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Errores que cometes al lavar los platos (tanto a mano como en el lavavajillas)
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Errores que cometes al lavar los platos (tanto a mano como en el lavavajillas)

Desde utilizar el detergente incorrecto a usar demasiada agua. Lee con atención y verás que te estás equivocando en muchos aspectos en cuanto al lavado de tu vajilla

Foto: Sí, amigo, friegas mal y ya es hora de que te enteres. (iStock)
Sí, amigo, friegas mal y ya es hora de que te enteres. (iStock)

Que laves los platos a mano o que pongas el lavavajillas no te convierte en un ser inteligente ni higiénico. De hecho, es más que probable que lo estés haciendo mal. No te castigues: hasta ahora nadie te había avisado de tus errores, así que no tenías modo de saberlo. Ahora ya no tienes excusa. Lee con atención y verás que te estás equivocando en muchos aspectos en cuando al lavado de tus platos.

1. Echas demasiado detergente

No tiene mucha ciencia: si tu fregadero se convierte en un baño de espuma y burbujas cuando estás lavando los platos es que estás usando demasiado detergente. ¿El consejo de los expertos? Pon una pequeña cantidad e intenta hacer espuma. Si no sale suficiente, añade un poco más, y así sucesivamente. Lo mejor es que te guíes por la recomendación del fabricante, que normalmente viene impresa en la parte trasera del envase.

A pesar de lo que cuentan en los anuncios, no sirve cualquier jabón. Debes evitar aquellos que contienen lejía, triclosán u otros antisépticos fuertes

Ojo, esto no te lo decimos solo para que ahorres: si echas mucho detergente puede que tus platos se queden con residuos y que, por lo tanto, estar dale que te pego con el estropajo no haya servido de nada.

2. No eliges el detergente correcto

A pesar de lo que cuentan en los anuncios no sirve cualquier jabón para cubertería. Debes evitar aquellos que contienen lejía, triclosán u otros antisépticos fuertes, ya que promueven la proliferación de superbacterias resistentes a los fármacos. Un jabón simple y agua caliente es suficiente para desinfectar los platos, especialmente en el lavavajillas.

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Asimismo, debes evitar el detergente líquido para la máquina, pues puede obstruir los conductos del mismo o taparlos, y hacer que queden residuos. Para evitarlo, utiliza mejor un jabón en polvo.

3. Desperdicias agua

Tienes que ser consciente del agua que empleas al lavar los platos. A mano, usas hasta 102 litros, mientras que en un lavaplatos utilizas 11, detallan en 'Prevention'. La diferencia es abismal. Si usas el lavavajillas, asegúrate de que esté suficientemente lleno. Si los lavas a mano, instala un grifo de bajo caudal y apágalo mientras estás frotando. Asimismo, deberías llenar un recipiente pequeño para aclarar la vajilla en vez de enjuagar cada artículo por separado bajo el grifo.

4. Prelavas los platos

Uno de los errores más extendidos entre la gente que utiliza el lavavajillas es prelavar los platos antes de meterlos en el electrodoméstico. Los hay incluso que utilizan estropajo y detergente. Se trata de una operación absurda que solo sirve para gastar el doble de agua. Cierto es que el electrodoméstico no es una trituradora, y es conveniente vaciar bien los platos antes de meterlos, pero no tiene sentido lavarlos antes, aunque vayamos a usar un ciclo corto. Si tu lavavajillas no está acabando correctamente con la suciedad de los platos quizás tenga un defecto, pero este es su trabajo y no hay por qué facilitárselo.

5. Usas una esponja

Es probable que tengas una bomba de gérmenes en tu fregadero. Sí, hablamos de las esponjas. Pueden contener miles de bacterias como E. coli y salmonella por centímetro. De hecho, los pliegues de las esponjas que funcionan tan bien para eliminar los residuos atascados se convierten también en un hogar precioso para los gérmenes.

Tira tu esponja de plástico y opta por una bayeta de fibras naturales. Cabe destacar que las bayetas pueden albergar tantas bacterias como las esponjas, pero con el uso y la limpieza adecuados es una alternativa mucho más higiénica. Lo mejor es que dejes secar la bayeta lejos del fregadero

6. Tienes el fregadero o el lavavajillas sucio

¿A que no te imaginas lavando tus platos en el inodoro? Pues si limpiar tu vajilla en un fregadero o lavavajillas sucio es como si lo hicieras. El fregadero de la cocina, de hecho, contiene 100.000 veces más de gérmenes que el baño o inodoro, según el Servicio Nacional de Salud británico. Desinféctalo a diario con vinagre y bicarbonato de soda o vinagre y sal.

Nunca debes poner utensilios de madera en el lavaplatos. La humedad y el calor extremo pueden hacer que la madera se hinche y agriete

7. Metes utensilios de madera

Nunca debes poner utensilios de madera en el lavaplatos. Ni cucharas, ni tablas de cortar ni cuencos. La humedad y el calor extremo del electrodoméstico puede hacer la madera se hinche y agriete. Por ello, debes lavarlos a mano en su lugar y evitar empaparlos de agua, así los mantendrás afilados y evitarás dañarlos. Tampoco debes meter en el lavavajillas ni cacerolas antiadherentes ni de cobre.

8. Lo llenas demasiado

Si queremos que el lavaplatos nos ayude a ahorrar agua debemos ponerlo siempre lleno, pero dentro de los límites establecidos. Si superpones los cacharros es muy probable que el agua no llegue a toda la vajilla y, por tanto, que no se limpie correctamente. Asegúrate de que la superficie de los platos y cubiertos está expuesta a la acción del agua y el detergente. Si, por ejemplo, hay un bol que cubre los platos de postre, estos no se lavarán correctamente.

9. Usas mal las pastillas del lavavajillas

De nuevo, basta con leer el manual del electrodoméstico o la caja del detergente, pero mucha gente sigue haciéndolo mal. Las pastillas de lavado no deben colocarse en el interior de lavavajillas sino en la cajetilla del detergente. Esta sirve para liberar el jabón en el momento correcto del ciclo de lavado. Si colocas fuera la pastilla se disolverá en el prelavado.

10. Colocas mal los utensilios

Los complementos de plástico se lavan genial en el lavavajillas, pero hay que tener cuidado para que no se dañen. Es mejor colocar estos utensilios en la zona superior del electrodoméstico, lo más alejados que se pueda de la resistencia.

También has de tener cuidado al volcar los cubiertos. La mayoría de lavavajillas cuentan con un cesto destinado a colocarlos y allí echamos estos tal cual vienen de la mesa. No obstante, debemos seguir un orden si queremos que el lavado sea más efectivo. Lo ideal es colocar los cuchillos con el mango hacia arriba, los tenedores con el mango hacia abajo y las cucharas unas cara arriba y otras cara abajo, y a ser posible separadas para que no tapen el resto de cubiertos.

Si tus cubiertos son de distintos materiales (como plata y acero inoxidable), colócalos en sitios separados para evitar que se toquen. La cubertería de plata debes sacarla antes de que el lavaplatos inicie el proceso de secado.

Que laves los platos a mano o que pongas el lavavajillas no te convierte en un ser inteligente ni higiénico. De hecho, es más que probable que lo estés haciendo mal. No te castigues: hasta ahora nadie te había avisado de tus errores, así que no tenías modo de saberlo. Ahora ya no tienes excusa. Lee con atención y verás que te estás equivocando en muchos aspectos en cuando al lavado de tus platos.

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