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El grave error que puede acabar con la humanidad, según Hawking
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El grave error que puede acabar con la humanidad, según Hawking

Si hay una opinión científica autorizada hoy es la suya. Para él, este es el desafío en el que tendremos que trabajar duro si no queremos que se vuelva en nuestra contra

Foto: El físico dando una charla este pasado junio. (Efe/Ramón de la Rocha)
El físico dando una charla este pasado junio. (Efe/Ramón de la Rocha)

De Stephen Hawking, físico, astrofísico, cosmólogo y divulgador, nos creemos casi todo. Incluso para el público no interesado en la ciencia (o, más bien, para los que no se atreven a intentar entenderla), alguien que ha sobrevivido décadas más de lo que los médicos le habían diagnosticado y que ha escrito algunos de los contados libros científicos que se han convertido en superventas —su 'Breve Historia del Tiempo' estuvo 237 semanas en la lista de los "Principales" de 'The Sunday Times'— merece respeto y admiración.

Es el equivalente a Einstein para nuestra generación, el científico loco pero sabio al que las masas quieren convertir en profeta sin dejar de sentirle cercano como a un abuelo entrañable. Hay biopic de Hollywood, una serie cómica que ha hecho de sus apariciones estelares uno de sus mejores gags ('The Big Bang Theory') y este verano hasta ha celebrado un "congreso sónico" con el grupo de rock U2. Hace unos años demostró que el debate entre ciencia y religión sigue estando vigente, provocando un gran revuelo tras la publicación de 'El gran diseño', junto al también físico y divulgador Leonard Mlodinow, guionista de otro mito pop como es 'Star Trek'. Dijo Hawking en este nuevo éxito editorial que está ya demostrado que Dios no creó el Universo, desatando críticas airadas de representantes de la visión creyente del mundo.

Los robots juegan a los dados

En una conferencia de la semana pasada en la Universidad de Cambridge, volvió a aventurarse a dar una visión sobre un tema ambicioso que preocupa a todos y del que realmente nadie puede decir la última palabra: el futuro. Para Hawking, la inteligencia artificial será "lo mejor, o lo peor, que le ha pasado nunca a la humanidad". El evento celebraba precisamente la apertura de un nuevo punto de encuentro científico donde a partir de ahora se intentará contestar a preguntas sobre los robots y la inteligencia artificial, el Leverhulme Centre of the Future of Inteligence.

A juzgar por lo que ya conocemos, los avances tecnológicos en la materia tienen derivadas preocupantes: "Hemos pasado un montón de tiempo estudiando nuestra historia, que es, afrontémoslo, una historia de estupidez. Así que es un buen cambio que la gente estudie el futuro de la inteligencia". Desde luego, una visión desapasionada del tema nos lleva a una conclusión difícil de aceptar: la vanguardia tecnológica ha estado casi siempre ligada a la industria de la guerra.

'El desarrollo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana', confirmando los peores temores de la ciencia-ficción

Hawking ve negro el pasado, pero también el futuro, porque piensa que, a pesar de investigar tanto, tendemos a cometer los mismos errores una y otra vez. El año pasado se unió a Elon Musk y otros cientos de expertos en la firma de una carta en la que pedían a los gobiernos que prohibieran las armas letales autónomas. No se trata solo de las injusticias actuales, de los ataques continuos a los derechos humanos en los que se usan drones o minas antipersona.

Lo que nos jugamos es... todo lo que tenemos. ¿Y si la capacidad de decidir que tienen estos ordenadores (porque eso es en definitiva un programa informático, una herramienta que decide por nosotros) se volviera en nuestra contra?: "El desarrollo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana". Los peores temores de la ciencia-ficción pueden confirmarse, además de que están surgiendo lo que Hawking describe como "nuevas formas de que una minoría oprima a la mayoría".

Otro tipo de armas

La respuesta no está en dar la espalda a los problemas. Confía en que, si somos capaces de tomarnos en serio ya estas preocupaciones, la tecnología puede hacer mucho bien: "Es impredecible lo que podemos conseguir cuando nuestra mente esté amplificada por la IA. Quizá con las herramientas de esta nueva revolución tecnológica podremos deshacer parte del daño hecho hasta ahora por la última fase de la industrialización. Y seguramente nos pondremos al fin en camino a erradicar la enfermedad y la pobreza".

Google ya trabaja en un sistema de inteligencia artificial que aprenderá de sus propios "recuerdos" imitando el funcionamiento del cerebro

'Science Alert' informa de que el Centro Leverhulme, donde Hawking es profesor, ofrece cursos tan sugerentes como 'Terminator Studies', que trata de examinar potenciales problemas futuros para nuestra especie. El encabezamiento de la web reza: "Centre for the Study of Existential Risk" ("centro para el estudio de los riesgos para existencia"). Si todo esto te suena a broma o a futuro lejano, ten en cuenta que Google ya está trabajando en un sistema de inteligencia artificial que aprenderá de sus propios "recuerdos", combinando su memoria externa (como los discos duros en los que guardamos fotos o música) con una red "neural" formada por un enorme número de nodos interconectados que trabaja dinámicamente, imitando el funcionamiento del cerebro.

Gracias a los últimos avances y a internet, puedes reservar en un restaurante, comprar algo en una tienda online... o ver cómo todos los sistemas creados para ayudarnos se revuelven contra nosotros. Que Hawking nos pille confesados.

De Stephen Hawking, físico, astrofísico, cosmólogo y divulgador, nos creemos casi todo. Incluso para el público no interesado en la ciencia (o, más bien, para los que no se atreven a intentar entenderla), alguien que ha sobrevivido décadas más de lo que los médicos le habían diagnosticado y que ha escrito algunos de los contados libros científicos que se han convertido en superventas —su 'Breve Historia del Tiempo' estuvo 237 semanas en la lista de los "Principales" de 'The Sunday Times'— merece respeto y admiración.

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