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La mejor salida para escapar de la violencia de género
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La mejor salida para escapar de la violencia de género

Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, la Fundación Integra lanza una campaña para ayudar a las víctimas. Hablamos con ellos para saber qué función hacen

Foto: Hay salida, solo debes pedir ayuda. (iStock)
Hay salida, solo debes pedir ayuda. (iStock)

Katy (nombre ficticio) es madre de dos hijos: una de ellas menor, la otra mayor de edad. Hablamos con ella en el descanso que tiene en su trabajo. Notamos que está feliz por el tono de su voz, el que desciende al reconocer que ha sufrido maltrato por parte de su ya expareja. No le cuesta reconocerlo, porque aún está muy reciente, pero hoy está orgullosa de haber salido de esa situación y de la casa de los horrores en la que vivía. No fue fácil. "¿Dónde iba a ir yo sin experiencia laboral ni nada? Hay muchas mujeres maltratadas que siguen con sus parejas porque no tienen medios económicos con los que poder vivir".

Esto la retenía junto al padre de sus hijos, pero un día sus pequeños le dijeron que ya estaba bien, que no tenía que seguir aguantando aquello: "Mamá, qué haces, vete de ahí ya". Ella no era consciente de la gravedad de su situación, pues pensaba que recibir reproches diarios por parte de su pareja era lo normal.

La labor de Integra cobra hoy mayor relevancia por el lanzamiento de su última campaña 'Ante la violencia de género, tú puedes mirar a otro lado. Ella no'

Cuando dio el paso de salir de aquel infierno, acudió a una organización social para mujeres maltratadas. Allí recibió apoyo psicológico y mucho refuerzo moral. "Yo estaba anulada. Vives amargada, llorando todo el día... Intenté arreglar la situación varias veces, pero con personas así es imposible. Siempre habrá algo que les parezca mal, por mucho que intentes no enfadarlo". Cuando recuperó una buena parte de la autoestima que un cretino le robó durante años, quedaba dar el próximo paso: buscar trabajo. Katy no quería tener que volver con su pareja por cuestiones económicas. En este punto es donde entra en escena la Fundación Integra, con la que nuestra protagonista establece contacto a través de la entidad social.

"Allí me encontré con personas maravillosas que me dieron las pautas para incorporarme al mercado laboral. Me ayudaron con el currículum, con las entrevistas... Me dieron dos semanas de formación, y me levantó mucho el ánimo. Ahí hay personas maravillosas". Ella sabe bien de qué habla. Es una de las más de 2.500 mujeres a las que la citada fundación ha ayudado a encontrar trabajo. Tener un oficio es importante, pero lo es más todo el refuerzo positivo que supone para ellas.

Ana Muñoz, directora de esta institución sin ánimo de lucro, es consciente de la importante labor que llevan a cabo. "Trabajamos con mujeres maltratadas que han acudido a una entidad social y están preparadas para buscar trabajo. Nuestra labor reside en hacer una entrevista en profundidad para determinar qué clase de trabajo podrían realizar, brindarles un curso de formación oriendado al mercado de trabajo y, finalmente, concertarles entrevistas con una de las cien empresas con las que trabajamos", nos cuenta. Lo más importante de todo es lo que no está sobre el papel: ayudan a estas víctimas a detectar sus fortalezas y capacidades, hacerles ver que valen mucho a pesar de lo que les han estado diciendo durante años, y que, por supuesto, pueden trabajar perfectamente.

Vivía amargada y lloraba todo el día. Intenté arreglar la situación con mi ex varias veces, pero con personas así es imposible. Están enfermas

De hecho, señala Muñoz, estas mujeres suelen ser las más predispuestas y eficaces para con su oficio, porque para ellas es más que un empleo: es su salida. "Tienen más compromiso y se involucran mucho". Con la labor de la institución todos ganan: las empresas, porque ganan trabajadoras excelentes, y ellas, porque percatan de todo lo que valen y les proporciona independencia económica, esencial para comenzar su nueva vida, alejada del matratador. Los trabajos ofertados son de todo tipo, desde servicio de limpieza a administración. Hay mujeres con carreras universitarias y otras sin formación alguna.

