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Los mejores trucos para salir bien en las fotos
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prohibido decir patata

Los mejores trucos para salir bien en las fotos

Ya sea porque quieres lucir palmito en las instantáneas de grupo o porque eres un maníaco de los selfis, seguro que no conocías estos secretos para aumentar tu fotogenia

Foto: Siéntete como una estrella. (iStock)
Siéntete como una estrella. (iStock)

¿Cuántas veces has repetido eso de “yo no soy fotogénico”? Se trata de una excusa clásica para no salir en la foto de rigor en la reunión familiar o en el encuentro semanal con los amigos. Contemplarnos en una fotografía y sentir que nuestro aspecto es magnífico no tiene por qué ser un simple acto narcisista, tampoco baladí. Mirar una imagen de nosotros mismos que nos agrada, reafirma nuestra autoestima y nos ayuda a crear una visión positiva de nuestro cuerpo.

El hecho de que una foto salga bien no depende solo del modelo. Por un lado está el fotógrafo, que si no es muy ducho, no nos va a ser de gran ayuda: saber enfocar, entender los encuadres o utilizar correctamente la luz disponible son solo unos pocos factores que determinan si el fotógrafo en cuestión es un ‘pro’ o un amigo que se limita a utilizar el modo automático y presionar el botón. Por otro lado está la cámara. Es verdad que por muy limitada que esta sea, un buen fotógrafo intentará aprovechar las condiciones del aparato y sacarle todo el partido posible. La cámara, en todo caso, no es un elemento neutro: modifica la realidad de nuestro cuerpo a través del encuadre, los colores, el enfoque, la calidad del objetivo, la luz que es capaz de captar, etc.

Casi nadie mira a otra persona completamente de cara, siempre existe un ángulo o una inclinación. El primer truco es no mirar directamente al objetivo

Con todo, no es justo tampoco responsabilizar de un mal retrato a todo aquello que es ajeno al modelo. Como buenos maniquís podemos lograr con nuestra actitud, nuestros gestos y nuestras posturas que el resultado final sea más que aceptable. La fotogenia no es una cualidad mágica que unas personas poseen y otras no. Lo que sucede es que aquellos que dicen ser fotogénicos saben hacer uso, aunque sea de manera inconsciente, de una serie de estrategias que les permiten proyectar mejor su imagen personal. En una época en la que todo el mundo tiene un teléfono móvil a mano, huir de las instantáneas es tarea imposible. Si no puedes con tu enemigo, únete a él, así que toma en consideración estos consejos para pasar el trámite.

La cara

La expresión facial es la manera más directa que tenemos de comunicar nuestro estado interior al resto del mundo. Transmitir impresiones positivas a través de ella no es cosa fácil pues la cantidad de músculos que posee nuestro semblante hace que la impresión final sea el producto de muchos condicionantes: ojos, boca, posición, barbilla…

Piensa en la vida real, casi nadie mira a otra persona de manera directa, siempre existe un ángulo o una inclinación. El primer truco, por tanto, es no mirar directamente al objetivo. Ladea la cabeza o muestra tus facciones en escorzo. Considera que nuestra cara no es perfectamente simétrica y si la exponemos directamente a la cámara ese desequilibrio acabará haciéndose evidente.

Sonríe poniendo la lengua detrás de los incisivos de modo que los músculos de la boca no exageren el rictus

Si tiendes a parpadear y a salir en las fotos con los ojos cerrados hay una manera muy simple de solucionarlo. Une tus párpados y ábrelos lentamente unos segundos antes de que salte el obturador.

Sonreír correctamente no es tarea sencilla. Es probable que la expresión quede forzada, que las encías sean evidentes o que todo acabe en un gesto que no sea ni una mueca seria ni un signo de alegría. Un truco es sonreír poniendo la lengua detrás de los incisivos de modo que los músculos de la boca no exageren el rictus. En el mundo anglosajón utilizan la palabra ‘cheese’ (queso), que al ser pronunciada logra que la sonrisa aparezca de forma automática. En español no se entiende por qué empleamos ‘patata’, que deja la boca en posiciones no tan favorecedoras. Si prefieres no sonreír, entreabre un poco la boca: los labios pegados dan una imagen poco natural en una imagen.

Los cabellos que caen sobre el rostro ayudan a tapar defectos y a añadir algo de misterio. Lo enigmático es siempre atractivo

La boca puede mostrar una mueca feliz, pero la autenticidad del gesto lo dan los ojos. Aprende a sonreír con ellos. Este ademán tiene incluso un nombre en inglés: ‘smize’. Prueba a entrecerrarlos ligeramente y sin forzar. Por desgracia, no existen muchos más consejos en este sentido: practica ante el espejo. Piensa en lo que le tuvo que costar a Marilyn lograr su perfecta y característica caída de párpados.

