Es noticia
Cuatro claves para que los hombres se conviertan en unos amantes perfectos
  1. Alma, Corazón, Vida
no te las quitarás de encima, amigo

Cuatro claves para que los hombres se conviertan en unos amantes perfectos

La mayoría de los machos no saben cómo complacer a una mujer porque hacen todo al revés. Se centran en la penetración, y eso es justo lo menos importante. Te contamos todo

Foto: Ella acabará enamorándose. (iStock)
Ella acabará enamorándose. (iStock)

La mayoría de los hombres lo hacen mal. Tienen una cita con una mujer y solo piensan en penetrarla. Y al final es lo que acaban haciendo. Luego se preguntan las razones por las que ellas no han vuelto a llamarlos. "Si todo fue bien, duré mucho y fui muy macho, ¿por qué no quiere repetir?", se cuestionan. Amigo, es que lo has hecho todo mal. Y puedes dar gracias de que ella no tiene bloqueado tu número de su teléfono y al menos te ha dicho que 'una y no más, Santo Tomás' directamente.

Has hecho muchas cosas mal. Tantas que nos daría para una lista inmensa, pero no nos vamos a centrar en lo negativo del asunto. Te vamos a dar unos valiosos tips, algunos recogidos en 'Psychology Today', para que seas el amante perfecto. Atento:

1) Siete canciones de caricias

Un buen amante no pasa directamente a la acción, sino que se toma su tiempo en seducir a la chica, aunque sea la misma desde hace siete años. La mayoría de hombres cometen en el error de pasar directamente a la acción. No hay un contacto previo con la fémina. Solo piensan en el coito vaginal y van directamente a ello.

Una de las técnicas que tienen las mujeres para detectar si uno es buen amante o no, es justo este: que el macho no emplee nada de tiempo en acariciarlas antes de bajarles los pantalones. Si quieres que ella(s) se rinda(n) a ti, debes reducir la velocidad y tener en cuenta que cada milímetro del cuerpo femenino es un interruptor erótico.

Un buen amante no pasa directamente a la acción, sino que se toma su tiempo en seducir a la chica, con caricias y hablándola durante un tiempo

Aunque algunas mujeres no precisan de preliminares ni de juego previo, la mayoría requiere de al menos 30 minutos de calentamiento antes de la penetración. El truco de experto es esperar seis o siete canciones antes de dejarla en bragas. En este tiempo tienes que besarla, abrazarla y tocarla suavemente por todo el cuerpo (pelo, cuello, hombros, rodillas, pies...). Si ves que el ambiente no se calienta (que ya sería muy raro), espera otras seis canciones más y sigue haciendo lo mismo.

A ella le excitará más esto que un masaje en la vagina. Además, también es bueno para vosotros, hombres, ya que un masaje previo aumenta la potencia y duración de las erecciones. De hecho, para evitar las eyaculaciones precoces los expertos recomiendan un juego sexual lento, respiración profunda y un masaje corporal completo.

2) Habla

A la mayoría de mujeres se las enamora por los oídos. Es algo que ya deberías saber. Un buen amante es necesariamente un buen conversador. Es indiferente si estáis casados, si os véis una vez al mes o si os acabáis de conocer: tienes que hablar con ella e interesarte por su persona. A todas las féminas les gusta sentirse valoradas y apreciadas, y les gusta que las entiendan. También admiran la capacidad dialéctica de ellos.

No es necesario que la empieces a ametrallar con política o que demuestres lo mucho que sabes de cambio climático. No es cuestión de ser pedante, sino interesante. Puedes contarle desde algo divertido que te haya pasado en ese día a contarle lo que te ocurrió de niño y quieres que ella sepa. También puedes hablar de cómo te sientes, de lo mucho que te gusta estar ahí con ella en ese momento, de lo mucho que te gusta acariciarla...

