Es noticia
Las 4 grandes diferencias de pronunciación entre el inglés británico y el americano
  1. Alma, Corazón, Vida
HEY YA!

Las 4 grandes diferencias de pronunciación entre el inglés británico y el americano

Si ya bastante difícil es de por sí aprender un nuevo idioma, no digamos ya si además tenemos que diferenciar entre todas sus variantes. Aquí tienes una guía para no perderte

Foto: Elige, pero no hagas una mezcla extrañísima de ambas variantes. (iStock)
Elige, pero no hagas una mezcla extrañísima de ambas variantes. (iStock)

¿Se imaginan hablar con un extranjero al que acabamos de conocer y que, de repente, empiece a mezclar palabras pronunciadas en gallego con expresiones catalanas y un tono entre el andaluz y el madrileño? ¿Algo así como 'osti tu, er rapaz se ejtá poniendo fermoso'? Es una caricatura, claro, pero a menudo ocurre que en nuestra utilización del inglés tendemos a mezclar no solo términos que pertenecen a sus variantes británicas y americanas, sino también, a mezclar acentos, lo que provoca un resultado chocante.

El humor ocasionado por la confusión entre distintos acentos no es coto privado del español y de esas comedias que arrasan en taquilla, sino que también ha sido base para multitud de gag cómicos. Si quieres un contenido viral que pueda gustar a un internauta de Texas y a otro de Reading por igual, no hay nada como subir un vídeo sobre las diferencias en los acentos entre ingleses británicos y americanos… Que, de paso, también sirve para ayudarnos a los hispanohablantes a entender un poco mejor las particularidades de cada país.

En el conocido como inglés de la reina o inglés de Oxford, la “r” final no se pronuncia

Es lo que ha hecho el 'youtuber' Korean Billy, que ha colgado un vídeo en el que resume cuáles son las cuatro diferencias más importantes. Aunque hay mucho escrito sobre este tema y podríamos hablar durante horas de las sutilezas de pronunciación que definen cada una de estas variantes del idioma, nos introducimos en su mano en los cuatro signos que nos ayudan a distinguir entre un inglés o un americano.

Si se nos pide que imitemos a un británico, probablemente adoptaremos un rictus de severidad y estiramiento, acompañado por palabras bien pronunciadas y consonantes muy sonoras. Al pronunciar con fuerza la letra “t”, estaremos llevando a buen puerto nuestra interpretación: cuando una palabra termina con esta letra, los ingleses la pronuncian con total claridad. Es el caso, por ejemplo, de “out”: en la variante británica escucharíamos esta letra final perfectamente sonora, mientras que en la americana probablemente oiríamos algo más difuso, como “arw”.

Foto: Al igual que ocurre con el castellano, el inglés tiene múltiples variantes. ¿Eres capaz de distinguirlas? (iStock)

Ocurre también con la doble “t” (“tt”) que se encuentra en el interior de una palabra. Los ejemplos que el 'youtuber' propone son “little” (“pequeño”), “pity” (“pena”), “kettle” (“caldero”) o “bottle” (“botella”). Una vez más, los británicos pronuncian con claridad el sonido oclusivo dental, algo que no ocurre con el americano. Cuando la “t” va antes o después de otra consonante, esta apenas suena en el inglés americano. De ahí que, por ejemplo, nos cueste tanto diferenciar si se trata de una afirmación o una negación cuando uno de ellos utiliza el verbo “poder”, es decir, “can” / “can't”.

La mayor parte de guías sobre pronunciación califican a esta letra como la clave definitiva para distinguir entre el hablante de uno u otro país. Es el conocido como acento rótico, que divide la pronunciación inglesa en dos grandes grupos dialectales. Los americanos utilizan la variación rótica, mientas que los ingleses no. En resumen, y al contrario de lo que ocurría con la “t”, en palabras como “party” (“fiesta”), “water” (“agua”), “teacher” (“profesor”) o “where” (“donde”), la “r” sonará de forma más evidente si hablamos con un americano.

Al igual que ocurre en nuestro país con la variante andaluza, los hablantes estadounidenses tienden a simplificar la pronunciación

Los hablantes róticos pronuncian las “r” en posiciones implosivas (como ocurre en “water”), mientras que los no róticos solo las pronuncia cuando va delante de vocal. En esos casos, puede abrir o prolongar el fonema anterior: de ahí que “car” suene en inglés británico de una manera parecida a “caaaaaaaa”. Es lo que impone la norma de la “received pronunciation” o inglés de la reina (o de Oxford), considerado el de más prestigio en Gran Bretaña.

Es sencillo: en el inglés británico, el sonido es mucho más cerrado y similar a nuestra o [ɒ:], mientras que en el americano, es más abierto, lo que le asimila casi a una larga a [ɑ:]. De ahí que, por ejemplo, cuando escuchamos en boca de un estadounidense palabras como “hospital”, “bottle” (“botella”), “coffee” (“café”) o “Harry Potter”, nos pueda llegar a parecer que pronuncian una “a”. Algo cerrada, eso sí.

Foto: ¿Hay que elegir? Puf, qué lío. (iStock)

El inglés británico tiene una variedad mucho más amplia de sonidos vocálicos que el americano, que utiliza una gama más reducida. Es una tendencia muy recurrente en la comparación entre versiones del mismo idioma: al igual que ocurre en nuestro país con la variante andaluza, los hablantes estadounidenses tienden a simplificar la pronunciación del idioma.

Otra vocal, otro desencuentro entre hablantes a distintos lados del océano. Como ocurría también con “o”, la pronunciación de la “a” en el inglés británico es mucho más cercana –aunque no exactamente igual– a nuestra “a”, solo que un poco más larga. Por el contrario, la “a” del inglés americano es mucho más cerrada y semejante a una “e” [æ]. Los ejemplos que propone Billy son “can't”, “stand” (“permanecer”), “chance” (“oportunidad”) o “national” (“nacional”).

¿Se imaginan hablar con un extranjero al que acabamos de conocer y que, de repente, empiece a mezclar palabras pronunciadas en gallego con expresiones catalanas y un tono entre el andaluz y el madrileño? ¿Algo así como 'osti tu, er rapaz se ejtá poniendo fermoso'? Es una caricatura, claro, pero a menudo ocurre que en nuestra utilización del inglés tendemos a mezclar no solo términos que pertenecen a sus variantes británicas y americanas, sino también, a mezclar acentos, lo que provoca un resultado chocante.

Inglaterra
El redactor recomienda