Es noticia
Siglo XXI, el colegio privado 'progre' que funciona: asambleas, ópera y discutirlo todo
  1. Alma, Corazón, Vida
una educación diferente

Siglo XXI, el colegio privado 'progre' que funciona: asambleas, ópera y discutirlo todo

Una cooperativa de padres fundó hace casi 50 años un centro privado que sigue siendo innovador y en el que los alumnos participan de la toma de decisiones

Foto: Varios grupos de niños en el patio del colegio Siglo XXI. (www.elbosquedelosjuegos.com)
Varios grupos de niños en el patio del colegio Siglo XXI. (www.elbosquedelosjuegos.com)

Casi pegado a una carretera de circunvalación, escondido en una manzana de bloques de Moratalaz, se oculta, con los muros cubiertos de grafitis, el colegio Siglo XXI, la más barata de las escuelas privadas 'progresistas'. Barata, pero que funciona: su ratio de aprobados en la Enseñanza Secundaria Obligatoria es casi del 100%. Su jefe de Estudios es un hombre en la treintena vestido de manera muy informal. Acaba de clausurar las jornadas de puertas abiertas del centro, “una locura”, y salta de reunión en reunión. Incluidas aquellas en las que participa el alumnado. Y es que este centro privado-concertado se inauguró hace casi 50 años “inspirado en el modelo de la pedagogía de Freinet, aunque se ha ido modificando y adaptando a los nuevos tiempos año a año”. Y eso implica dar voz y autonomía a los niños.

El modelo de Freinet, profesor de escuela francés con problemas respiratorios que inventó por ese motivo las clases paseo, se basa en escuchar al alumno, en el trabajo cooperativo: “Hay que partir de la realidad vital del niño y darle la palabra”.

"El colegio Siglo XXI me enseñó a tomar decisiones de manera consensuada y colectiva. También a vivir con pasión", dice Irene Montero

Una de las 'niñas' a las que se dio la palabra en el Siglo XXI fue la actual portavoz del Congreso de Podemos, Irene Montero. “Nunca he negado que el colegio fue una influencia muy importante en mi modo de ver la vida”, subraya la política, que asegura que tiene “una deuda” con el centro que le enseñó “a tomar decisiones escuchando a los demás y de modo consensuado y colectivo”.

Montero, como muchos otros alumnos, recuerda las asambleas de los viernes, en las que se discute de cualquier cosa. Y las distintas iniciativas, como las clases sin libros de texto, que diferencian el enfoque de este centro de la mayoría de colegios privados (y públicos). También cuentan con maestros 'terapeúticos' para atender a los niños con necesidades específicas en el aprendizaje. Entre sus 'órganos' cuentan con un consejo pedagógico que comunica a los padres el sistema de enseñanza empleado.

Cooperativistas y sabotajes

La escuela la fundaron en cooperativa en 1970 un grupo de “padres y madres progresistas” del barrio de Moratalaz, que iba sustituyendo los descampados por bloques de pisos sin que los colegios de la zona, “pocos y con un proyecto educativo opresivo e ideologizado”, fueran al mismo ritmo que el de las nuevas edificaciones. “Había parroquias, pero no colegios”, explican desde la institución educativa. En 1984 se mudaron, en vista del éxito, a un edificio más grande que construyeron ellos mismos, aunque sufrieron varios sabotajes de gente poco amistosa con sus puntos de vista pedagógicos. Actualmente, son unos 500 cooperativistas y un alumnado de 750 niños.

Su plan incluye la preparación de obras de teatro cantadas y óperas por parte de los alumnos de Primaria, con temáticas como las de los refugiados sirios o la “lucha de los héroes anónimos en África”. “Todo el mundo puede ser un superhéroe, no hace falta tener superpoderes”, explicó en su día uno de los niños implicados en el proyecto, Jorge. La idea se enmarcaba en el “proyecto LOVA”, inspirado por la fundación del mismo nombre. Así que todas las asignaturas se explicaban a través de los trabajos que se tenían que hacer para la obra, incluidas las matemáticas.

Los alumnos disponen de un huerto del barrio donde, además de cultivar, reciclan las sobras del comedor para hacer compost

Al otro lado de la puerta principal, metido dentro de los jardines de unos bloques marrones, se encuentra el huerto del barrio. No es exclusivo del colegio, pero los niños participan en él. Por ejemplo, el conserje echa todos los días los restos de vegetales que sobran del comedor infantil en el recipiente para el compostaje que está allí al efecto. En los trabajos del huerto participan los niños desde los tres años plantando guisantes. La zona está vallada "por imposición del Ayuntamiento de Madrid" y la gestiona una asociación de vecinos del barrio.

El cine, los discos o la radio son elementos que ya introdujo Freinet en sus clases y que siguen muy presentes en el día a día del Siglo XXI. Tienen un taller de radio que se llama 'El rincón del siglo', en el que han entrevistado, por ejemplo, a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Por los micrófonos que controlan los alumnos de la ESO también ha pasado Irene Montero. El cole también tiene una revista de la que se imprimen 600 ejemplares con la actualidad del centro.

Compromiso

El sistema del Siglo XXI incluye modificar su sistema. Es decir, no quedarse quietos en el mismo sitio y sobre la misma idea, aunque "las cosas que yo estudié e hice hace 12 años siguen haciéndose de modo muy semejante", recuerda Montero. Uno de sus compromisos es “investigar y reflexionar sobre la educación para cambiar lo que sea necesario para adaptar al centro”. Eso sí, siempre de manera “creativa y comprometida”.

El 'compromiso' es bastante patente desde la misma puerta del colegio, en la que una pintada en rojo pide democracia. “Es una manera privilegiada de aprender porque se basa en la pasión”, resume una de sus alumnas más ilustres, Irene Montero. Otra alumna, Marisa, ya en la cuarentena, aun conserva los 'tics' aprendidos en el colegio: "Discutirlo todo y darle vueltas hasta llegar a una solución en común". Una enseñanza que le ha sido valiosa en la vida, pero que a su pareja le sigue poniendo "de los nervios", comenta entre risas.

Casi pegado a una carretera de circunvalación, escondido en una manzana de bloques de Moratalaz, se oculta, con los muros cubiertos de grafitis, el colegio Siglo XXI, la más barata de las escuelas privadas 'progresistas'. Barata, pero que funciona: su ratio de aprobados en la Enseñanza Secundaria Obligatoria es casi del 100%. Su jefe de Estudios es un hombre en la treintena vestido de manera muy informal. Acaba de clausurar las jornadas de puertas abiertas del centro, “una locura”, y salta de reunión en reunión. Incluidas aquellas en las que participa el alumnado. Y es que este centro privado-concertado se inauguró hace casi 50 años “inspirado en el modelo de la pedagogía de Freinet, aunque se ha ido modificando y adaptando a los nuevos tiempos año a año”. Y eso implica dar voz y autonomía a los niños.

Colegios Alumnos Pedagogía Ayuntamiento de Madrid
El redactor recomienda