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El hombre que ha pagado 3 millones diez años tras el divorcio (te puede pasar a ti)
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tres jueces fallan contran él

El hombre que ha pagado 3 millones diez años tras el divorcio (te puede pasar a ti)

Glenn Briers tiene 61 años, es dueño de un imperio textil y lleva divorciado más de una década. Ahora debe pagar una cuantía millonaria a su ex

Foto: El peso de la justicia.
El peso de la justicia.

Glenn Briers, de Willenhall, Reino Unido, tiene un imperio textil y lleva divorciado más de diez años. Si preguntáramos a los conocidos del empresario, nos dirían que es un tipo decente y que construyó un imperio de la moda desde abajo,con un sentido empresarial bastante astuto. Dicen que es un hombre de palabra, benévolo y vehemente. Sin embargo, Glenn no se encuentra en su mejor momento con el sistema judicial británico. Más de una década después de su "divorcio", un juez ha ordenado pagar a su exmujer, Nicola, cerca de tres millones de euros de la fortuna que ha ido acumulando desde hace años a pesar de haber cedido a esta la casa familiar valorada en unos 700.000 euros, 12.000 euros anuales y la manutención de sus tres hijos, según cuenta 'Daily Mail'.

Glenn fue trabajador de correos, profesor de historia y educación física, pero cuando la empresa creció, abandonó el puesto para ocuparse en cuerpo y alma a lo que él denomina “su otro hijo” al que vio crecer poco a poco desde el garaje de su casa. El abandono de la enseñanza y posterior dedicación a la empresa es el culpable de la ruptura según su exmujer. “Ella seguía enseñando y no tenía ningún interés en mi negocio. El matrimonio comenzó a desquebrajarse. Hicimos cosas juntos por los niños, de lo contrario no hubiéramos pasado ni un minuto compartiendo nuestro tiempo.

De 2005 a 2012 la pareja tuvo una relación cordial

En 2001, decidieron poner fin a su relación. El patriarca compró una casa cerca del hogar familiar, pero siguió pagando la hipoteca, mandando un salario anual y pagando la manutención de los niños. Dos años después, tras iniciar una nueva relación, Nicola pidió el divorcio. Y se acordó cómo repartir los bienes ganaciales. La preocupación de ella era mantener la casa familiar, así que él se comprometió a pagar la hipoteca, pagar un salario anual de 12.000 euros y 400 euros al mes por niño, a cambio de quedarse con la empresa. “Juntamos a nuestros abogados, redactamos las cláusulas pero nunca lo llegamos a firmar. Simplemente nunca sucedió”, cuenta apenado el señor Briers. “Yo estaba feliz dándole la mitad de todo. Quería que todo fuese rápido y amistoso por los niños, para que no lo pasaran mal, me sentía culpable y quería que las cosas fueran lo más fáciles para ellos”.

El fallo ha sido respaldado por tres jueces de la Corte de Apelaciones. Es importante ya que hasta hace poco, la esposa, que había hecho una reclamación sobre la fortuna ganada de su exmarido años después del acuerdo de divorcio, podría recibir una suma más que generosa. No obstante, 12 años después del acuerdo de divorcio original que Glenn creía vinculante, la exseñora Briers de 58 años se ha ganado una buena porción de tarta. Según el juez Mark Rogers, Glenn era "psicológicamente controlador" y "un mentiroso" ya que habría "engañado" a Nicola, haciéndole aceptar menos de lo debido.

El Sr. Briers no había revelado honestamente sus bienes a la Sra. Briers por lo que el fallo reconoció que nunca se había concluido un arreglo completo

"Me llaman mentiroso y esto es lo que realmente me apena. Sé que su abogado presentó un caso al juez arruinando mi persona, pero ¿dónde está la prueba de que soy un maltratador psicológico? Nunca he tratado mal a una mujer, y no sé cómo podría decir cosas sobre mí. Era mi palabra contra la suya, y el juez decidió creerla. ¿Por qué? ¿Es porque es una mujer y yo soy un hombre? ¿O porque soy yo el que tiene el dinero? Estos jueces son sólo parte del 'establishment' liberal donde todo se trata de la corrección política. No sé qué experiencias de la vida real tienen, pero me parece que están fuera de contacto con la realidad. Todo lo que he hecho en mi vida ha sido para hacer crecer mi empresa y he tenido que sacar todo ese capital de trabajo para poder pagar esta indemnización".

