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El 'súper' tres estrellas Michelin para vagabundos y pobres
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la tribu urbana de los desechos

El 'súper' tres estrellas Michelin para vagabundos y pobres

Pasamos una noche rebuscando en el contenedor de basura que la principal página de búsqueda de recursos de los 'freegans', consumidores de comida gratis, recomienda en España

Foto: Comida organizada con productos de la basura. (EFE)
Comida organizada con productos de la basura. (EFE)

La página web para buscadores de basura sin fronteras trashwiki.org nos recomienda un supermercado de Madrid para proveernos de alimentos desechados gratis. También citan un mercado de abastos y los comedores sociales. Pero de las grandes cadenas alimentarias, solo mencionan este, que así vendría a ser como el súper tres estrellas Michelin de los ‘freegans’ (una idea con origen en Nueva York seguida por gente generalmente joven y urbana, que entiende que en un mundo de capitalismo derrochador, la única actitud responsable es comer comida gratuita).

En una calle ancha y céntrica, el establecimiento mantiene mucho trasiego de clientes hasta las 12 de la noche. Pero al fondo del local, en la parte trasera, unas puertas metálicas empiezan a hacer ruidos cuando aún faltan 20 minutos para la medianoche. “Les oigo, pero si no hay peleas gordas ni nada de eso, me hago el loco porque les entiendo y porque ya que se tira la comida, que la aproveche alguien”, dice el guardia de seguridad, que remacha: "Yo, si tuviera hambre, haría lo mismo". El caso es que no siempre es un caso de hambre. Ni de necesidad. Sino de elección "vital y filosófica".

Hay de todo: bollos, lácteos, pescado, carne. Lo sorprendente no es que los alimentos no estén caducados: algunos caducan dentro de 15 días

Los contenedores están ocultos en un callejón trasero. En realidad, es una pequeña travesía privada y tiene un portón enrejado. Pero está abierto. Hay cuatro cubos. Cada uno tiene un tipo de alimento, más o menos: lácteos, bollería, fiambres, pescado, carne, verdura. De todo, en definitiva. Lo sorprendente es que no solo no está caducada, sino que algunas fechas de consumo preferente son para más de 15 días en adelante. “Probablemente se han descuidado en algún momento de la cadena de frío”, dice un señor de mediana edad y aspecto más que convencional en este barrio de alta renta del centro de Madrid. Se trata de unos yogures. Hay muchísimos. “Algunos, como estos que son para críos, cuestan tres euros el paquetito de cuatro, fíjate”, dice el hombre, que lleva una chaqueta roja y unos pantalones de tela verde. Él no es extranjero. Su compañero, un hombre de algo más de 40 años con barbita recortada y muy espigado, sí lo es. Recoge con método y en silencio la comida y la traslada a sus dos carritos de la compra. En un momento del trabajo, hace un descanso y ofrece agua de coco, “muy refrescante”. La bebida parece que la ha traído él de casa.

Aparecen mejillones, “desaconsejables”, pero también limones, mandarinas, pechuga de pavo, jamón de york, lechugas o cebolletas. “Muchos de los alimentos son una cuestión de pegar la nariz”, explican los dos recolectores nocturnos. Otros ya son más delicados. “Por aquí viene gente de todo tipo: joven, vieja, pobre, extranjera, española...”. Pero el perfil del recolector de comida ha cambiado en los últimos años. “Soy encargado desde hace 14 años y siempre ha habido gente recogiendo la basura, pero ahora viene mucha menos gente que hace unos años y tienen otras características, se los ve menos desesperados”, explica el responsable de la tienda, un hombre menudo con un niqui rojo. “Yo antes trabajaba en otro supermercado y ahí sí que era tremendo. Tiraban lo que ellos llamaban comida “R” y estaba perfectamente. Pero kilos y kilos”, apunta el guardia.

Ser agresivo

La página estadounidense para 'freegans' y 'buceadores de contenedores' recomienda no arredrarse en la pelea por obtener el mejor sitio ante el contenedor “No te preocupes si tienes que ser un poco agresivo, es necesario para este lugar”. El sitio es estrecho, como un antiguo paso de carruajes. Así que favorece “el roce”. De todos modos, esa noche no hay más que tres personas, incluido el redactor, rebuscando entre los cientos de paquetes de comida. "Lo normal es que esté mucho más lleno, pero como en todo, afectan los días y el comienzo de la Semana Santa", ofrece como curiosa explicación este veterano de los contenedores: "Llevo más de 15 años viniendo casi todos los días". Se supone que lo hace para su propia compra, pero lo metódico de su búsqueda, las muchas bolsas que lleva y lo evasivo de su respuesta dejan algunas dudas. Sin embargo, es generoso: "¡Coja, coja, llévese esto!".

"Nos piden que lo dejemos limpio, como nos lo hemos encontrado y, a veces, por culpa de los otros nos tenemos que quedar a limpiar", comenta el veterano recolector, aunque añade que los jóvenes extranjeros que vienen no suponen ni mucho menos "un problema", y apunta más a los que tienen algún tipo de adicción como "alborotadores".

Advierten de un problema: "Las largas colas de personas hambrientas". Los 'freegans' tienen que compartir basura con los pobres

Los 'freegans', en cualquier caso, se sienten mejor en la capital de Cataluña. "Si Barcelona es la mayor tienda de Europa, también tiene las mayores basuras de Europa", explican con entusiasmo en su enciclopedia basuril. "Con una larga tradición de okupas, en esta ciudad se han popularizado las ideas del 'freeganismo", pero advierten de que puede haber un problema: "Las largas colas de personas hambrientas". Los 'freegans', a quienes de vez en cuando se dedica espacio y tiempo en los centros sociales okupados, tienen que compartir sus puntos de referencia con personas que, sencillamente, cogen las cosas de la basura porque no tienen dinero para comprarlas.

Hay muchísimas páginas dedicadas a este movimiento y en todas ellas la explicación viene a ser la misma. Se denominan "personas liberadas de una cultura dominante que relaciona la basura con el fracaso, la suciedad y la pobreza" y afirman que lo suyo es una postura "ética" que desafía a las normas de un "mercado global salvaje".

La página web para buscadores de basura sin fronteras trashwiki.org nos recomienda un supermercado de Madrid para proveernos de alimentos desechados gratis. También citan un mercado de abastos y los comedores sociales. Pero de las grandes cadenas alimentarias, solo mencionan este, que así vendría a ser como el súper tres estrellas Michelin de los ‘freegans’ (una idea con origen en Nueva York seguida por gente generalmente joven y urbana, que entiende que en un mundo de capitalismo derrochador, la única actitud responsable es comer comida gratuita).

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