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"Engañé a mi esposa con 23 mujeres. Pero sé por qué lo hice"
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ahora dice que no volverá a hacerlo

"Engañé a mi esposa con 23 mujeres. Pero sé por qué lo hice"

Un documental de la televisión británica ha contado con el testimonio de varios infieles. Uno de ellos es Peter, que engañó a su mujer más de veinte veces. Ella le perdonó

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De poner los cuernos a tu pareja a confesarlo abiertamente en un canal de televisión hay un paso. Si no que se lo digan a Peter. El hombre, de 53 años de edad, fue infiel a su mujer nada menos que 23 veces, tal y como contó él mismo en el documental 'Me and My Affair', emitido recientemente en el canal británico Channel 5. Peter, exmodelo de éxito reconvertido en detective de policía local, comparte testimonio con otros cinco infieles más.

Nos centraremos en el caso de Peter. El hombre de mediana edad llevaba manteniendo el secreto de sus affaires más de veinte años. Conoció a la que luego fue su esposa en 1984, durante el último año de universidad. "Yo era pícaro, impetuoso y fuerte, mientras que ella era muy inteligente y tímida", asegura. Fue amor a primera vista: "Me quedé boquiabierto por su aspecto", detalla Peter al recordar el primer momento que la vio. "Ella era atractiva, y diferente a todas mis exnovias. Tenía una aire de sofisticación que me encantaba".

Peter había sido infiel con todas sus anteriores novias, pero cuando se casó con su esposa dijo que lo dejaría. Y al final la acabó engañando con más de 23 mujeres

Tras salir juntos durante tres años, se casaron en 1987. Al dar el sí, Peter se prometió a sí mismo que a ella no le sería infiel, al contrario que con todas sus novias anteriores. De pronto experimentó un nuevo nivel de compromiso con su mujer y rechazó el estilo de vida que hasta entonces llevaba. Con su matrimonio, el hombre dejó su carrera de modelo al ingresar en la policía. Sentía que estaba creciendo y madurando a partes iguales. Nada de esto hacía presagiar lo que haría pocos meses después.

La fidelidad de Peter acabó por culpa, en parte, de su nuevo horario laboral. Fue asignado a un programa de entrenamiento de tres meses y medio que solo le dejaba libre los fines de semana. Es decir, pasaba cinco días seguidos con los compañeros del cuerpo, día y noche. Era justo en las cenas cuando la cosa se desmadraba. "Esa hora era la nuestra", cuenta. El grupito se solía dejar caer cada noche en pubs y clubes, rodeados de mujeres.

Fue en uno de estos locales, en un club de Birminghan, donde Peter fue infiel a su esposa por primera vez. Se acostó con una mujer desconocida, atraído por su baile lento y sensual, y por el beso que le dio después. Su señora estaba en casa, descansando, y embarazada del primer hijo de ambos. "Me sentí culpable. En mis anteriores relaciones fui infiel, pero ahora había un compromiso de por medio importante", relata, aunque reconoce que le gustó: "Fue divertido". Obvio, Peter y la mujer del club no se volvieron a ver nunca más.

Tras ella, siguieron muchas más féminas anónimas. Durante 20 años, Peter se acostó con al menos 23 mujeres. Aprovechaba cualquier oportunidad que tenía para acabar en cama ajena. La mayoría fueron rollos de una noche, menos una mujer a la que estuvo viendo dos años y medio.

Acostarse con mujeres desconocidas se convirtió de pronto en una adicción que ya no se limitaba solo a diario. De pronto, comenzó también a buscar chicas los fines de semana. Tenía que inventar excusas porque en esos días estaba en casa con su mujer. "Tenía relaciones sexuales de riesgo", asegura Peter, que aunque se lo pasaba bien comenzó a experimentar sentimientos fuertes de culpabilidad y verguenza.