Una buena conversación, unida a un contacto corporal previo por encima de la ropa, es fundamental para que la conexión durante el coito sea mágica y total. Todo surgirá solo y los orgasmos llegarán por partida triple. Si no hablas con ella, o si lo haces y ella se aburre, la fémina no percibirá ninguna química ni conexión contigo. Y, aunque acabe teniendo relaciones sexuales con tu persona, no volverá a repetir porque lo recordará como algo vacío, algo que podría tener con cualquier hombre. Tienes que ser único, y hacerla sentir especial a cada momento de vuestro encuentro.

3) Haz lo opuesto a lo que ves en el porno

La mayoría de hombres son pésimos amantes porque imitan lo que ven en el porno. Y justo tienen que hacer lo contrario a eso. Han crecido en páginas XXX, y nadie les ha explicado cómo tratar a una mujer correctamente, por eso creen que lo que ven a través de la pantalla del ordenador es lo que tienen que hacer. Pues no, amigo. Nada de eso. Aunque a muchas mujeres les gusta que seas bruto y que vayas directamente al coito, la mayoría prefiere hacer el amor contigo. Esto es lo que diferencia a un buen amante de un mediocre.

Un buen amante le da más protagonismo al sexo oral que al vaginal. Sabe que las mujeres alcanzan el clímax a través del clítoris y se centran en ello

De hecho, esta diferencia se observa claramente según el rango de edad del hombre en cuestión. Los menores de 35 años son bastante torpes y solo piensan en su propio placer. Solo piensan en penetrar y en correrse. En cambio, superada la barrera de los 35, en la mayoría de los casos, es otra historia. Son hombres con cierta experiencia que ya por fin han aprendido a tratar a una mujer, tanto fuera como dentro de la cama. Por ello, un amante perfecto nunca tendrá menos de 30 años. No les ha dado tiempo a olvidar todo lo que han visto durante años en páginas porno y tampoco les ha dado tiempo a descubrir que la seducción y hacer el amor no es meterla como un conejo.

Si sigues haciéndolo mal a tu edad, es hora de que espabiles. No hagas nada de lo que ves en el porno, de hecho, haz justo lo contrario. Nada de pedirle que te haga una felación, nada de ir directamente al tema, nada de alcanzar el clímax en su cara (a no ser que te lo pida)... Olvida todo.

4) Usa tu lengua, no tu pene

Como hemos dicho, la mayoría de hombres (los pésimos amantes) se centran demasiado en su pene y en su propio placer. Piensan que las mujeres llegan al orgasmo con la penetración vaginal, y es justo al contrario. Las féminas, por regla general, alcanzan el clímax a través de la estimulación del clítoris, esa especie de 'montañíta' que se encuentra en la zona externa de la vagina.

Un buen amante se distingue de uno malo en que sabe esto y hace porque ella llegue. Se centran en el placer femenino, y por ello suelen ser expertos en sexo oral. Saben cómo hacer que ellas toquen el cielo con los movimientos de su lengua por la vagina. Y lo hacen siempre. Un buen amante nunca penetraría a su chica sin antes ahondar en su flor y hacer que alcance el orgasmo. Antepone el placer de la chica al suyo, y como recompensa luego obtiene un coito de otro mundo, en el que obviamente ella volverá a correrse.

Foto: Te va a amar para siempre. (iStock)

Por ello, para ser un amante de los pies a la cabeza debes darle mucho más protagonismo a tu lengua que a tu pene. Cada vez que hagas el amor con una mujer, tienes que hacer que alcance el clímax en tu boca, la misma que has usado previamente para regalarle los oídos y conocerla mejor.

Pues bien, ya sabes todos los secretos para ser un buen amante, aquel con el que todas las mujeres del mundo quieren estar.

La mayoría de los hombres lo hacen mal. Tienen una cita con una mujer y solo piensan en penetrarla. Y al final es lo que acaban haciendo. Luego se preguntan las razones por las que ellas no han vuelto a llamarlos. "Si todo fue bien, duré mucho y fui muy macho, ¿por qué no quiere repetir?", se cuestionan. Amigo, es que lo has hecho todo mal. Y puedes dar gracias de que ella no tiene bloqueado tu número de su teléfono y al menos te ha dicho que 'una y no más, Santo Tomás' directamente.

El redactor recomienda