvía a tener la piel de gallina después de 14 años. "Estaba aterrorizada, emocionada, confundida y totalmente fuera de mí".

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Susan Winter

Y tras ese baile, empezó a salir con él, a pesar de no estar bien visto que una mujer madura salga con un chico joven. No lo decimos nosotros, sino ella: "La sociedad cataloga estas relaciones como algo sucio o desviado, pero me di permiso para iniciar una relación con Ryan, porque de nuevo me hacía sentir viva. Estaba dispuesta a pagar cualquier precio. Y lo pagué: la diferencia de edad irritaba a su familia, conservadora". Al final, las presiones de la exnovia de él y sus progenitores, hicieron que rompieran a los pocos meses: "Me sentí tan culpable y avergonzada que corté".

Las relaciones serias que tuvo con tipos más jóvenes no funcionaron por la oposición de las familias de ellos

A pesar de este primer fracaso, ya había nacido una nueva Susan, resultado de la "experiencia de salir con un hombre más joven". Poco después de la ruptura, comenzó un romance con un varón 16 años más joven que ella, con quien estuvo 2 años y medio. "Era encantador, pero me di cuenta de que todavía era un niño. Tenía 26 años. Se fue de casa de sus padres a mi casa, y pensé que tenía que echarlo del nido o nunca se convertirá en el hombre que quería ser".

Después, durante unos seis meses, trató de salir con hombres de su edad, pero de repente se enamoró de un chico de 19 años, a quien conoció en el gimnasio. "Nunca me podía haber imaginado que un joven de esa edad podría pillarse de mí, pero así fue". Estuvieron saliendo más de cinco años, hasta que la oposición de la familia del joven les hizo romper.

¿Por qué salir con hombres jóvenes?

Todo el mundo espera que una mujer se case con un hombre de más o menos su edad, tengan hijos y vivan felices. Pero la historia está cambiando. Cada día hay más parejas poco convencionales o con mucha diferencia de años. Un ejemplo cercano lo tenemos en el publicista Risto Mejide (42) y su ya esposa Laura Escanes (22); una relación que ha acabado en boda a pesar de las críticas que recibieron desde el principio.

Como vemos, Susan también ha recibido este tipo de reprobaciones por salir con tipos más jóvenes que ella. "Muchas personas me han preguntado que por qué acabo saliendo con hombres de 20 y 30 años. Nunca he ido a buscarlos, y desde luego no voy a ligar a clubes o bares, pero ha surgido así. La mayoría son de mi gimnasio. Hablábamos, nos caíamos bien y luego íbamos a tomar algo. Y las cosas surgían desde ahí", revela.

Susan no solo rompe el estereotipo con esto, sino también en sus aspiraciones vitales, pues "nunca" ha querido "casarse o tener hijos". Además, ha cambiado de carrera varias veces. Ella misma se considera un "espíritu libre" que dificilmente encaja con los hombres de su edad. Además, confiesa que hace pocos años, cuando tenía 40 o 50, cambió y se volvió mucho más segura de sí misma.

Hoy tiene 62, y no se ve manteniendo una relación con un hombre de 70: "La idea, realmente, no me atrae". Sigue quedando y pasándoselo bien con tíos más jóvenes que ella, como cientos de mujeres en todo el mundo. El mundo está cambiando y tenemos que adaptarnos a él. Dentro de unas décadas, testimonios como el de Susan no serán ni destacables, pues, esperemos, será lo normal. Ryan, el primer novio de la protagonista de esta historia, está ahora felizmente casado con una mujer mayor, a pesar de que su familia se opuso a esa relación desde el principio. "Esto me mantiene optimista. Espero conocer a alguien con quien tenga atracción y afecto, independientemente de la edad, al igual que Ryan y su mujer".

El deseo sexual no está intrínsecamente ligado a una edad. Las mujeres maduras han demostrado en los últimos años que por muchos años que tengan, su vida íntima sigue tan o más activa que la de una joven veinteañera. Al respecto, son numerosos estudios lo que aseguran que la pérdida de la capacidad reproductiva de ellas no conlleva una disminución en el interés por el sexo, como este de la University Hospitals Cleveland Medical Center. Sirviéndose de una muestra de quinientas mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años, los investigadores indicaron que para las generaciones de mediana e incluso de avanzada edad, la actividad sexual sigue jugando un papel fundamental en su calidad de vida.

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