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Sexo en la cocina: los trucos para disfrutar más al hacer el amor
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Sexo en la cocina: los trucos para disfrutar más al hacer el amor

El calor va a salir hoy de los cuerpos y no de los fogones. Con estos secretos, este espacio de la casa va a acabar 'on fire'

Foto: En el desayuno, en el almuerzo o en la cena. (iStock)
En el desayuno, en el almuerzo o en la cena. (iStock)

Si no has roto un plato en tu vida, ha llegado el momento de destrozar la vajilla, las ollas, las sartenes y la batería entera… Tu cocina se va a animar mucho y no precisamente por una nueva receta.

La habitación de los fogones es un templo para el gusto y el olfato, ¿por qué no experimentar ahora con las sensaciones del tacto? Según un estudio publicado en Reino Unido, un tercio de la población piensa que este cálido lugar es la mejor alternativa a la cama para el amor.

Si encuentras particularmente excitante estar rodeado de buena comida y fruta fresca, pero no sabes cómo cumplir tus fantasías, te damos algunos consejos para sacarle todo el jugo a este espacio tan poco utilizado que es, sin embargo, todo un paraíso para los sentidos.

Prepara la escena

Antes de entrar en materia: sexo seguro. Sobra decir que los cuchillos, las cucharas y los tenedores no están bien avenidos con el amor. La cocina es un sitio plagado de ángulos, superficies duras y peligros de todo tipo. Si sueles preparar la habitación con velas y fragancias para hacer saltar la chispa, piensa que en la cocina la planificación es aún más relevante.

Endulza el encuentro: los postres, las cremas, la nata, el chocolate y las frutas son mejores incluso que los geles de masaje

Cierra el gas y comprueba que todos los fuegos, hornos y aparatos estén apagados y desenchufados. Atento también a las superficies deslizantes. A pesar de ser uno de los lugares más estimulantes de la casa, la cocina es también uno de los espacios donde se producen más accidentes. Queremos que disfrutes con esta propuesta, no que acabes en el hospital.

Rico, rico

La gracia de la cocina está en las novedades que permite incorporar a un momento de pasión. Así que la primera norma es utilizar la comida.

Endulza el encuentro: los postres, las cremas, la nata, el chocolate y las frutas son mejores incluso que los geles para masaje y el aceite de oliva, el de coco o la mantequilla pueden funcionar como improvisados lubricantes… combínalos con el sabor de las diferentes partes del cuerpo de tu pareja y olvídate por un momento de la limpieza, la gracia está en no refrenarse, en manchar, pringar, embadurnar y ensuciaros mutuamente.

Ponle picante, pero no te pases. Se puede jugar con los alimentos, pero considera que algunos pueden causar causar irritaciones y ser peligrosos para la piel (imagínate si van a parar a otras partes más sensibles).

La encimera en vez de la cama

¿Cuántas veces habremos visto esta escena en las películas? Es un cliché tan asentado que se ha incorporado como una fantasía que muchos desearían cumplir.

Sentadas sobre la encimera las mujeres pueden experimentar con el rol de sumisas ante el poco espacio y posibilidad de maniobra que deja la postura. La misma posición otorga un poder al hombre que puede dar rienda suelta a su lado más dominante.

Si mirándoos cara a cara la posición resulta complicada, lo mejor entonces es probar con el perrito. El hombre debe ser más caballeroso si se utiliza esta alternativa. La encimera no es una superficie suave y ante fuertes arremetidas, las caderas de ella pueden sufrir mucho. No te olvides tampoco del sexo oral: con ella sobre la encimera el acceso a sus partes más secretas es completo.

Utiliza otras herramientas

No te olvides del “attrezzo”. La experta en sexo Coleen Singer sugiere algunas sensaciones que se pueden conseguir gracias a los objetos cotidianos que se encuentran en la cocina.

La cocina es ideal para un “aquí te pillo aquí te mato”. Aunque sea estimulante no es cómoda y es fácil acabar con ciertas partes magulladas

Si tienes un grifo con manguera de los que se utilizan para fregar los platos, ¿qué sucede si lo usas sobre su clítoris? En el caso de que tu cocina sea más clásica siempre se puede jugar con el hielo.

¿Y las bayetas mojadas? Bien enrolladas son unos buenos látigos improvisados para poner en juego la técnica y al arte de los azotes.

Sé espontáneo

Si te resulta sexy ver a tu pareja haciendo un buen pisto, pues a qué esperáis. Sugiere Singer a los hombres: “Cuando tu amante esté ocupada con la cena, acércate furtivamente por detrás, pon tus brazos alrededor de su cintura y roza sus pechos para ver si está dispuesta a hacer el amor ahí mismo, sobre el calabacín cortado en rodajas”.

"A fuego rápido"

La cocina es el sitio ideal para un “aquí te pillo aquí te mato”. Aunque sea muy sugerente, de cómoda tiene poco y es fácil acabar con las rodillas y los codos particularmente magullados. Para huir de estas pequeñas lesiones se recomienda también alternar las posturas.

Si no has roto un plato en tu vida, ha llegado el momento de destrozar la vajilla, las ollas, las sartenes y la batería entera… Tu cocina se va a animar mucho y no precisamente por una nueva receta.

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