La mujer lo perdonó porque le dio pena. Ambos asistieron a terapia y solucionaron los problemas. Ahora están a punto de celebrar su 30 aniversario

Mientras tanto, su vida familiar continuó en casa con toda normalidad. Al menos de cara a la mujer y a los dos hijos pequeños de la pareja. ¿Cómo era la relación entre el matrimonio? "Realmente no creo que fuésemos diferentes a cualquier otra pareja. A veces hubiéramos preferido acostarnos más veces juntos, pero teníamos niños. Otras veces nos enfadábamos y cada uno dormía en una habitación...".

Os preguntaréis si la mujer sabía todo esto antes de la emisión del documental. Sí, mucho antes. Ella se enteró a través de un libro de desarrollo personal que Peter había estado escribiendo. En este se leía la palabra "infiel". "Fue devastador para mi esposa", cuenta. En ese momento, Peter le dijo que solo habia tenido una aventura de una noche con una compañera de trabajo. Esa misma noche se fue de casa. Meses más tarde, Peter regresó al que era su hogar con una lista en la que detallaba todas las mujeres con las que había estado.

¿Qué hizo la esposa? Se compadeció de él. "Vio en mí a alguien que necesitaba ayuda". Poco después, ambos comenzaron una terapia de pareja que salvaría su matrimonio pasados unos meses. "Había demasiado amor incondicional entre nosotros. Ahora me doy cuenta de todo el dolor que había en mí, y los rollos de una noche solo solucionaban el problema por un rato", confiesa el infiel en el documental.

De toda esta historia ya han pasado seis años. Ahora Peter y su esposa van a celebrar su 30 aniversario. Planean ir a Nueva York a celebrarlo. "La sensación de amar y ser amado no se compara con nada. Sé que nunca voy a hacerlo de nuevo", finaliza.

¿La monogamia existe?

La historia de Peter no nos sorprende. Seguro que en tu círculo hay más de un infiel. O tú mismo, sin ir más lejos. ¿Por qué lo hacemos? ¿Acaso la monogamia ha pasado a la historia? ¿Nunca existió? Nos guste o no, la infidelidad es una práctica habitual, socialmente mal vista, pero extendida y común. ¿Por qué engañamos a nuestras parejas si en realidad queremos seguir con ellas?

Un estudio publicado por la Universidad de Bath (Reino Unido), investigó las razones que llevaban a los hombres a engañar a sus parejas. De los 40 entrevistados, 26 lo habían hecho de una u otra forma, pero ninguno quería que ellas se enterasen. ¿Por qué las engañaron? Seguían amando a sus parejas, pero el deseo hacia otras mujeres no había desaparecido.

El matrimonio no cambia al infiel. “Los engaños siguen. Quizá son más esporádicos... pero porque están vigilados, no porque no quieran hacerlo"

El doctor y profesor Eric Anderson, autor del estudio, llegó a poderosas conclusiones: la monogamia no es algo natural y aunque la mayoría pueden convivir así durante mucho tiempo, su relación se sustenta en un “deseo social”, no natural. “La naturaleza no ha diseñado a los hombres para ser monógamos; la cultura puede intentar ocultar esto, pero a la larga falla", detalla Anderson.

El matrimonio tampoco cambia al infiel. Como hemos visto en Peter, por mucho que quisiera empezar a ser fiel tras casarse, no lo consiguió. “La biología del hombre no cambia cuando se ponen un anillo de matrimonio. Quizá los engaños son más esporádicos, porque están vigilados, no porque no quieran hacerlo".

Entonces, si la infidelidad es algo habitual, ¿por qué está tan mal vista? "Los hombres que engañan solo están buscando sexo, que es lo que desean de forma natural. Si los hombres son inmorales por engañar, entonces la mayoría de ellos lo son”.

Como vemos, y por mucho que a Peter le pese... todo apunta a que volverá a ser infiel. ¿Lo sabrá su mujer?

De poner los cuernos a tu pareja a confesarlo abiertamente en un canal de televisión hay un paso. Si no que se lo digan a Peter. El hombre, de 53 años de edad, fue infiel a su mujer nada menos que 23 veces, tal y como contó él mismo en el documental 'Me and My Affair', emitido recientemente en el canal británico Channel 5. Peter, exmodelo de éxito reconvertido en detective de policía local, comparte testimonio con otros cinco infieles más.

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