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Morir de cáncer y buscarle otra esposa a tu marido: decisión sin precedentes en España
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a través de una carta en 'the new york times'

Morir de cáncer y buscarle otra esposa a tu marido: decisión sin precedentes en España

Amy tiene 51 años, tres hijos y un marido al que no quiere dejar solo. En cuidados paliativos por un cáncer terminal, ha escrito una carta para buscar a su sustituta. La AECC nunca ha visto un caso así

Foto: Amy Krouse Rosenthal. (Twitter)
Amy Krouse Rosenthal. (Twitter)

"He estado casada con el hombre más maravilloso durante 26 años. Planeaba que fueran al menos 26 más". Esta es una de las muchas frases que Amy Krouse Rosenthal ha escrito en una carta en la que se deshace en halagos hacia su marido, Jason Brian, para el que busca una mujer que le acompañe en los próximos años ante lo que ella cree es su "inminente" ausencia, ya que padece cáncer terminal de ovarios. Sin embargo, lo que para muchos es un rotundo gesto de amor resulta un acto sin precedentes, al menos en España.

Titulada "Deberías casarte con mi marido" y publicada en 'The New York Times', esta escritora de 51 años, madre de tres hijos y autora de más de una treintena de cuentos infantiles, confiesa que llevaba un tiempo intentando escribir esta carta pero que la morfina y los dolores no le han dejado hacerlo hasta ahora. "Tengo que terminarla ya porque tengo una fecha límite, una muy cercana", ha escrito con el firme objetivo de encontrar de entre todas las mujeres del mundo una que quiera estar junto a su marido, al que no quiere dejar solo cuando su cuerpo diga basta. "Es fácil enamorarse de él, a mí me llevó un día", apunta Amy, que aprovecha también para describir físicamente a su marido. "1,78 metros, 72 kilos, ojos de color avellana y cabellos canosos. Es increíblemente guapo".

"Nunca hemos visto nada así"

Son muchas las preguntas que uno se hace cuando está cerca de la muerte y muchas las cuestiones que se quieren solucionar antes de abandonar este mundo, pero entre ellas, según tiene constancia la Asociación Española Contra el Cáncer, no está buscar pareja a tu marido. En conversación con Vanesa Jorge, psicóloga que trabaja con enfermos oncológicos, reconoce que nunca han visto "un caso de estas características" y que esta decisión no podría considerarse una liberación psicológica para la enferma, sino más bien algo relacionado con "circunstancias relacionadas con sus creencias personales, la relación con su marido o su personalidad".

"La decisión de buscar esposa a su marido cuando ella no esté no tiene por qué estar asociada a un proceso oncológico", apunta Vanesa Jorge, que considera que esta podría calificarse más bien como un "acto de amor" de Amy hacia su marido, aunque sin ocultar su sorpresa por una decisión que traspasa sus propias vivencias como psicóloga. De hecho, en dicha carta, Amy podría haber canalizado sus miedos y sentirse "más serena y reconfortada" ante la pregunta de qué va a pasar con su esposo una vez ella ya no esté.


Matrimonios 'in extremis'

En situaciones con enfermos en cuidados paliativos, desde la Asociación Española Contra el Cáncer se ven casos en los que se celebran "matrimonios 'in extremis", también llamadoss matrimonios por causa de muerte, circunstancia que está recogida en el artículo 52 del Código Civil. "Eso es lo que más vemos. Muchos quiere dejar arreglado todo antes de morir", explica, para enfatizar que en ello muchos encuentran "serenidad". En ocasiones, son varios los enfermos terminales que llevan un tiempo con su actual pareja y que, a pesar de ello, no han contraído matrimonio. Como deseo final y también como un último "acto de amor" antes de morir, hay quienes quieren formalizar su situación personal para que su pareja pueda, por ejemplo, cobrar una pensión de viudedad o herede sus propiedades y el dinero de sus cuentas.

En la carta, además de hablar del físico de su marido, de que está en forma y que le gusta el deporte, Amy Krouse Rosenthal va más allá y enumera las cualidades de su marido. Jason Brian es un manitas, sabe cocinar, hace la compra... y además le gusta pintar y la música en directo. "Si buscas un acompañante de viaje y alguien con un espíritu estusiasta, Jason es ideal", escribe Amy, que destaca en la carta que además de todo esto, su marido es un hombre detallista. "Es el tipo de hombre que llega a la primera ecografía del primer embarazo con un ramo de flores", desvela. También se levanta los domingos temprano para hacer el desayuno a toda la familia.

Terminó de escribir la carta el Día de San Valentín. En ella, ha dejado un espacio en blanco para que Jason "empiece otra historia de amor" sin ella

Aunque todo parece sacado de un cuento de Disney de príncipes y princesas, Amy afirma no haber edulcorado su relación para encontrar cuanto antes a una nueva mujer. "Si parece que nuestra relación parece salida de un cuento de hadas, no están muy equivocados, a pesar de algunas pequeñas peleas que surgen cuando vives con alguien durante dos décadas y media". Pero todo se truncó el 5 de septiembre de 2015, cuando tras acudir a urgencias por un fuerte dolor en el costado le diagnosticaron a Amy cáncer de ovarios. "Y entonces adoptamos el plan alternativo: de poder ser a vivir el presente".

Fue a partir de ese momento cuando decidió que quería más tiempo para pasar con Jason, con sus hijos y con sus amigos. "Pero esto no va a suceder", reconoce ella, por lo que se puso manos a la obra y escribió esta carta, que precisamente terminó de escribir el Día de San Valentín y que acaba de publicar en 'The New York Times'. Una carta que tiene un regalo para su marido: un espacio en blanco para que Jason "empiece otra historia de amor" sin ella.

"He estado casada con el hombre más maravilloso durante 26 años. Planeaba que fueran al menos 26 más". Esta es una de las muchas frases que Amy Krouse Rosenthal ha escrito en una carta en la que se deshace en halagos hacia su marido, Jason Brian, para el que busca una mujer que le acompañe en los próximos años ante lo que ella cree es su "inminente" ausencia, ya que padece cáncer terminal de ovarios. Sin embargo, lo que para muchos es un rotundo gesto de amor resulta un acto sin precedentes, al menos en España.

Cáncer The New York Times