Cuando el empleo es la salvación

Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, la fundación lanza la campaña 'Ante la violencia de género, tú puedes mirar a otro lado. Ella no'. Un proyecto que busca recaudar fondos para seguir haciendo su trabajo, y visibilizar a las víctimas más vulnerables de la violencia de género: los hijos menores, así como resaltar la importancia de ayudar a sus madres a conseguir un empleo.

"Solo el hecho de que se lleve a cabo la campaña es un éxito. Con la violencia de género no hay división. Toda la sociedad está concienciada con ello. Y es muy importante que fijemos la mirada en los niños, que son más víctimas si cabe que las propias mujeres", afirma Muñoz. Los hijos son una parte afectada de este problema, pues, según una macroencuesta de 2015, en el 63% de los casos de mujeres que sufren violencia de género, los niños fueron testigos de las agresiones.

El empleo se convierte en la mejor receta para poner fin a la violencia de género porque proporciona a las mujeres independencia económica

La violencia de género es un problema que nos atañe a todos, y que aumenta por momentos. Solo en este año 2016 ha habido 39 víctimas mortales, que ha dejado 25 menores huérfanos, detalla el Ministerio de Sanidad.

En cuanto a las supervivientes, 8 de cada 10 consideran el trabajo esencial para salir de la violencia de género, romper el vínculo con su pareja y empezar de cero, según datos del Informe Fundación Adecco.

¿Por qué el empleo se convierte en la mejor receta para poner fin a la violencia de género? Porque proporciona a las mujeres independencia económica, ayudándoles a romper el vínculo con su pareja; incrementa la confianza en sí mismas, al sentirse parte productiva de la sociedad; porque amplía su círculo social y fortalece su red de apoyos; porque posibilita desconectar del ámbito familiar y descubrir nuevas motivaciones; y porque se convierte en el mejor mecanismo preventivo para evitar que la situación de violencia se vuelva a producir en el futuro, leemos en el informe.

Solo en este año 2016 ha habido 39 víctimas mortales de la violencia de género, que han dejado huérfanos a 25 menores

Por todo ello, la labor de las entidades sociales es esencial. Muñoz recuerda el caso de una mujer de 60 años que le marcó: "Sufría un maltrato brutal por parte de su pareja, que era policía, y con el hijo de ambos presente. Se mudó a Madrid para empezar de cero. No tenía formación y nunca había tenido un empleo, ya que su marido no le dejaba trabajar. Llegó a Acciona y de ahí a Integra, y ahora no solo tiene trabajo, sino que es consciente de todo lo que puede llegar a lograr. Es una alegría. El empleo en estos casos es una salvación".

Hay salida

La mayoría de las víctimas de violencia de género tardan bastante tiempo en pedir ayuda. Viven enclaustradas en una realidad que no les permite ver que hay salidas. Cuando lo hacen, todo va rodado. La huida del hogar, la recuperación de la autoestima y la inserción en el mercado laboral son claves para estas mujeres. A diferencia de otros problemas que causan exclusión social, la violencia de género es uno de los que tiene más presencia en los medios de comunicación y con los que la gente está más volcada.

El mensaje es claro: hay salida, y está al alcance de tu mano salir de ahí. Las instituciones sin ánimo de lucro están para ayudarte y apoyarte. También el gobierno, que con su teléfono de atención, el 016, ofrece ayuda a las víctimas. Un número que, por cierto, ha vuelto a batir entre enero y septiembre un nuevo récord de llamadas, con un total de 65.787. Así, este ejercicio será el año con mayor volumen desde su puesta en marcha.

Déjale. Denuncia. Llama. Pide ayuda. Hay salida.

Katy (nombre ficticio) es madre de dos hijos: una de ellas menor, la otra mayor de edad. Hablamos con ella en el descanso que tiene en su trabajo. Notamos que está feliz por el tono de su voz, el que desciende al reconocer que ha sufrido maltrato por parte de su ya expareja. No le cuesta reconocerlo, porque aún está muy reciente, pero hoy está orgullosa de haber salido de esa situación y de la casa de los horrores en la que vivía. No fue fácil. "¿Dónde iba a ir yo sin experiencia laboral ni nada? Hay muchas mujeres maltratadas que siguen con sus parejas porque no tienen medios económicos con los que poder vivir".

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