La joven inglesa que ganó la lotería y quiere demandar al Estado por estrés

¿Quién no quiere ser millonario? ¿Quién no ha soñado con viajar a todo trapo por todo el mundo, pagar la hipoteca, comprar todos los caprichos posibles sin escatimar en gastos, o tener la casa de tus sueños? A Jane Park, una jóven británica de 17 años, sus sueños se le hicieron realidad. En 2013 compró su primer billete de lotería y ganó un premio de más de un millón de euros. Allí existe la posibilidad de marcar una casilla de "con" o "sin" publicidad. Ella marcó la segunda y sumó más de 17.000 seguidores en Facebook en un instante.

"Mi vida sería mucho más fácil si no hubiera ganado. Ojalá no tuviera dinero la mayoría de los días"

Dicen que el dinero no da la felicidad, pero muchos pensamos que ayuda bastante a obtenerla. Jane invirtió en tratamientos cosméticos, se operó los labios y se puso botox. Se compró un coche de lujo, compró entradas para ver a sus equipos preferidos y viajó por América, España y Maldivas. Jane adquirió dos lujosas propiedades y siguió viviendo a todo tren. Ahora tiene 21 años y vive en Edimburgo, y se queja de que tras ganar el premio, no ha podido encontrar un hombre que la quiera. Como decían los Beatles, 'Can´t buy me, love' (No puedes comprar el amor).

"Tengo cosas materiales pero al margen de eso mi vida está vacía. ¿Cuál es mi propósito en la vida?" Ella afirma estar muy estresada y se enfrenta a una multa por conducir en estado de embriaguez después de ser arrestada en un autoservicio de una conocida cadena de comida rápida.

¡Qué difícil es ser una celebrity!

El problema con la lotería siempre ha sido la idea que fomenta hacerse rico con el mínimo esfuerzo. La ganadora asegura que tras la publicidad, el haberse convertido en una celebridad y todo lo que eso conlleva, ha provocado que se dé cuenta de muchas cosas. Asegura, que anima a las mujeres jóvenes a exibir su cuerpo en las redes sociales y convertirse en algo parecido a las Kardashians. Ella creía que el dinero le daría poder sobre sí misma y el control de su propia vida, y en cambio ha banalizado aspectos de su vida diaria que antes le hacían feliz.

Park es culpable de su propia desgracia. Nadie le obligó a comprar aquel billete de lotería, ni desperdiciar el dinero en operaciones quirúrgicas y vacaciones. Podría haber marcado la casilla de "sin publicidad" y nadie se habría enterado de nada. Pero no lo hizo y ahora tiene que lidiar con este estrés. ¡Qué pena!

Creí que sería 10 veces mejor, pero hizo mi vida 10 veces peor. Me digo a mí misma que la vida sería más fácil si no hubiese ganado

No es culpa de la lotería nacional, de hecho la compañía tiene inversores y asesores que ayudan a los premiados a administrar las ganancias. Según cuenta la entidad, "se le ofreció asesoramiento y apoyo, pero optó por ignorar nuestros consejos". Vivimos en una sociedad en la que reina el victimismo y en la que no se está ni llueve a gusto de nadie.

Por ello, esta joven está considerando iniciar acciones legales para elevar la edad mínima que deben tener los participantes para ganar los premios, actualmente fijada en 16 años. En ese sentido, recordó lo que le dijo su abuela: "Es como si te hubiesen dado un arma", a lo que ella respondió que "era lo mejor que le podía pasar", aunque es ahora cuando ha entendido a lo que se refería la frase: "Me decía que uno no debería darle esa cantidad de dinero a una joven de 17 años".

La compañía insiste en que un cambio en la política para la edad mínima de compra de un billete de lotería es un trabajo para el Parlamento británico. Jane se ha cansado de llevar este estilo de vida y ha vuelto a trabajar, ahora en una tienda de patatas fritas, asegurando que nunca pensó la diferencia que marcaría el dinero en su vida. No sabemos si se cansará pronto de haber vuelto a trabajar, lo que sí, es que en su Instagram puede verse las marcas que viste, no al alcance de cualquiera, y el máximo disfrute del ocio nocturno.