El clima entre ambos está muy caldeado, tanto que negociar se hace muy difìcil. Hasta ahora Glenn afirma que nunca ha tenido que despedir a nadie, pero que quizá tenga que hacerlo para compensar estos gastos inesperados. Briers pensó en dejar la empresa a dos de sus hijos que trabajan con él, pero ahora tiene que volver a poner en marcha todo y hacer de tripas corazón para tirar hacia delante. El empresario no entiende por qué debe trabajar 18 horas al día si al final las ganancias acaban en alguien que no aporta nada y que no ha trabajado nunca en la empresa.

Tres jueces fallan en contra de Glenn

Existen, por supuesto, las dos caras de la moneda, sobre todo cuando se trata de un divorcio. Pero pocos de los que conocen y trabajan con Glenn tienen una mala palabra que decir sobre él. No lleva una vida lujosa, tiene a 18 empleados y trata de incentivarlos a final de año, aunque desde las pasadas navidades, estos incentivos se suspendieron. El pasado diciembre, tres jueces superiores le ordenaron pagar esta cuantiosa suma que está amargando la vida al empresario. Glenn no se cree lo que esta pasando. Él quiere mucho a sus tres hijos y dice que si estuvieran involucrados, no le importaría gastar cada céntimo. “Creo que lo hicimos bastante bien. Ser soltero de nuevo me dio la libertad de poner mi corazón y mi alma en la compañía. Podría trabajar 18 horas al día sin tener que discutir con ella, hacer lo que quisiera, y lo hice. El negocio prosperó”.

El susodicho cuenta que las cosas se mantuvieron en gran medida amigables entre ambos durante mucho tiempo, tanto que Nicola continuó manteniendo relación con su exsuegra y excuñadas. Glenn siempre temió que pudiera suceder esto, pero no lo creyó posible y siente que se le está siendo tratado injustamente. La palabra traición se le queda corta y además se pregunta por qué ella no realizó ningún trámite o alegación entre 2005 y 2012.

"Simplemente sentí que el juez no estaba dando ningún peso a lo que estaba contando. Quedé como mentiroso.” La abogada de la Sra. Brier, Anne Thomson, comentó : "Tres jueces de la Corte de Apelaciones decidieron por unanimidad que el Sr. Briers no había revelado honestamente sus bienes a la Sra. Briers por lo que el fallo reconoció que nunca se había concluido un arreglo completo y definitivo de los asuntos financieros de la pareja y que su falta de sinceridad en cuanto a sus bienes significaba que la Sra. Briers no había dado su consentimiento informado al arreglo". Cuando se dictó la sentencia en abril de 2015, Glenn recibió la orden de pagar a su ex, la excesiva cuantía de tres millones de euros y entregar el 25% de su pensión.

Ahora cuenta que se lo está tomando con bastante filosofía, pero todavía no puede entender cómo un hombre puede ser condenado como un "mentiroso" y "psicológicamente controlador" basándose solamente en las afirmaciones de una exesposa. Es muy injusto. Es la palabra de uno contra la del otro”.

Lo que está claro es que en trámites de divorcio, hay que asegurarse de que cualquier acuerdo sea firmado, sellado y entregado, o si no, recuerda: el pasado siempre vuelve.

Glenn Briers, de Willenhall, Reino Unido, tiene un imperio textil y lleva divorciado más de diez años. Si preguntáramos a los conocidos del empresario, nos dirían que es un tipo decente y que construyó un imperio de la moda desde abajo,con un sentido empresarial bastante astuto. Dicen que es un hombre de palabra, benévolo y vehemente. Sin embargo, Glenn no se encuentra en su mejor momento con el sistema judicial británico. Más de una década después de su "divorcio", un juez ha ordenado pagar a su exmujer, Nicola, cerca de tres millones de euros de la fortuna que ha ido acumulando desde hace años a pesar de haber cedido a esta la casa familiar valorada en unos 700.000 euros, 12.000 euros anuales y la manutención de sus tres hijos, según cuenta 'Daily Mail'.

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