Las mujeres y los hombres con el pelo largo tienen un elemento más con el que jugar. Que los cabellos caigan sobre el rostro ayuda a tapar defectos y a añadir algo de misterio. Una cara que permanece parcialmente oculta genera más enigma que un rostro completamente expuesto. Lo que no es evidente, aquello que tiene misterio, es siempre atractivo.

¿Pavor ante la doble papada? Estira un poco el cuello hacia adelante, como si fueras una tortuga. Eso sí, no levantes la cabeza pues la pose quedará ridícula.

Para las mujeres el estilo ‘red carpet’, con una mano en la cintura y el cuerpo en escorzo, es casi un canon

El estado y el color de la piel no son tampoco un tema superficial. Antes de que te saquen una instantánea a traición, limpia los posibles brillos de la cara con una toallita. Si eres mujer, quieres poner un poco de arrebol en tus mejillas y no tienes colorete, pellizca ligeramente los mofletes: es un cliché, pero funciona.

Examina, por último, las fotos que te han hecho a lo largo de tu vida y estudia en cuáles has salido mejor. Encuentra si un determinado lado o un ángulo específico te favorece y procura ofrecer siempre esa parte de ti a la cámara.

El cuerpo

Al igual que con la cara, posar con el cuerpo de frente no beneficia a nadie. Si por algún motivo el fotógrafo te lo exige, prueba entonces a cruzar las piernas poniendo un pie delante del otro para que la posición no sea tan recta. En caso contrario, para las mujeres el estilo ‘red carpet’ (con una mano en la cintura y el cuerpo en escorzo) es prácticamente un canon. Situarte ligeramente por debajo de la cámara suele ser también un buen recurso.

Muestra la espalda siempre erguida, con los hombros un poco hacia atrás. Ten cuidado con poner las manos en los bolsillos o con apoyarte sobre un objeto, los modelos profesionales saben hacerlo con estilo, pero la mayoría de los mortales pareceremos unos títeres con el cuerpo caído.

Si no tienes un palo selfi puedes crearte uno así: conecta los cascos y presiona en el botón que está en el cable de los auriculares

Las manos y los brazos son dos partes tremendamente expresivas y es normal que uno no sepa qué hacer con ellos. Como norma general despegarlos ligeramente del cuerpo es una buena recomendación. Apoyar las mano en algún lugar también puede ayudar a salir del paso.

Considera que en las fotos de grupo no eres la única estrella. Lo fundamental en estos casos es no mostrar la misma pose que tienen el resto de participantes en la toma. Eso sí, tampoco te pases abarcando todo el protagonismo con una postura excéntrica.

Hazte un selfi

Dentro de los retratos, el selfi se ha convertido en un género en sí mismo. Por desgracia los objetivos de las cámaras frontales de los móviles suelen ser grandes angulares que no favorecen las proporciones de las personas con la cara más alargada. Por eso, no te coloques nunca demasiado cerca del objetivo o tu rostro quedará demasiado "estirado".

Intenta no colocarte en el centro geométrico del encuadre, sitúa tu semblante en los laterales o ligeramente descentrado. Considera también la importancia del fondo: tan relevante como tu expresión es lo que hay en segundo plano. Si no quieres destacar nada especial, es mejor utilizar un fondo con textura en vez de un color plano.

Utiliza el temporizador de la aplicación del teléfono para prepararte mejor y no tener que presionar la pantalla (con el riesgo de que la foto se arruine por haber movido la toma). Puedes usar también un control remoto a través de bluetooth. Si no tienes un palo de selfie, conecta los cascos del manos libres, ve a la aplicación de cámara y presiona en el botón que está en el cable de los auriculares, habrás creado una solución de emergencia que da más estabilidad. Puedes tomar también un autorretrato cogiendo todo el teléfono móvil con las dos manos. Muy importante: nunca agarres el aparato con una sola mano y presiones el botón de disparo con el índice de la otra, el resultado quedará ridículo.

Sonríe, abre los ojos, gira el cuerpo, estira el cuello, colócate el pelo… Reconocemos que la tarea del modelo es complicada y que estar pensando en todos estos condicionantes aniquila el factor clave y definitivo para un buen retrato: estar relajado. Un experto fotógrafo tiene que desechar muchas imágenes antes de lograr resultados convincentes, por desgracia, para un modelo la tarea no es muy distinta: practicar, practicar y practicar hasta que todo empiece a salir de manera automática.

¿Cuántas veces has repetido eso de “yo no soy fotogénico”? Se trata de una excusa clásica para no salir en la foto de rigor en la reunión familiar o en el encuentro semanal con los amigos. Contemplarnos en una fotografía y sentir que nuestro aspecto es magnífico no tiene por qué ser un simple acto narcisista, tampoco baladí. Mirar una imagen de nosotros mismos que nos agrada, reafirma nuestra autoestima y nos ayuda a crear una visión positiva de nuestro cuerpo.

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