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Las comidas con las que debes tener cuidado si las pides en un bar
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Las comidas con las que debes tener cuidado si las pides en un bar

Algunos de estos alimentos son perjudiciales para tu salud si no se cocinan o manipulan de forma correcta

Foto: Plato de alfalfa
Plato de alfalfa

Alimentos con los que ser precavido

placeholder Las comidas que tomas y que no deberías pedir en el restaurante
Las comidas que tomas y que no deberías pedir en el restaurante

Sabemos que “como en casa, no se come en ningún sitio”, pero a todos nos gusta salir a cenar por ahí de vez en cuando o tenemos que comer fuera por nuestro horario laboral. Posiblemente hay algunos alimentos que tomamos con frecuencia pero que deberíamos pensar dos veces antes de pedir. Comer alimentos en mal estado es uno de los motivos más frecuentes de indigestión, aquí te proponemos algunos que deberías evitar:

Rodajas de limón

Rodaja de limón

Hace mucho calor y tienes mucha sed, así que lo primero que pides en el restaurante es un refresco con mucho hielo y una rodaja de limón. Seguramente si nos trajeran un trozo de pechuga de pollo cruda, sabríamos que tienen que cocinarla un poco más antes de comerla, pero no se nos ocurriría pedir un vaso diferente si nos lo traen con un trozo de limón. Aunque no hay nada particularmente antihigiénico en él, y muchos hablan sobre los beneficios que tiene este cítrico, algunos camareros te contarán que pueden pasar días hasta que los renuevan, o que muchas veces no los lavan antes de cortarlos y servirlos, así que quizá contengan algún pesticida o contengan bacterias dañinas al haberse cultivado con agua contaminada. Es posible que estas porciones amarillas no sean las únicas cosas que floten dentro de tu bebida.

Carne poco hecha

Bistec

Cada año se producen en España miles de intoxicaciones alimentarias. Aunque en nuestro país la salmonela es el principal culpable de la mayor parte de problemas estomacales asociados al consumo de comida, no debemos perder de vista otros factores peligrosos. Y, entre todos ellos, la carne es uno de los más sensibles. La limpieza es lo más importante, por lo que preocuparse por que las superficies y los instrumentos de cocina están limpios es vital. A la hora de acudir a un restaurante, el mero hecho de pedir un trozo de carne bien hecho no te garantiza de que vayas a volver a casa con el estómago en su sitio.

Brotes frescos de alfalfa

Brotes de alfalfa

No son un alimento que se encuentre fácilmente en un plato español y aunque muchos estudios la incluyen como un superalimento porque contienen un elevado índice de propiedades que benefician la salud y contribuyen a mejorar algunas enfermedades, pocos restaurantes cuentan con este ingrediente que además de frescura aporta glamour al plato. Desafortunadamente, a pesar de su aspecto inofensivo y sabor poco reseñable, estos pequeños brotes pueden hacerte pasar algunos ratos poco recomensdables. Al igual que las rodajas de limón, la alfalfa puede contener algunos invitados no deseados. Para que el brote crezca es necesario un entorno húmedo y cálido, un lugar también perfecto para las bacterias. Habrá que confiar en que el restaturante haga las cosas como debe y los manipule correctamente.

Marisco

Marisco

Pedir marisco puede resultar tentador. Por un precio poco elevado, dependiendo de dónde vayamos, podemos disfrutar de un plato bien rico, y salir de la rutina de la ensalada César o de la sopa castellana. Pero es algo que es recomendable no hacer, a no ser que estemos en la costa. Asumiendo que los restaurantes solo sirven comida fresca, o así debería ser, el peligro de comer marisco sin cocer está fuera de nuestro control. Las almejas o las ostras filtran sus alimentos del agua y si ésta, estuviera contaminada, el crustáceo también lo estaría. La bacteria más común es el vibrio bacterium y la intoxicación se manifiesta por diarrea y dolores abdominales. También podrías contraer un virus poco amigable, el norwalk, que provoca indisposiciones gastrointestinales. Además, el virus de la hepatitis A infecta el hígado y causa síntomas que incluyen fiebre, cansancio, náuseas, malestar abdominal, orina oscura e ictericia. ¡Hay que pensárselo dos veces antes de pedirlo!

Leche

Dicen que el desayuno es la comida más importante del día. Muchas personas no desayunan y eso está muy mal. Un buen vaso de leche calentita, fruta, zumo de naranja, una magdalena o croissant, todo es poco para coger energías y superar un largo día. Ahora está de moda tomar leche fresca, pero puede fácilmente estar contaminada con virus, parásitos y bacterias como salmonela, E. coli o Listeria si no está pasteurizada o conservada a una buena temperatura. Las hormonas que se encuentran en la leche, especialmente los estrógenos que se transmiten a través de las vacas embarazadas, pueden influir en la aparición de cánceres como el de próstata, de ovarios y de pecho."¡Un café con leche, por favor!" es una de las frases que más utilizamos en los restaurantes y bares. Ser precavido con su color, olor o su estado, puede salvarte de una buena indigestión.

Huevos

placeholder Huevos
Huevos

Durante años se redujo su consumo porque se creía que producía colesterol, pero recientes estudios le han librado de este sambenito y han ponderado sus virtudes. En los menús siempre suele haber platos cocinados con este alimento, que mal manipulado o conservado puede hacer que te lleves un buen susto. La cáscara es una estructura permeable, con poros, a través de los cuales pueden pasar no sólo el agua y el oxígeno que el embrión necesita para crecer, sino también bacterias como la salmonela. Así que es determinante la conservación y una temperatura adecuada para no padecer problemas intestinales indeseados.

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